Claudio Puig es un referente obligado al momento de hablar acerca de la situación del Club Nacional de Football.
Secretario de la institución bajo la presidencia de Ricardo Alarcón y actual Secretario en esta administración, Claudio Puig es sin duda una de las personas más interiorizadas de la actualidad del club. En un momento aparentemente complejo como el actual, sus opiniones son importantes para clarificar el presente y tener un punto de vista de la interna tricolor hacia el futuro. En dónde estamos parados, la posible crisis, los proyectos a futuro y el desempeño de la actual gestión fueron algunos de los puntos tocados en una extensa charla con el directivo tricolor.
Hablemos de sensaciones. Buena parte de la hinchada tiene la sensación de que estamos atravesando una crisis deportiva y que parte de la responsabilidad es de los directivos Uds. consideran lo mismo? ¿Los directivos hacen autocrítica?
Por supuesto. Todo el tiempo hacemos autocrítica, eso forma parte de esta función. Estamos continuamente analizando los pasos. Es una simpleza el pensar que esto es responsabilidad de unos pocos. Cuando afrontamos situaciones como ésta -que no considero una crisis sino un bajón deportivo, del cual sin duda vamos a salir- es preciso iniciar un proceso. Revertir el que nos llevó a este punto. En lo personal hago un análisis muy particular de este momento. Creo que Nacional tuvo una generación de jugadores brillante, que entre otras cosas nos dieron nueve campeonatos en quince años.
Gran parte de esa generación, como es obvio, envejeció, y no tuvimos el recambio necesario. Un poco forzado por las ventas que el club se ve obligado a hacer para sostenerse. Ahora estamos abocados a la tarea de edificar un plantel nuevo y tratar de reconstruir aquella mentalidad ganadora. No es sencillo. Si uno se remonta al pasado reciente, nos vamos a encontrar con un Nacional que entre el período que abarca los años 1973 a 1998 había ganado cuatro campeonatos. Después del ´73 se ganaron los “Uruguayos “del ´77, ´80, ´83 y ´92.
Hay una generación que se acostumbró a ganar…
Sí, yo en cambio me crié en esa generación que en veinte años ganó cuatro campeonatos.
Pero tuvo más logros internacionales que los equipos a los que hacés referencia, que ganaron varios “Uruguayos” pero quedaron en el debe en lo internacional.
Tuvo las conquistas del ´80 y ´88, que bienvenidas sean, pero no fueron buscadas, se lograron sin una planificación. Luego del ´98 entra al club una generación de dirigentes que revierten la escasa figuración que estábamos teniendo en el campeonato local. Entre estos directivos, junto a Dante Iocco, ingresa Eduardo Ache. Estamos hablando de un presidente que ganó cuatro campeonatos en su anterior gestión, al que actualmente gran parte de la hinchada le apunta las baterías. Creo que tenemos que tener un poco más de confianza y de paciencia.
Otra de las críticas que se le hace a esta administración tiene que ver con uno de sus estandartes de campaña: «Ganar en todas las canchas», Siguiendo con las sensaciones, pareciera que eso no se ha conseguido y hay quien considera que se perdió terreno.
Lo que sucede es que estamos en la época de la inmediatez. Todo tiene que ser «ya», y lamentablemente eso no es posible porque de la misma manera en que Nacional quiere recuperar su espacio, quienes los conquistaron no están dispuestos a cederlo. No se puede ganar espacios en la AUF de un día para otro, es un proceso paulatino, que lleva su tiempo. En el pasado, la conquista de esos sitiales llevaron desde 1998 hasta 2003, cinco años. Después los perdimos de un golpe con otras administraciones que manejaban otro criterio, otro concepto. Hoy los estamos recuperando, estamos trabajando en ello, no somos sumisos. Por supuesto que no podemos salir a pregonar a los cuatro vientos los pasos que estamos dando, hay que hacerlo calladamente. No en vano cayó una Mesa Ejecutiva porque se negó a postergarle un partido a Nacional y ahora va a correr la misma suerte la Comisión de Seguridad por encajonar un papel. Quien consiguió el documento fue nuestro Presidente, pero nosotros lo mantuvimos en silencio. Cuando Varela salió a hablar, Nacional ya tenía en su poder el documento y había tomado contacto con el proceder de Quintana. Eso es trabajo, ahí se ve la labor de los dirigentes, que son los únicos honorarios de este negocio. Los jugadores son ídolos y la hinchada nunca va a ir contra ellos. Y está bien. Los dardos se apuntan a las directivas, es parte del juego y lo asumimos. Cuando se pierde, la responsabilidad es nuestra, los triunfos los alcanzan los jugadores y el cuerpo técnico.
El Campeonato Uruguayo no está perdido y la intención es obtenerlo. La Libertadores ¿se dio por perdida de antemano?
No. Fuimos realistas. Nos tocó un grupo muy difícil y observamos que en algún momento el equipo, por alguna razón, tuvo un bajón. Ya sea anímico o físico, el rendimiento decaía en los segundos tiempos. Éramos conscientes de que teníamos que pelear el “Uruguayo”. Consideramos que teníamos un plantel muy parejo -que quedó evidenciado en el partido en Medellín- entonces tomamos la decisión de «partir» el plantel. Nos salió mal, pero de no ser por aquel rebote raro en el último minuto ante Atlético, estábamos hablando de un triunfo en el exterior y seguramente otro hubiera sido el cantar.
El no pasar de fase en la Copa ¿cómo nos coloca económicamente de cara al próximo semestre?
Complicado. Más ahora que aún no ha entrado el pago de la segunda cuota de Gonzalo Bueno. Pero el club, afortunadamente está al día. Con sus funcionarios y prácticamente al día con los jugadores.
Ante la eventualidad de necesitar dinero ¿la primera medida a tomar va a ser desprenderse de los juveniles?
No. La idea es tratar de mantenerlos. Vender cuando haya que vender o, mejor aún, tratar de buscar socios. El mejor negocio que le salió a Nacional fue Sebastián Coates. ¿Por qué lo digo? Porque acá vinieron unos brasileños que adquirieron el 30% de su ficha cuando aún Sebastián no se había destacado. La venta de Sebastián Coates terminó siendo la mejor transferencia del club. Redondeó los ocho millones de euros, pero además del ingreso económico, tuvimos la oportunidad de disfrutarlo. Tal vez lo ideal sea apuntar a ese tipo de negocios, abrir el abanico a inversionistas dispuestos a comprar una parte de determinados jugadores. Si son de otro país mejor, porque, los brasileños por ejemplo, consiguen otras cotizaciones. Se mueven en esferas que son difíciles de acceder para los empresarios uruguayos.
¿Va a haber algún cambio en la política de conformación de planteles? Porque, seamos honestos, año a año se anuncia que se va a traer poco pero bueno y terminamos sumando varios contratos que no hacen la diferencia en lo deportivo.
En este período de pases trajimos cinco. Gustavo Munúa, Jorge Curbelo, Rinaldo Cruzado, Henry Giménez y Jonathan Píriz. Creo que sí, que hay que hacer un cambio, más bien un recambio y buscar un plantel ganador. En este momento en el plantel hay jugadores que, por su edad no van a poder continuar y además es necesario racionalizar un presupuesto que es muy alto. Que viene elevado de antes y no se puede disminuir de un día para el otro. A esta gestión se le achaca injustamente el presupuesto del plantel, pero muchos de estos contratos a dos y tres años, vienen de antes: Pablo Álvarez, Juan Manuel Díaz, Leonardo Burián… Por lo tanto no se pudieron hacer muchos de los cambios que se deberían haber hecho. El planteo actual, la intención de esta administración, es tener un equipo con un presupuesto menor al actual.
¿Cómo obtenés eso, apostando a las formativas o buscando en el medio local?
Con jugadores de las formativas. Con la llegada de Gerardo Pelusso se apostó a un contrato de 18 meses con el técnico para que éste comience a armar un equipo con jugadores del club, y en eso estamos. Se está catapultando a Nicolás Prieto, Carlos De Pena, Gastón Pereiro, surgió Juan Cruz Mascia y hay jugadores como José Aja en las gateras. Está Alfonso Espino también. Por ahí viene el futuro de Nacional. Creo que, de una buena vez, Nacional tiene que apuntar a incorporar cuatro figuras -de las cuales ya tenemos una que es Gustavo Munúa- y, en torno a esas cuatro armar el equipo con futbolistas de la cantera.
Dejemos un poco de lado lo deportivo y hablemos de lo institucional. Otro de los temas que preocupan es el estado del césped del Parque Central.
La directiva tiene la misma preocupación. Nosotros teníamos un canchero excelente que cuidó de esa cancha como nadie. Uno veía a Omar Méndez bajarse del tractor y arrancar yuyo por yuyo en toda la cancha, pastos que venían de distinto color o de diferente especie, él los eliminaba. Es muy difícil llenar el vacío dejado por una persona de esas dimensiones pero en eso estamos. El proyecto Parque Central se basa en tener el mejor campo de juego.
Otra cosa que llama la atención es el precio de las entradas para los no socios ¿No es excesivo?
Es algo que se podría rever. Forma parte de una política tendiente a que el hincha se asocie. El mejor negocio que puede hacer hoy un hincha de Nacional es integrar el padrón social. Entiendo que hay gente a la que $ 300 le pesa, por lo que considero que sí, que son excesivos. Esta es mi opinión personal. De todos modos, visto en retrospectiva, tuvimos un acierto en el partido con Gremio, para el cual sumamos dos mil asociados, pero nos equivocamos en el encuentro ante Atlético Nacional, donde deberíamos haber fijado precios más populares.
Para este fin de semana, ¿no deberían ser populares, máxime teniendo en cuenta el momento deportivo?
No vi los precios
Cuatrocientos pesos una Atilio.
¿Cuatrocientos? No sabía, me parece excesivo, pero los precios no los fijo yo.
Dentro de lo institucional está el proyecto de formativas, que ha tenido algunos cambios. Una de las variantes es el haber adjudicado un técnico a cada categoría, abandonando la estructura anterior en la que había un cuerpo técnico que se encargaba conjuntamente de todas. Con la nueva modalidad corrés el riesgo de que los entrenadores se aboquen a conservar su trabajo y se preocupen por conseguir resultados por encima de la formación.
Si bien hay un técnico por cada categoría, la idea es establecer una mesa de trabajo conjunta cada quince días. En el verano estuvimos trabajando con Alejandro Lembo, Pablo Durán, Roberto Roo y Marcelo Schupp en lo que es la reformulación de las Divisiones Formativas. Lo primero es establecer un estilo de fútbol común a todas, hacer hincapié en la formación de los jugadores más que en los resultados, aunque una cosa deriva en la otra. Detectamos algunos problemas, entre ellos, que la multi función impedía que se profundizara en la tarea de cada profesional y algunos coordinadores estaban actuando dentro de algunas divisionales y desatendían la función de coordinación. Eso se reorganizó, los coordinadores volvieron a centrarse en su tarea, los técnicos a entrenar y se pautaron reuniones quincenales con el Gerente Deportivo. Se plantearon las líneas a seguir y se dejó claro cuál es la idea del club a futuro. Nacional no puede salir a comprar un marcador de punta, ni un zaguero, un volante central, un «8» o un lateral, los tiene que formar ¿Qué tenemos que salir a comprar si no encontramos en la cantera? Un «9» goleador o una figura desnivelante que nos ayude a ganar una Copa Libertadores, pero la base tiene que ser de jugadores formados en el club que nos permitan vender y bajar el presupuesto. Esto va a llevar tiempo, pero en algún momento había que empezarlo. En el futuro se verán los frutos, como aconteció con la formación de Luis Suárez y Sebastián Coates entre otros. Esa es la idea, restablecer la estructura de formativas, crear docencia. Detectamos que hay problemas de fundamentos, en pases, en remates de media distancia por parte de los volantes, étc. La intención es establecer un perfil de jugador, un volante de Nacional tiene que ser mixto y tener remate al arco. En base a eso se armó un grupo de docencia que incluye a Waldemar Victorino, Ruben Sosa, Rudy Rodríguez, y se va a incorporar algún elemento más para enseñar fundamentos a los jugadores. A ese grupo de docentes se le van a arrimar futbolistas de Quinta, de Sexta, de Séptima, que van a llegar para trabajar específicamente determinadas valencias: el tiro al arco, la definición, etc. En eso estamos, reconstruyendo unas formativas que notábamos que, luego de una época de apogeo, estaban viniendo en caída.
¿Se va a invertir en las formativas?
Sí. Te adelanto como primicia que entre ésta semana y la que viene se va a adjudicar la cancha de fútbol sintético para Los Céspedes, que nos ubicará como el primer club uruguayo en contar con una. Va a ser de gran utilidad a la hora de trabajar los fundamentos, una de las grandes ventajas será el aprendizaje en velocidad de pelota. Uno aprende a hacer correr el balón en lugar de que sea el futbolista el que haga el mayor esfuerzo. En todos los clubes importantes del mundo se trabajan fundamentos en base a este tipo de canchas. La adquisición del césped sintético va a ser un salto enorme para las formativas.
A la hora de entrenar fundamentos, además de las virtudes de las canchas, se hace cada vez más necesario contar con herramientas que ayuden a perfeccionar los conceptos ¿Se consideró en algún momento la compra de aparatos para estas tareas?
Ya hemos estado averiguando y pidiendo cotizaciones. Aparte de esto, se está haciendo una experiencia con la pre – Séptima. Se hizo un trabajo de dos años con Gustavo Sánchez, que es DT de fútbol sala, donde se trabajó mucho en fundamentos, con técnicas de fútbol sala aplicadas al fútbol de cancha, con lo que se obtienen excelentes resultados.
Eso se había hecho anteriormente ¿no?
Sí, ahora lo acentuamos y hoy en día tenemos una Séptima División espectacular, no sabemos si es por eso (risas), pero quienes están trabajando dicen que son ellos (risas). Lo cierto es que la Séptima está consiguiendo seis, siete y hasta once goles por partido.
¿Sos optimista a futuro?
Yo siempre soy optimista. Como dirigente me tocó perder la final de 2010 que me hizo agarrar una bronca incalculable que me impidió incluso dormir durante dos días. Tras esto hubo que iniciar un campeonato que se presentaba muy difícil con la dirección técnica de Luis González, y me tocó salir campeón con Juan Ramón Carrasco.Después tuvimos la experiencia de campeonar con Marcelo Gallardo en un torneo durante el cual también nos dijeron de todo. En ambas oportunidades yo manifesté mi certeza de que íbamos a salir campeones y más de uno me trató de loco. Hoy también soy optimista. Creo que, si le ganamos a Juventud, Liverpool y Defensor, somos campeones. Hoy tenemos la posibilidad de dar un paso muy importante, porque además de la instalación de la cancha de césped sintético, se viene el proyecto del club social y las mejoras en el Parque. Si logramos, en esta directiva, dejar estas tres cosas encaminadas, Nacional va a sacar una ventaja muy grande por sobre el resto de las instituciones.
Ernesto Flores
decano.com
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