Había que ganar y se ganó. Para rescatar, el trabajo ofensivo en la primera mitad, y la rebeldía. Para mejorar y mucho, la defensa.
Bien en ataque, mal en defensa. Nacional comenzó el partido jugando mucho mejor que su rival. Este domingo ingresaron al equipo Brian Ocampo y Martín Rodríguez, pero la figura táctica fue la misma del partido anterior. El Bolso estuvo muy bien, hilvanando jugadas en ofensiva. Diego Polenta es salida permanente desde el fondo con pases muy certeros que rompen la línea de presión en la media cancha. Esto permitió a que Maximiliano Cantera recibiera cerca del área y combinara de muy buena manera con Gonzalo Bergessio, y también por ambas bandas. También Diego Rodríguez y Felipe Carballo estuvieron bien en ese rubro, combinando y siendo buena salida con pelota dominada. Pero el pecado estuvo en lo defensivo. Y cuando hablamos de lo defensivo nos referimos a todo el equipo. En el centro de la cancha nunca pudimos cortar el juego y fuimos superados, y en la última línea, Nicolás Marichal estaba muy impreciso y perdido en el campo de juego. Así fue que encontramos el gol por parte del que fue el mejor de la primera mitad, Cantera, y también nos convirtieron el empate sobre el final en contra por parte de Marichal. Así fue el encuentro. De ida y vuelta, generando peligro en ataque, pero sufriendo mucho cada vez que nos atacaban.
Comenzamos mal, terminamos bien. La segunda mitad comenzó muy mal. El dominio del campo de juego y de la pelota le pertenecían a Fénix, y las jugadas de gol eran del conjunto albivioleta. Y allí sobresalió la figura de Martín Rodríguez, sacando casi todo lo que le tiraron, incluido un penal. Y acá nos detenemos. El penal fue pésimamente cobrado por Andrés Matonte por dos motivos. El primero, que la pelota estaba fuera de la cancha y se ve claramente en la imagen. El segundo, es que la pelota pega en la mano que está apoyada en el piso, y eso está claramente estipulado en el reglamento como no sancionable. Por suerte, Rodríguez tuvo su tarde y salvó a Nacional y al árbitro del partido. Incluso unos minutos después se comen un offside de un metro y pico que terminó en una jugada clara de gol. Nacional, de a poco, comenzó a adelantarse, aunque de manera muy desordenada, y quedando muy expuesto en defensa. La zona central del campo de juego era sólo de tránsito. Nunca se quitaba una pelota en ese sector, y el partido se hizo de ida y vuelta. Hasta que vino el gol de Armando Méndez, de gran partido, para poner tranquilidad cuando se venían los minutos finales. Pese a esto, se siguió sufriendo porque el Decano no estuvo firme a la hora de defender, pero ya con el gol de ventaja, se manejó mejor la pelota, y se tuvo alguna jugada para liquidar que no se pudo concretar.
Resultado y poco más para rescatar. Lo positivo es el resultado. Si no se ganaba, se complicaba mucho la chance de campeonato. Martín Rodríguez, Armando Méndez y Maximiliano Cantera por lo expuesto en la primera mitad fueron las figuras del Bolso. Nicolás Marichal no tuvo su mejor noche, pero a pesar de haber convertido el gol en contra, se pudo reponer y levantó su nivel en la segunda mitad, algo para destacar en un juvenil. Creo que hay que mejorar y mucho en defensa. Por momentos pareció un partido de ping-pong sin contención ninguna en el centro del campo, y eso contra un cuadro de mayor jerarquía es muy peligroso. Aporte interesante de Santiago Ramírez una vez más que rondó el área con aportes interesantes. Se ganó, que era lo importante y se sigue en la pelea, aunque hay que seguir creciendo y mejorando.
¡Arriba Nacional!
Diego Ávalo
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