Desde los albores de nuestra civilización existe un poderoso elixir, una fantástica droga que hace sentir semidioses a quienes hacen uso y abuso de ella.

Una vez se ha caído en sus garras resulta muy difícil volver atrás, y son muy pocos los que han podido escapar a sus propiedades subyugantes. Desde luego que no estoy hablando de ningún regalo de la madre naturaleza, me estoy refiriendo al “poder”, la más nefasta y deleznable droga utilizada por el ser humano, que ya en los remotos tiempos en que solía ser un hombre común que ni siquiera soñaba con la inmortalidad, causaba estragos en los pueblos mesopotámicos.

El poderoso siente que es capaz de cualquier cosa, pero para ello necesita de una compleja estructura en forma piramidal (SISTEMA) que le permita mover los hilos del destino sin siquiera mover un dedo. Una ciudad, un país, el globo terráqueo, una empresa o una asociación de fútbol, no son más que tableros en los cuales ejecutar sus movimientos, con la única finalidad de conseguir aquello que desea, sin importarle que para ello deba invadirse un país y crear una guerra que generará millones de ganancias, o pasar por alto las reglas de un torneo y lograr, mediante una asamblea mágica y misteriosa digna de un libro de Tolkien, el acceso a una final de campeonato.

Al poderoso poco le importa que la comunidad internacional eleve sus protestas ante una nueva guerra creada por motivos económicos, tampoco que miles de personas hablen del vergonzoso “truchenio” de la última década del siglo pasado. El poderoso toma lo que puede, cuando puede, como dice Mickey Cohen en Gangster Squad, haciendo alusión a la “Doctrina del destino manifiesto”. No tengo ninguna duda de que existe el sistema de “los innombrables”, pero a no confundirse, eso es algo que está en su naturaleza, ya que desde su mismo nacimiento (que ni siquiera festejan) han intentado torcer las reglas, y aun hoy continúan ocultando sus orígenes, recurriendo para ello a cualquier método con tal de lograr su objetivo.

La mentira es su lengua, su idioma, su idiosincrasia, y el humo que expulsaban las viejas locomotoras traídas por sus ancestros ingleses, el instrumento que más usan hoy en día. Pero así como existe la mentira, también existe la verdad, y ésta debe ser defendida a capa y espada por todos los bolsilludos del mundo, unidos en pos de que una vez por todas, la verdad se sepa en el mundo entero.

¡¡¡NACIONAL!!! ¡¡¡NACIONAL!!!

GIGALMESH

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