Nacional debía ganar para asegurarse actividad internacional y lo hizo ganando con mucha intensidad y dominando a su rival de principio a fin.

Con mucha intensidad. Nacional salió a jugar al Gran Parque Central como se debe jugar un partido de Copa Libertadores. Más allá de los cambios que hubo en nombres con Diego Zabala que entró desde el vamos por Manuel Monzeglio, la intensidad con la que se afrontó el partido fue la clave para ganar y dominar al rival durante todo el partido. El Bolso fue un equipo compacto, casi sin dejar espacio entre sus líneas y que recuperó la pelota lejos del arco de Sergio Rochet. Eso hizo que se generaran jugadas de peligro en velocidad y con sorpresa. Además, Zabala le da una profundidad y calidad al ataque que marca la diferencia. De él vinieron los dos centros para los dos primeros goles. Uno luego de una gran habilitación de Felipe Carballo, de gran partido, y el segundo muy similar para la definición de Camilo Cándido que cada día juega mejor. A partir del gol, el Bolso se paró con un claro 4 4 2, esperando replegado para salir de contragolpe, y también lo hizo muy bien. Encontró espacios con las corridas de Alfonso Trezza que tuvo el mejor partido del año, y también de Camilo Cándido por izquierda. La primera mitad tuvo a un Nacional amplio dominador del partido y del tanteador, yéndose al descanso ganando 2 a 0. 

Replegados y de contra. La segunda mitad tuvo la misma tónica del final de la primera. El Bolso se replegó, entregó la tenencia y el campo al rival, para cortar y salir rápido de contragolpe. Y nuevamente lo hizo de muy buena manera. Hubo dos o tres jugadas claras que no se pudieron concretar, pero que marcaron la tónica del partido. El equipo brasileño nunca encontró los caminos para poner peligro en el área tricolor, y tuvo a un Nacional muy sólido en defensa. Incluso luego de las dos modificaciones de laterales que realizó el DT por amonestaciones. De a poco, Repetto comenzó a mover el banco dando ingreso a jugadores descansados y sacando a algunos que ya se los veía algo cansados. Eso hizo que el equipo tuviera un reempuje de vitalidad e intensidad y así se volvieron a generar jugadas. Una de ellas fue el penal, que con mucha suerte termina convirtiendo Franco Fagúndez, para cerrar el marcador por 3 a 0. 

Asi se puede competir. Fue un partido redondo. Salió todo lo programado y los rendimientos fueron muy buenos de todos los que pisaron la cancha. Jugando como en este partido, se puede competir de igual a igual con cualquiera. Está claro que la clasificación no se perdió por resultados ajenos, si no por detalles propios que a este nivel cuestan caro. Como ejemplo, ponemos dos que se nos vienen a todos a la cabeza, como el penal malogrado ante Estudiantes, y el gol de Vélez pasada la hora. Pero no es tiempo de mirar atrás. Ahora hay que ir a la Sudamericana, y si se logra, mantener el nivel de juego demostrado esta vez podemos hacer un muy buen Torneo. Está en Nacional intentar mantener la regularidad, la intensidad y el buen juego.
 

Hoy más que nunca, ¡arriba Nacional!

Diego Ávalo
 

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