Nacional sigue sin lograr buenos resultados de visitante, y así es difícil acercarse al liderazgo de la Tabla Anual.
Con viento en contra. El partido para comenzar el Clausura no era fácil. Jugábamos contra Liverpool, un muy buen equipo, y de visitante, algo que a Nacional le ha costado mucho durante todo el año. Y esta no fue la excepción. El partido comenzó con algo más de tenencia del negriazul, ayudado con el viento a favor. El Bolso se paró algo retrasado, y en alguna ocasión puntual intentó presionar la salida bien alta, pero casi no logró buenos resultados con esta estrategia. Hubo algún intento de triangulación por la izquierda con Diego Zabala, Gonzalo Castro y Gabriel Báez, y algún desborde se logró hacer, pero sin precisión en la finalización. Salvo un cabezazo de Federico Martínez, no generamos peligro en el arco rival. Tampoco el equipo de Belvedere tuvo muchas chances, pese a un leve dominio sobre el Decano en la tenencia del balón y en el juego asociado.
Con viento a favor. En la segunda mitad, y con el viento favoreciendo al Bolso, la cosa no cambió mucho. Liverpool tenía algo más la pelota y nos costaba generar peligro. Hubo alguna corrida individual por derecha o algún intento por el medio, pero nunca terminamos una jugada con peligro de gol. Al ‘Chory’ se lo veía fundido y ya no lograba prevalecer por su sector. Por la derecha, Martínez estuvo muy entreverado y casi no logró desbordar por su sector. Luego de algunos cambios y cuando faltaban algo más de 15 minutos para el final, quedamos con uno más, pero esto no hizo cambiar el trámite del partido. Al menos los primeros minutos luego de la expulsión. Ellos seguían dominando pese a tener uno menos, y tuvieron dos jugadas para ponerse a ganar el partido. Hasta que, de a poco se tomó la pelota, y con un Liverpool replegado, se llevó el equipo adelante. Pero no se logró generar peligro ni con circuitos por banda, ni con pases filtrados, ni con pelotas quietas. Salvo una ocasión que se perdió Juan Ignacio Ramírez, que no sale de la mala racha, en donde tuvo un cabezazo a boca de jarro que no pudo concretar. Y así se fue el partido. Sobre el final, el rival se quedó con nueve jugadores, pero cuando restaban segundos para terminar.
Si no se gana afuera, será muy difícil. Si comparamos partidos anteriores contra este mismo equipo y en esta misma cancha, podemos decir que se mejoró el rendimiento. Pero no alcanza, y se está muy lejos de ser el equipo que todos los hinchas pretendemos. Se añoran las épocas en las que cuando las cosas no salían desde lo futbolístico, se ganaban desde lo anímico. No hay circuitos por banda, no hay juego asociado por el centro. En juego aéreo defensivo sufrimos y en ataque no generamos peligro ninguno. Ni hablar de pelotas quietas al borde del área, en donde hace más de cuatro años que no hacemos un gol de tiro libre. Increíble en un club como Nacional. Poco, muy poco si queremos seguir peleando arriba. Este domingo había que ganar como sea para descontar y arrimarnos en la Anual, y empezar arriba el Clausura, pero volvimos a fallar, una vez más. Habrá que mejorar lo futbolístico, lo físico, lo anímico y también, y por qué no, la suerte. Porque la verdad es que venimos en una racha negativa impresionante con lesiones, y malos resultados. Ojalá que Álvaro Gutiérrez le encuentre la vuelta, ojalá que los lesionados se recuperen rápido y ojalá que se pueda dar vuelta la pisada. Es urgente.
¡Arriba Nacional!
Diego Ávalo
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