“El Porteño” es el co-denunciante -junto a Monse- de un confuso episodio que terminara con un herido de bala según argumentan estos hinchas tricolores.
En ocasión del partido de vuelta por Copa Libertadores del pasado miércoles 26 de marzo y producto de la brutal represión policial generada tras el no acatamiento por un grupo de hinchas de la orden de permanecer en el interior del estadio, se registró un hecho –presenciado por algunos hinchas que estaban en medio del enfrentamiento- que motivó una denuncia policial.
Como ya informamos en nuestro sitio, un efectivo de la Guardia Republicana habría baleado con una pistola 9mm a un joven desarmado, dentro del Estadio Centenario. La denuncia fue efectuada por dos integrantes de la hinchada tricolor en «Zona 2», ubicada al lado de la Comisaría 14, en el Parque Rivera.
En momentos que entrevistábamos a una de las denunciantes, el otro autor de la misma se encontraba en el juzgado de la calle Bartolomé Mitre, declarando ante el juez y aprontándose a realizar el reconocimiento del guardia acusado.
Una semana después, logramos hablar con “el Porteño”, quien, en principio compartió con nosotros lo que presenció en aquella noche lamentable: “yo estaba al lado del “botón” y vi cómo, con autorización de otro de mayor rango -por lo que recuerdo tenía tres líneas en su insignia-, sacó el arma y tiró. El disparo le dio en el pecho al botija, que cayó al piso después del impacto. El que efectuó el disparo se percató de que yo lo estaba mirando, bajó las escaleras y desapareció” comenzó diciendo nuestro entrevistado, y agregó que “vi que arrastraron al baleado hasta un rincón y después lo bajaron por las escaleras”.
“El Porteño” creyó oportuno aclara que “quien efectuó el disparo fue un guardia de la Republicana, no un oficial común como andan diciendo. Yo sé lo que vi. Además fui yo el que levantó el casquillo de la bala”
Al ser un testigo presencial fue citado para realizar un “espejo” (reconocimiento a través de un vidrio espejado que impide la visualización del testigo) con los guardias destinados a ese operativo. “El Porteño” nos contó que “a consecuencia de la denuncia me citaron a declarar el martes pasado para hacer el reconocimiento y tuve que volver el viernes. En ninguna de las dos ocasiones estuvo presente el que disparó”. No solo eso sino que, según el denunciante “en un momento se me acercó un oficial y me dijo «no abras la boca si sabés quién fue».
“El Porteño” asegura no tener miedo ninguno a represalias y afirma que “si lo llego a ver en un operativo el día de mañana lo voy a señalar y acusar con algún guardia policial de Nacional, que siempre alguno hay”.
La amenaza era previsible, así como el corporativismo de la fuerza policial. Es una de esas situaciones muy difíciles de destrabar. Ya vendrán quienes -con todo derecho- reclamarán «ir hasta las últimas consecuencias», una tarea que tememos casi perdida de antemano. Ojalá que estemos equivocados.
Ernesto Flores
decano.com
Foto: elpais.com.uy
Nota anterior relacionada: «Tire, tiene orden»
En medio de los trascendidos que ganaron las redes sociales que hablaban sobre un baleado en el Centenario nos llamamos a silencio para no amplificar rumores. Hoy tenemos algo que informar.
Informar requiere de una extrema responsabilidad, máxime cuando lo expuesto es grave. Gravísimo. No es lo mismo equivocarse en la alineación del equipo que dar por ciertos rumores de un herido de bala a manos de la Policía. Comentarios hubo muchos, tal vez demasiados, certezas, pocas.
Algo que sí es cierto es la existencia de una denuncia contra la Policía por un disparo, con una bala de 9 mm., sobre un hincha de Nacional desarmado. Hablamos con una de las denunciantes.
“Monse” es una hincha de Nacional, socia desde hace cuarenta años –los mismos que tiene de edad- e integrada a la barra tricolor desde hace veintiocho . “Monse” creció en Nacional porque su madre era funcionaria del club. Ama a Nacional de tal manera, que no dudó en realizar una denuncia penal tras ser testigo de un hecho delictivo contra un hincha del club, protagonizado por un policía, la triste noche del partido contra Newell´s.
Hablamos con ella el pasado martes, sobre las 14 hs, en momentos en que su co-denunciante se encontraba en «espejo» (reconocimiento a través de un vidrio espejado que impide la visualización del testigo) con los treinta policías que realizaron el operativo. Según nos indicó la propia “Monse” “en este momento está en juzgado, en la calle Bartolomé Mitre, haciendo el reconocimiento de quien efectuó el disparo”.
Un muerto que no fue tal, la marcha atrás de la Policía y la Jueza. El silencio de todos, quienes deberían hablar porque son custodios de nuestra seguridad y quienes no pueden sin pruebas, pero algo tenemos. Un hecho. Una denuncia. No es poca cosa para empezar a investigar.
¿Qué fue lo que viste?
“En el torbellino, nos subieron a palos por la escalera” dice, mientras nos muestras las marcas que aún no desaparecen de sus piernas, y continúa “al llegar al descanso, al lado del baño, era una batalla. Seguía subiendo gente toda golpeada y, entre los empujones, quedo casi contra la escalera. Me doy vuelta y siento que un policía dice «Tire, tiene orden» y lo veo que saca el fierro y lo apunta al pibe, a unos tres o cuatro metros de distancia. Saca, le apunta y le tira. En ese momento pensé que estaba muerto, porque mi impresión era que le había disparado en el pecho. Aparte la remera se le tiñó enseguida de sangre. Cayó y enseguida -no me olvido más de la cara- se le dieron vuelta los ojos y se le opacaron. El policía descerrajó tres tiros más, en dirección al tumulto de gente pero apuntando hacia arriba, no al grupo. De todos modos fue un riesgo porque si había alguien más alto o uno que bajara la escalera, le abre la cabeza de una. Unos minutos más tarde sentí un palazo en la nuca, caigo y después no vi más nada”.
“Me contaron que hubo quien intentó levantar al herido y la policía lo impidió. Vieron como lo llevaban escaleras abajo, agarrado de un tobillo y la cabeza rebotando contra los escalones”.
¿Qué hiciste ante esto?
“A pesar de todas las dificultades que se presentaron a la salida, palos, provocaciones y otras agresiones, logré zafar y llegué a la sede, donde coincido con el otro botija que presentó la denuncia conjuntamente conmigo, que me dice «Monse, ¿viste cómo le pegaron el tiro? Yo estaba al lado. Levanté el casquillo, lo tengo acá» Enseguida le dije «tenemos que hacer la denuncia».
Hablamos con un guardia de seguridad del club -que es funcionario policial- y nos animó a hacer la denuncia también. Él mismo llamó un móvil que nos trasladó a «Zona 2», al lado de la Comisaría 14, en el Parque Rivera. Ahí contamos todo lo sucedido, dejamos constancia de denuncia y entregamos el casquillo. Mientras estábamos en este trámite nos contactaron dos gurisitos que alegaron que habían encontrado una bala dentro de la tribuna”.
Un hecho que parece simple –denunciar un atropello- pero que requiere de un valor que no todos tenemos. La impotencia ante un acto extremadamente injusto pudo más que el temor a las represalias. Por esta valiente actitud de dos bolsilludos, tal vez le genere alguna complicación a la inmaculada policía que pretende presentarnos el Subsecretario del Interior, Jorge Vázquez.
Otras perlitas
Hasta aquí lo comprobable. La denuncia existe y en la conversación sostenida con ella, surgen otros comentarios, no denunciados ni comprobables tal vez, pero que, tras lo expuesto, merecen atención.
“En el baño había solo mujeres y niños y los sacaron a palazos para afuera. Le pegaron a personas mayores. Parecía una guerra”.
“Otra de las cosas que vi fue cuando le pegaban a una embarazada -que aparentemente perdió al bebé- ayer vino un muchacho que dijo ser amigo de esta chica y comentó que estaba internada y había perdido el embarazo. No conté los golpes que le dieron, pero fueron muchos, al grito de «te vamos a sacar ese bastardo por la boca»”.
“Dicen que le quebraron la pierna a palazos a un niño de ocho años. Hablamos con una señora que se presentó como la madre que nos manifestó que iba a hacer la denuncia. El niño estaba internado en el Clínicas y la denuncia la iba a ratificar en la seccional novena”.
“Ya hemos tenido problemas con esta misma guardia. Nos pegaron en el Cerro y ellos fueron los mismos que se metieron acá en la sede después del partido contra Danubio”.
“La diferencia entre el procedimiento del pasado sábado en el Franzini y los que estamos acostumbrados a sufrir es enorme. La policía que actuó en la cancha de Defensor Sporting es educada”.
“Monse” no se la va de santa y reconoce que “hubo responsabilidad nuestra también en los incidentes del otro día contra Newell´s, pero no era para llegar a esos extremos, no fue un enfrentamiento con gente de la barra como quieren hacer notar. Las denuncias que están hechas no son de integrantes de la banda y la gran mayoría de los procesados tampoco. Los botijas de la barra estaban adentro con los bombos cuando se desencadenó todo. Algunos de nosotros, cuando nos percatamos que había hinchas que iban hacia la escalera para intentar salir dijimos «vamos a bajar para contener a esta gente porque si no los botones se van a hacer los vivos». Hicimos una cadena de contención, de espalda a la policía y los guardias empezaron a insultar «Qué se hacen los valientes, putos, si corren como señoritas». Insisto, no fueron ellos los que provocaron y enfrentaron. Le echaron la culpa porque es el descanso total, porque les encanta”.
Rumores hay varios, incluso alguno que sitúa al herido internado en el Hospital Policial. No lo podemos confirmar, pero sí podemos afirmar que lo expuesto por “Monse” está respaldado en un documento asentado en Zona 2, ahí al lado de la Comisaría 14 en el Parque Rivera, lugar al que también llegó un casquillo de una 9 mm. No es poca cosa.
Ernesto Flores
decano.com
COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO:
UNITE A NUESTRA COMUNIDAD
Seguinos en nuestras redes sociales y enterate de toda la actualidad del decano del fútbol uruguayo
REDES SOCIALES
SUSCRIBITE A NUESTRA NEWSLETTER
No te pierdas ninguna novedad del decano