El sol abriga las calles alrededor del Parque.

Unos 70 escalones son los que debo subir y también bajar para llegar a mi lugar.

Ya pasan 15 minutos de las 3 de la tarde.  3 goles de la tercera.  3 serán los homenajeados. 3 generaciones. 3 historias de vida en 3 colores…
 

El reencuentro con los conocidos de tribuna se va repitiendo a mí alrededor, mientras, en la cancha padre e hijo levantan los brazos saludando donde un poco después  llegarán los vacilantes pasos  de Ciengramos… 3 goles de hace 56 años que son revividos hoy. 
 

Mucha expectativa que se va transformando en ansiedad  después de 76 días sin ver por un partido oficial al Bolso.  76 días que fueron desgranándose entre especulaciones varias.
 

Estas 1824 horas entre el final y el inicio terminarían ahora, dentro de pocos minutos, parados  11 contra 11 y 1 pelota en el medio.
 

Un número 11 en la espalda era el más cuestionado de todos. Mucho se habló, se prejuzgó y se pensó. El momento de la verdad era ya.
 

1,2 y 3 el número de nuestras butacas. Una vez hablamos  de cambiarlas por un lugar distinto, hasta que nos dimos cuenta que cada reencuentro con cada partido en ese pequeño espacio que nos pertenece, era eso… pertenencia.  Nuestro vecino de adelante y el de la derecha nos reciben calurosamente… Pertenencia.

22 jugadores en la cancha. Miles de hinchas en la tribuna, 3 colores que se levantan como pintados  desde las manos de la Atilio. Agradezco estar aquí arriba para verlo. 1 minuto para empezar el partido.  A 60 segundos de escribirse una nueva historia.
 

43 minutos después de este pitazo 1 grito de gol. El destino quiso que fuera el cuestionado 11. ¿El destino?…Se abraza con el 24, llega el 16 y llegan todos. 2 brazos al cielo míos que se multiplican por miles.   “Por fin” dice mi hija. Sí, más de 4500 minutos desde el último gol. Mucho tiempo…
 

15 minutos, 1 cigarro, 1 café.
 

El tiempo se hace más lento en el segundo,  y el partido cae en una especie de monotonía, el 20 y el 23 entran ahora. El 11 sale aplaudido. Aplaude a las 4 tribunas. 1 gol y una actuación que por ahora disipan muchas  nubes de especulaciones bajo el sol de la tarde.  El 19 se va, pero no por otro. Con 10 lo que queda del tiempo. El 5 por el 24. Justifica 1 chicle nuevo para no fumar  y esperar no complicarnos la vida en los últimos 5 minutos.
 

49 minutos después de mi café suena el silbato final. 1 solo canto desde las tribunas. 10 en el medio aplaudiendo. Aplausos desde las 4.
 

Unos 70 escalones son los que debemos subir y también bajar para irnos de nuestro lugar. 1 mirada hacia atrás. 1 lugar único en el mundo…
 

Pasó el primer examen.  El partido y el rendimiento probablemente no pasaron  de un  5. “Puede y debe mejorar”  diría una calificación de antaño.
 

La fiesta un 10. Como siempre.
 

Cecilia810

Publicado originalmente el 19 de agosto del 2013

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