Nacional ganó de principio a fin una de las tres finales que le quedan en este Apertura y llegó a la cima de la tabla en solitario.

Con efectividad. El Decano saltó al campo a jugar una de las tres finales que le quedan en este Torneo Apertura con una figura táctica de 4-4-1-1. El partido comenzó de la mejor manera. Cuando todavía no se notaba una superioridad por parte de ninguno de los dos equipos, el goleador Gonzalo Bergessio la mandó a guardar en un centro bien ejecutado por el Chory desde la zurda. Era la primera clara que teníamos y la efectividad del capitán hizo que nos pusiéramos en ventaja. A partir de allí el Tricolor se replegó en cancha y dio la posesión del esférico al conjunto de Liverpool, que si bien no tenían precisión en la última zona de nuestra zaga, rondaban el área con peligro. Esto se dio porque Nacional no lograba cortar los avances del equipo rival en el centro del campo. Por el contrario, en la mayoría de las veces los embates rivales eran desactivados por la zaga que nuevamente cumplió una muy buena manera. A nuestro entender sigue faltando coordinación para presionar en conjunto. Se  ven esfuerzos individuales intentando robar los balones pero sin respaldo de los compañeros. Esto hace que el jugador que sale en solitario facilmente quede eliminado del juego con uno o dos toques. Luego sale otro a hacer lo mismo y así van quedando jugadores por el camino. Si no se intenta robar de manera conjunta y cubriendo todas las posibles opciones de pases y circuitos es muy difícil apoderarse del balón. Y sucede lo que a nustro entender ocurre seguido: los rivales saltean con facilidad la zona media de nuestro equipo y generalmente terminan las jugadas en el área. Nos salva en muchas ocasiones la falta de jerarquía de los rivales y la mejor de los nuestros en ataque y defensa. Es un aspecto que venimos viendo desde hace tiempo. Se mejora cuando Claudio Yacob está acompañado por dos volantes a sus costados jugando de tapón ya que hay menos espacios y naturalmente los rivales encuentran menos opciones para avanzar. 

Repetido. El segundo tiempo tuvo una tónica similar al final del primero: la pelota la tenía Liverpool y lograba llegar hasta las cercanías del arco aunque sin efectividad. El Bolso intentaba salir de contragolpe, pero cuando la robaba estaba tan lejos del arco rival que casi nunca pudimos sorprender en velocidad. Cuando parecía que se complicaba por el descuento del conjunto de Belvedere, llegó una gran jugada colectiva y un golazo de Santi Rodríguez para sacar nuevamente dos goles de ventaja y la tranquilidad para afrontar los minutos finales. Asi fúe que finalizó el encuentro. 

Mejorar en la marca. Algo que ya hemos comentado ha sido el tema de la marca y el robo de balones. en nuestra opinión, cuando se juega con dos volantes estamos pasando problemas defensivos. Este sábado Liverpool no tuvo precisión ni peso en el área, y además los dos zagueros centrales jugaron un partidazo. Pero no puede ser que siempre los equipos que nos enfrentan encuentren espacios a espaldas de los volantes y por las bandas para terminar las jugadas en el área. Algo está fallando y para nosotros es la coordinación y la marca que no se realiza en forma conjunta. Se sale a presionar de manera individual y sin respaldo y eso hace que con uno o dos toques se los deje fuera de combate. Si no se presiona coordinadamente es muy fácil pasar la marca que se plantea. Ojalá se pueda mejorar en este aspecto que estaría faltando para lograr ser un gran equipo, ya que la línea final está teniendo un buen momento y en ataque se está generando y llegando al gol permanentemente. Pero lo importante es que se ganó una de las tres finales que quedaban, se sacaron dos puntos de ventaja y estamos a dos partidos de lograr el primer objetivo del año en lo local. 

¡Arriba Nacional siempre!

Diego Ávalo
decano

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