El Decano consiguió el triunfo en el final del partido, lo que le permite seguir prendido en la pelea del Apertura.
Algo mejor. El primer partido en el Apertura de Pablo Peirano tenía la incógnita de cómo sería la alineación y la estrategia del encuentro. En cuanto al primer aspecto no hubo mayores sorpresas, hubo línea de cuatro con los nombres habituales, los tres mediocampistas fueron los que venían jugando y, quizás la mayor novedad fue en ataque, en donde ingresaron Nico López, Rómulo Otero y Eduardo Vargas.
En cuanto a la estrategia, se vio un equipo mucho menos estirado y más compacto. A la hora de recuperar el balón se lo vio más coordinado y con dinámica, permitiendo que rápidamente se consiguiera la pelota después de perderla. A la hora de jugar se vio un equipo más directo, arriesgando con pases entrelíneas para los «enlaces», y buscando triangular sobre todo por el medio, tratando de utilizar las bandas con sorpresa y no con jugadores posicionales. Si bien las intenciones se notaron, un poco por la imprecisión y otro poco por la individualidad de algunos jugadores mal utilizada, no permitieron que hubiera jugadas claras de gol. La primera mitad se fue sin goles.
Se ganó en el final. La segunda mitad del encuentro mantuvo la tónica del primero: Nacional tenía la pelota y buscaba más que nada por el centro de la cancha, pero no podía generar peligro. Hasta que vinieron las modificaciones que terminaron de volcar el equipo al ataque, sumado al desgaste que hizo Danubio, intentando presionar todo el encuentro y que sobre el final se notó.
El ingreso de Lucas Villalba ampliando la cancha, metiendo centros muy punzantes y peligrosos, sumado a la entrega de Gonzalo Petit, le dieron aire de renovación al equipo y acompañaron a un Recoba que seguía empujando y jugando. Y no es casualidad que la apertura del marcador viniera en combinación de dos de esos jugadores: desborde de Lucas y gol de Jeremía que le ganó a su marcador y puso el tanto para dar tranquilidad al equipo.
Después vino el segundo, de penal del Diente que esperemos le dé mayor tranquilidad y serenidad para decidir, ya que hasta ahora es el mayor problema que está teniendo. Su búsqueda permanente de convertir, hace que sea demasiado individualista y que decida mal las jugadas y se pierdan incluso chances claras de gol teniendo superioridad numérica sobre el rival, o perdiendo el balón en ataque.
Merecida e importantísima victoria. La victoria en nuestra casa se tornaba impostergable. Primero lo que se viene arrastrando en juego y en resultados y también para poder seguir peleando el Apertura y manteniendo distancia en la Anual con los que nos persiguen. Y después, porque era el primer partido en el Apertura del nuevo cuerpo técnico y siempre es bueno comenzar ganando.
Ojalá sea el punto de partida de un ciclo positivo que nos permita hilvanar una serie de victorias consecutivas para llegar al final del semestre con chances reales de ganar el primer torneo del año.
¡Arriba Nacional!
Diego Ávalo
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