Nacional me hizo llorar una vez más, esta vez, la “culpa” fue del Peta, el eterno capitán.

Como todos los días entré a ducharme con la cantora encendida. Hoy, la mala nueva me la daba Federico Buysán en la 890. Por más que fuera esperado, una profunda tristeza me invadió, es que el Peta no fue uno más en nuestra historia.

Desde hace meses, una foto suya junto a Víctor Espárrago visten mi perfil de Twitter. No fue casualidad la elección, quería esa imagen. Primero en homenaje al gran capitán del 71 y en segundo lugar porque soñaba con el regreso al club de Víctor Espárrago.

Nunca vi jugar al Peta o al menos no lo recuerdo. Sin embargo, su imagen levantando la Copa Libertadores de 1971 es uno de los momentos que quedaron para siempre en el recuerdo de todos los Bolsos. Es imposible no contemplar esa imagen y no emocionarse a la vez que agradecer. Esa foto eternizó el momento del retorno de Nacional a los grandes triunfos internacionales que nos estaban siendo esquivos. El Peta fue el gran capitán de uno de los mejores equipos de Nacional en toda su historia.

Como si esto no alcanzara, su amor por Nacional fue inmenso. Todos quienes lo conocieron atestiguarán sobre ello. Anécdotas muchísimas, pero basta recordar que siendo funcionario del club no permitía que trabajador alguno utilizase herramientas con los colores negro y amarillo. Nadie podía pisar tierra sagrada con eso colores, el Peta era el guardián de que ello no ocurriese.

En estos momentos viene a mi memoria una anécdota del Pulpa Echamendi, su DT en aquel equipo inolvidable. En un entretiempo el Pulpa le dijo al Peta que ya no era el mismo, que había atropellado tres veces a su jugador y sin embargo este “aún respiraba”. En el complemento el Peta herido en su orgullo fue con todo a una pelota, desparramó pelota, jugador y este no volvió al juego. Eran otros tiempos, eran horas para el Peta.

Hace muchos años –más de los que quisiera– tuve oportunidad de conocerlo. Fue en un verano en una visita al balneario Santa Lucía del Este. Allí tenía su casa el Peta y el padrino de un amigo del alma me dijo: “Vení, te quiero presentar a alguien…” Fue la primera vez que podía hablar con un Prócer de nuestra historia, mano a mano. Yo le preguntaba por aquel equipo del 71, de Nacional, de sus compañeros. Él con una profunda humildad respondía y desmitificaba hechos y logros a la vez que me preguntaba por mis estudios.

Para el equipo de decano.com quedará para siempre como cuenta pendiente una entrevista que nunca le pudimos hacer, un mínimo homenaje en vida que ya no podrá ser. Lo lamentamos profundamente.

¡Gracias eternas Peta! ¡Hasta siempre Capitán!

Alejandro Luzardo


El martillo del Peta

En la década de los ´80s trabajaba en una empresa dedicada a la amplificación de espectáculos. Fue una década plagada de recitales de lo que se llamó «canto popular».

Hubo un momento en que no pasaban dos días sin alguna presentación en casi cualquier barrio, sala o cancha de básket. Por supuesto, el Gran Parque Central también recibió un día la invasión de parlantes, micrófonos, andamios, cables y amplificadores. En nuestra valija de herramientas era fácil encontrar cinta aisladora, pinzas, destornilladores de pala- de todas las medidas – philips, llaves allen, tester y varios etcéteras, pero al no ser una herramienta de uso corriente en nuestro montaje del audio, en general no llevábamos martillo.

En pleno armado de la amplificación para el evento en el Parque surge, no recuerdo por qué, la necesidad de utilizar un martillo. Se lo solicito a un funcionario que andaba en la vuelta y se compromete a conseguirme uno.

Al rato, como extraída del tiempo, una escena se repite ante mis ojos. Lo veo avanzar, con el mismo tranco firme de otrora, el ceño fruncido, avanza con decisión, como antes, como siempre.Esta vez, él no lleva los «cortos» ni yo estoy en la tribuna, pero juro que me vinieron ganas de alentarlo igual que mientras esperaba el trancazo, seguro que en la pelota dividida llevaba las de ganar.

El enorme capitán, el gran Peta Ubiña,a la sazón Intendente del Parque, se me acerca y me dice «tome, después me lo deja por ahí».

Soy un tipo incapaz de quedarse con un botón que no sea suyo, pero, desde ése día, el martillo del Peta…descansa en mi casa.

voldemort


Hasta siempre Peta, gracias por todo lo que diste para que seamos todos los días más grandes. Perdón por haberte fallado en reconocimiento, ni el Club, ni muchos hinchas supieron estar a la altura de lo que te merecías.

No podías terminar así. Después nos llenamos la boca diciendo que hay que ayudar a los ídolos, que somos distintos, el Cococho, el Peta varios terminaron con apremios económicos y poco apoyo. Me hago cargo, de que nunca aporté por los veteranos de Nacional.

Ojalá, como hay una casa para formar jóvenes, hubiera una para guardar a las viejas glorias. Día muy triste, porque se fue, y como se fue, y todavía enredado con el mamarracho del Pato Celeste que recibe un premio. El mundo del revés, las glorias se van pasándola mal y este fantasma recibe premios y hace visitas oficiales con la plata de todos. Mucha bronca, ojalá el Peta deje, aparte de su ejemplo de vida, una reflexión para todos, en la que podamos canalizar el apoyo a los «abuelos» del club. Mucha bronca, y esto no es un reto para nadie, es personal.

nicosantiago

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