Se volvió a ganar un partido agónico, preocupa la inestabilidad defensiva y se celebra la lucha hasta el final.

Sin luces

El equipo formó con los mismos once que ante Fénix, salvo por la entrada de Sergio Rochet en lugar de Martín Rodríguez. Al principio costó tomar el protagonismo del partido. La circulación de pelota era muy lenta y los zagueros no encontraban línea de pase que rompa líneas. Diego ‘Torito’ Rodríguez se hizo eje de la mitad de la cancha y fue el encargado de distribuir de un lado a otro el balón. Se intentó mucho más por el lado derecho, con Brian Ocampo y Armando Méndez.

Si bien Nacional tenía la pelota e intentaba ser profundo, no lo conseguía. A los 20 minutos, Alfonso Trezza se inventó un golazo, un disparo con tremenda comba que era inatajable para cualquier golero. Por más que el resultado fuera positivo, los problemas defensivos eran evidentes. Boston River llegaba con mucha facilidad al último tramo de la cancha ante la pasividad de la defensa. A los 30’, tras un error de Nico Marichal y Sergio Rochet, el rival iguala en el marcador.

Nacional mejoró los últimos minutos de la primera etapa, pero las jugadas eran muy forzadas. Preocupados por el empate y la inestabilidad defensiva.

Misma tonalidad

El segundo tiempo tuvo similares características. El equipo quería avanzar mediante asociaciones, pero no encontraba el camino para ser peligroso después de ¾ de cancha. A medida que iban pasando los minutos, y con el empuje de la gente, Nacional comenzó a apostar a un ataque más directo. Se empezó a buscar más a Bergessio por arriba y a Ocampo en largo, así como la subida de los laterales y el desdoble con los extremos.

Aparecieron los cambios y fueron muy positivos. Le dieron otra dinámica e intensidad al equipo. Santiago Ramírez ingresó a los 59’ y a los 66’ anotó el 2-1 con un golazo desde la media luna del área. Leandro Fernández entró algo impreciso, pero dio algo diferente en el ataque. A los 74’, tras otro error defensivo en una pelota quieta, el rival empató. A partir de ahí, Boston River circulaba la pelota con facilidad y Nacional no llegaba a presionar a tiempo. Minutos difíciles.  

Pero la hinchada se venía abajo y los jugadores sintieron ese apoyo. Sin claras ideas, pero con una mejor actitud, buscamos por distintas vías esa jugada decisiva que nos de la victoria. Tras una buena sumatoria de pases por dentro, y un busca pie que recorrió toda el área chica, Lea Fernández marcó el tanto agónico del 3-2. Respiro.

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