La ilusión se rompió y habrá que volver a empezar, porque siempre hay revancha, y en Nacional nadie baja los brazos.
Al momento de escribir esta nota, nos estamos enterando que Juan Izquierdo esta internado en situacion delicada, por lo cual, lo primero es el deseo de pronta recuperacion para el zaguero tricolor.
A pesar del momento, vamos a intentar analizar lo que ocurrió.
Replegados. El Bolso saltó al Morumbí con el mismo equipo que acá en el Gran Parque Central, pero lo hizo con un 4-1-4-1 y algo replegados en el campo. San Pablo tenía la iniciativa y la pelota y Nacional buscaba salir de contragolpe. Y comenzó de buena manera. El equipo brasilero no encontraba espacios y el Tricolor logró llegar al fondo sobre todo por derecha, en al menos dos ocasiones. Pero el partido tuvo un giro cuando San Pablo logra el primer tanto del partido. En una buena jugada filtrada con el 9, descarga atrás al volante que llega de frente sin marca de ningún jugador de Nacional y este define de excelente manera. Los minutos siguientes fueron complicados porque el conjunto brasilero se fue con todo arriba y se pasaron momentos de nerviosismo en el fondo. Pero de a poco se logró recompener líneas y adelantarse un poco pero sin ninguna profundidad.
A presionar arriba. La segunda mitad comenzó con Nacional yendo a presionar arriba y dos modificaciones. Juan Izquierdo por Sebastián Coates que salió lesionado, y Mauricio Pereyra por Alexis Castro. Pero a los muy poquitos minutos y en la segunda jugada clara de gol del rival, vino el segundo gol que puso cuesta arriba el partido. Un buen centro, el zaguero Izquierdo que llega tarde y a buscarla adentro. A partir de allí el Bolso comenzó a tener más la pelota, se adelantó en el campo, y comenzó a generar algo de peligro sobre el arco rival. Y vinieron al menos tres o cuatro jugadas clarísimas de gol, pero la mala puntería, o la mala definición no permitieron que se concretaran en el tanteador. Y a este nivel eso se paga caro.
Afuera de todo. Lo que más duele es haber remado y haber quedado en la orilla de algo que pudo ser histórico, como podía haber sido jugar el primer mundial de clubes. Pero esa posibilidad no se perdió hoy. Se perdió en Paraguay ante el conjunto de Libertad cuando no se encaró el encuentro con la importancia de lo que representaba. Ese partido era la final del mundo para nosotros. Y sin embargo los mejores jugadores no estuvieron por hacerse amonestar para limpiar las amarillas. Se comenzó ganando pero se jugó como si fuera un partido más, cuando era una final. La otra conclusión es que hoy faltaron esos jugadores que cuando tienen una jugada de gol la mandan adentro. Y los que hay, como el Diente López, llegaron tarde y sin forma futbolística.
Si vamos a revisar las jugadas de gol para ambos equipos, casi no hay diferencias en cantidad y calidad. La diferencia está en la jerarquía del rival que las primeras que tuvo las mandó adentro. Mucho para pensar, mucho para mejorar, y el dolor de haber quedado affuera de todo.
Hoy más que nunca, ¡Arriba Nacional, siempre!
Diego Ávalo
decano
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