Padre e hijo son parte de Nacional. Así los siente el hincha y se reconocen ellos.
Gustavo Bueno no deja de asombrarme y enorgullecerme. Saber que en el club contamos con un profesional, que a su capacidad, le agrega el plus de hincha-hincha, es un motivo de tranquilidad. Cuando me dio el número de teléfono de Gonzalo, me comentó –a propósito de tres de las cifras que componen el número- “¿Viste qué tres numeritos? Números ligados a la gran historia tricolor. ¡Lindo número de teléfono!”. Nada más para agregar.
Gustavo
Quedamos en conversar entre las 20 y las 24 de Rusia, el momento en que les quedaba más cómodo a ellos. Al comienzo tuvimos varios inconvenientes con la comunicación, hasta que finalmente logramos enganchar y pudimos tener un diálogo fluido. Lo primero era saber cómo se encontraban y de qué manera se las estaban arreglando con el idioma, el clima y las comidas. Gustavo comentó que estaban “adaptándose de a poco y acostumbrándose a todo esto nuevo”. Sobre el clima observó que“el invierno es similar a Uruguay, porque la ciudad se encuentras bien al sur de Rusia” y, en lo que refiere a la comida, manifestó que “es igual que allá. Compramos en los supermercados y cocinamos en casa o vamos a los restorán, donde podés ordenar como si estuvieras en Montevideo”.
El mayor obstáculo, es el idioma, aunque según Gustavo “después que aprendés las letras, hay muchísimas palabras que son increíblemente iguales a las nuestras. En los restoranes me manejo y conozco varias palabras sueltas”.
Pierde el pelo pero no las mañas
Me intrigaba saber cómo era un día habitual de Gustavo Bueno en Kuban. Cómo se las arreglaba para estar alejado de su gran pasión, el fútbol. Ciertamente, no está desconectado para nada, ya que “voy a ver todos los entrenamientos porque me interesa como profesional. No para ver a Gonzalo sino para observar cómo se trabaja. Cuando llegué me comuniqué con algunos dirigentes para solicitar autorización. El técnico y el preparador físico son muy bien. Me dejan estar al costado de la cancha y saco apuntes“ explicó el entrenador.
Sobredosis de TV
En los ratos libres sale a recorrer la ciudad o se distrae con la televisión.“En la tv tenemos algunos canales uruguayos, argentinos, Fox, ESPN. Prendemos la tele y es como si estuviéramos en Uruguay”.
Internet sirve para estar conectado con la familia y también, según afirma “para seguir a Nacional, por supuesto. En horas impropias incluso. El partido contra El Tanque, que fue como a las 3:30 de la madrugada, nos tenía alentando frente al televisor y gritando como locos el gol de Iván. De Nacional no se nos pasa una. Las tenemos todas”.
Pero no solo sigue al Primero. Gustavo es hombre de formativas y nos advierte que “estoy al tanto de todas las formativas. Terminan los partidos e inmediatamente llamo a Jorge Barrios, al Profe Moreno, a Gabriel Gutiérrez y a Álvaro. Sigo a la Tercera que también viene primera. No es porque esté hablando contigo, pero no hay un día que no me meta con Gonzalo a mirar Decano.com y el sitio oficial del club”.
Kuban. El río, la ciudad, el club
Sobre Kuban, Gustavo indicó que “es muy parecida a Montevideo, tiene un millón y medio de habitantes y es muy pintoresca. El río Kuban es el que le da el nombre a la ciudad y la atraviesa. Es una ciudad tranquila”.
Por boca de Gustavo Bueno nos enteramos de la actualidad del club en el que milita Gonzalo. “Es un cuadro de mitad de tabla que por primera vez en su historia clasificó a una copa internacional. Hace unos días echaron al entrenador que había pedido a Gonzalo y entró en funciones el rumano Dorinel Munteanu” .
Sobre Gonzalo, señaló que “ya jugó como titular contra el Valencia acá. Perdieron 2 a 0 pero a él le sirvió como experiencia. Para un recién llegado como él, con apenas 20 años, estar jugando partidos de Europa League es importante. Se va adaptando. Cuesta un poco, los entrenamientos son diferentes, la exigencia. Lo va llevando bien y teniendo minutos, que es lo que él quería, poder llegar a un equipo en el que lo tuvieran en cuenta”.
El corazón al sur
Para cerrar la conversación con el “Zorro”, le preguntamos qué es lo que está deseando hacer cuando llegue a Montevideo. Sin dudarlo reconoció que está “deseando reencontrarme con el resto de la familia e ir a ver a Nacional, si tenemos la suerte de que todavía se esté jugando el campeonato. Poder ir a Los Céspedes o a la cancha que sea a ver los juveniles, volver al Parque o al Centenario a ver a Nacional, sería una alegría enorme”.
El campeonato ruso termina el 6 de diciembre, pero el Kuban’ Krasnodar está participando de la Europa League y juega su último partido el 12 contra Valencia en España. Después de este encuentro los Bueno estarían viajando hacia Uruguay, a donde arribarían el 13 de diciembre. Esperemos que se les dé la oportunidad de ver al Bolso.
Gonzalo
Curiosamente nunca antes había hablado con Gonzalo. La oportunidad se dio ahora, cuando nos separan casi once mil kms. Mis primeros intentos no fueron exitosos. Nadie respondía del otro lado de la línea. Sabía, por boca de su padre, que el “Zorrito” había salido a cenar con su novia. Se acercaba la medianoche rusa, ya había casi desistido,cuando recibo un sms de Gustavo “llámalo ahora”.
Después de la presentación, Gonzalo se disculpa y me aclara que “había dejado el celular cargando. Cuando llegué vi tus llamadas perdidas”. La primera pregunta es obvia. Me intereso por su situación en general. “Al principio cuesta, por el tema del idioma” me dice y aclara que “ahora consiguieron traductor para los que somos de habla hispana. De todos modos te arreglás mirando y siguiendo lo que hacen los otros, pero con el traductor es mucho más fácil. El cuerpo técnico actual tiene dos ayudantes que hablan español”.
Cambio de horario
Gonzalo agrega que “de a poco voy agarrando confianza” y comenta que “con el técnico anterior practicábamos de tarde. Ahora estamos entrenando tipo 10:30-11:00”. Sobre las diferencias entre los trabajos de entrenamiento con relación a Uruguay, Gonzalo reconoce que “es más intenso en algunos detalles” y coincide con su padre en que “los lugares de entrenamiento son muy buenos. Las comodidades que tenemos aquí son similares a las del resto de Europa”.
Tiempo de correr
El “Zorrito” ya ha tenido participación en algunos partidos, pero no como puntero izquierdo, su posición habitual en Nacional. Su desempeño actual es “de media-punta por izquierda. Más como un volante por izquierda con llegada al fondo. Tengo una mayor ida y vuelta, no estaba acostumbrado a hacerlo en Uruguay, pero acá te piden mucho recorrido” confiesa.
“Futbolísticamente, con quien mejor me entiendo es con Dijibril Cissé. A pesar de que él habla muy poco español y yo apenas inglés, nos comunicamos con gestos. Cissé es un excelente jugador, es la figura del Kuban. Además me entiendo con los que hablan español, obviamente. Con éstos tenemos mayor confianza para decirnos las cosas en la cancha, pero el que siempre está jugando conmigo en los reducidos es Cissé y me conecté muy bien con él”.
Reencuentros
Mauricio Pereyra juega en el otro equipo de la ciudad, el Krasnodar. “Cuando vinimos, Mauricio vivía lejos del edificio en el que nos instalamos, pero ahora se mudó y estamos puerta de por medio. Solemos juntarnos a cenar”.
Mauricio y Gonzalo no son los únicos uruguayos que están en el fútbol ruso. Hay un tercero. Tricolor también. Facundo Píriz milita en el Terek Grozny y hace poco, en ocasión del enfrentamiento entre el Kuban y el Terek, Gonzalo se reencontró con su ex compañero. “Con Facundo estuve hablando largo rato cuando nos enfrentamos a Terek. Intercambiamos camisetas. Fue emocionante encontrarme con un compañero de Nacional con el que vivimos tantas cosas lindas” recuerda Gonzalo.
Unidos por la lengua
En un país extraño, con costumbres diferentes y un idioma que, en ocasiones se transforma en una barrera, hay que ingeniarse para que la nostalgia no se apodere de uno. “En los tiempos libres, vamos al shopping, salimos a comer. Hay muchos restoranes, en general luego del entrenamiento salimos a hacer compras y de noche cenamos afuera. Vamos a lo de Mauricio o nos juntamos con el español Ángel Dealbert y el costarricense Marcos Ureña. Al estar en otro país, uno extraña y por eso tenemos que juntarnos para distraernos”.
De tal palo…
Para finalizar, le hicimos a Gonzalo la misma pregunta que a su padre ¿Qué es lo que estás deseando hacer cuando llegues a Montevideo? La respuesta fue casi un calco de la de Gustavo “Ojalá se me de ver un partido de Nacional. Aparte de estar con la familia y amigos y poder disfrutar del verano. Pero es fundamental poder ver a Nacional”.
Cruce de agradecimientos
Gonzalo y Gustavo se mostraron muy agradecidos por la comunicación. Por mi parte, tengo la certeza de que quien más agradecido debe estar soy yo. Como hincha del Decano, no olvido todas las demostraciones de amor que esta familia ha hecho por el Club Nacional de Football. Puedo asegurar que en el pecho de Gustavo como en el de Gonzalo late un corazón en tres colores.
Ernesto Flores
decano.com
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