Nacional perdió un partido accesible, y lo peor de todo es que no se ve un plan de juego ni estrategia futbolística.
Sin estrategia. Nacional hizo modificaciones para enfrentar a Plaza Colonia, un rival accesible en la previa. El ‘Colo’ Ramírez ingresó en el once inicial, y Marcos Montiel al mediocampo también desde el vamos. Además, se modificó la figura táctica. Se jugó con un 4-4-2. El problema más allá de la figura, fue el plan de juego, la estrategia. Con dos extremos que la mayoría de las veces enganchan para el medio porque juegan a pierna cambiada, sin mediapunta que sea opción de pase al medio, sin juego asociado de los laterales por las bandas porque los extremos se vuelvan al centro de la cancha, las opciones de ataque se reducen al viejo y querido centro a la olla. Y así es muy difícil abrir defensas cerradas y ganar partidos. Ese fútbol de pase largo al área, por no decir pelotazo desde tres cuartas canchas, ya caducó hace años. Las pocas veces que se desbordó en base a impulsos personales más que a juego colectivo, se generaron jugadas claras de gol. Pero es más eso, algo más individual que juego asociado. El primer tiempo fue con dominio de pelota de Nacional de manera intrascendente, y con Plaza Colonia buscando la contra y generando peligro. Terminó 0 a 0.
Desnorteados. La segunda mitad comenzó igual que la primera, con Nacional teniendo la pelota, pero sin saber qué hacer con ella, y el local buscando lastimar de contraataque. Y en varias oportunidades logró su cometido. El primer gol vino luego de un córner, pero el segundo fue una clara muestra de ello. A partir del primer gol, Nacional fue un equipo totalmente desnorteado. Si bien Diego Zabala y Franco Fagúndez entraron mejor que los que estaban jugando, y lograron al menos hilvanar juego en ataque, el equipo quedó totalmente desbalanceado y expuesto. Y los cambios lo que hicieron fue acentuar esta falencia.
Hay que jugar al fútbol. El técnico no ha sabido hacerse entender o los jugadores no lo entendieron. Pero es notorio que este cuadro no tiene claro cómo jugar. Al no haber juego por bandas porque los extremos a pierna cambiada no tienen la característica del desborde. Al no haber tampoco juego por adentro porque no hay un armador por el centro. Solo queda el centro al área casi desde cualquier parte de la cancha como único argumento ofensivo. Y así es muy difícil en el fútbol de hoy en día ganar partidos ante defensas cerradas y que te tienen estudiado. Ojalá que Ricardo Zielinski logre modificar rotundamente lo expuesto en este inicio de temporada. La tarea es ardua y grande. Debe elegir una estrategia, una figura táctica para llevar adelante, y los jugadores adecuados para ambas cosas. Hasta ahora no se ha visto nada de eso en cancha. Que lo encuentre y rápido por el bien de Nacional.
Hoy más que nunca, ¡arriba el Bolso!
Diego Ávalo
COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO:


UNITE A NUESTRA COMUNIDAD
Seguinos en nuestras redes sociales y enterate de toda la actualidad del decano del fútbol uruguayo
REDES SOCIALES
SUSCRIBITE A NUESTRA NEWSLETTER
No te pierdas ninguna novedad del decano