La mejoría individual de algunos futbolistas, y el juego colectivo hizo que hubiera un equipo muy protagonista desde el minuto 0′ al 90′.

Un solo equipo en cancha. El técnico Gutiérrez realizó algunos retoques al equipo titular que terminaron surtiéndote efecto. Diego Zabala ingresó por banda izquierda, y Federico Martínez por derecha. Gastón Pereiro lo hizo detrás del ‘9’, y Juan Ignacio Ramírez fue el centrodelantero. Desde el arranque el Bolso dominó el balón y el juego. Si bien Fénix en los primeros minutos rondó el arco de Sergio Rochet, y tuvo algún córner a favor, rápidamente el Bolso se plantó en cancha rival y comenzó a llevar peligro sobre el arco de el albivioleta. Más allá de que el rival no está pasando por un buen momento y no es medida, se notó una mejoría notoria en el juego del Triicolor. Hubo movilidad por el centro del ataque, hubo triangulaciones por ambas bandas. Hubo desbordes con centros precisos y peligrosos. Y eso se vio reflejado en el marcador que ya a los 19 minutos se llevaban convertido tres goles. Fénix no tuvo herramientas para inquietar a Rochet y así finalizó el primer tiempo (3-0).

Pudo ser mayor la goleada. La segunda mitad fue similar a la primera. El Bolso plantado en cancha rival, con dominio del balón y generando peligro. Los cambios le hicieron bien al equipo, porque entraron con ganas y renovaron las energías. Manuel Monzeglio ingresó de gran manera y se entendió muy bien tanto con los dos mediocampistas como con ‘Didí’ y el ‘Colo’. El ‘Keke’ controló muy bien su sector y pasó bien al ataque. Alfonso Trezza le dio dinámica y entrega por la banda derecha, aunque no logró traducirla en peligro en el área. De haber tenido más puntería, la goleada pudo ser mucho más abultada. 

Mejoría que anima. El progreso en el juego fue notorio, aunque como manifestamos anteriormente que el rival no fue una buena medida. De todas maneras, se vio a un conjunto más coordinado, con buena movilidad de pelota y de los jugadores, y sobre todo con un 9 que recuperó la confianza y que convirtió nada más y nada menos que tres tantos. Ahora se viene un encuentro por Copa Libertadores, que sí será de fuste para medir fuerzas, y ver si la mejoría continúa. Esperemos que sea el puntapié inicial de una linda racha de victorias. 

¡Arriba Nacional!

Diego Ávalo

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