Nacional luchó hasta el final, pero tuvo enfrente a un equipo que invirtió para ser protagonista. El Tricolor pagó caro la desidia de un magro presupuesto.
Lo hemos escrito hasta el cansancio y no es ninguna verdad revelada: el básquetbol es un deporte lógico. El que más invierte (para nosotros, este deporte sí tiene retorno en socios -propios y del Club Social- y ni hablar del prestigio), trae mejores jugadores (nacionales y extranjeros), inevitablemente estará peleando por obtener la Liga Uruguaya de Basketball. Después, entre pares la diferencia la harán los planteos tácticos, el momento de cada jugador, algún arbitraje o imponderables como nos sucedió a nosotros en la anterior temporada.
Increíblemente, para esta competencia, se le proporcionaron menos recursos al anterior cuerpo técnico que aquella que disputamos ante Biguá. Con el agravante de que también teníamos competencia internacional. En lo que refiere a fichas nacionales, no fue posible traer ninguna de las opciones «A» o «B» que había pedido Leo Zylbersztein. Puesto a elegir, y con la «manta corta» del presupuesto, Leo optó por invertir la mayor parte de los recursos en las tres fichas extranjeras. Uno sería Dominique Morrison, otro, un pivot para evaluar y luego cambiar en la etapa definitoria y un extranjero de muy buena trayectoria. Finalmente, no se pudo contar con Morrison por una escasa diferencia económica. Se volvió a contratar a Manuel Romero y Santiago Moglia para apostar a un buen quinteto inicial y desde la banca vendrían jugadores nacionales para dar descanso a estos. Ese era el plan posible. Otra opción hubiera sido la inversa: buenas fichas nacionales más caras y extranjeros de menor cotización.
¿Se hubiera conformado un plantel más competitivo? Imposible saberlo, desde la lógica y la experiencia no parece lo más probable. Tan menores fueron los recursos en esta temporada que apenas se pudo contratar un extranjero a último momento para la primera ventana de la América Champions League disputada en Argentina. Dicho sea de paso, un jugador que había sido cortado poco tiempo antes en nuestra Liga. Para la segunda ventana no se pudo contratar a ningún extranjero. Anteriormente, se había podido traer a Morrison, no se cambió el pivot y Quincy Miller (de excelentes antecedentes) no pudo ser el jugador desequilibrante que se esperaba.
Bajo la conducción de Zylbersztein, Nacional tuvo distintos momentos en la temporada que culmina, nunca logró una estabilidad en su juego. Sufrió muchos cierres de partidos, cosa lógica si no se cuenta con un plantel clase «A». Como logro positivo se ganó un partido en la segunda ventana de la Champions jugada en Montevideo. Precisamente, con gran actuación de Morrison.
Entonces, la Directiva ahora saliente cambió al anterior cuerpo técnico. Vino Miguel Volcán que intentó darle un giro al desempeño defensivo del plantel. Al principio, no salió y se excluyó a uno de los jugadores ascendidos y proyectados por Leo: Patricio Prieto. Pero después se mejoró y ‘Pato’ volvió a ingresar en la rotación.
No se ganó en la ventana San Pablo de la BCL y tampoco fue suficiente para seguir en nuestra Liga. Ojo, no por culpa de Volcán, a quien le enviamos nuestra solidaridad por los episodios de inseguridad ciudadana sufridos, que tuvo aciertos en esta última serie. Nos eliminó uno de los mayores presupuesto de la competencia. Un equipo que, pese a ello, está lejísimos de un buen funcionamiento. Pero aun así, el peso de sus individualidades te termina ganando el partido decisivo.
Lo dicho: éste es un deporte lineal, si no, hay recursos no hay buenas campañas. Habrá que pensar muy bien qué es lo que se busca pelear en la próxima temporada. Somos de Nacional en todo y reclamamos el mayor esfuerzo posible para competir por lo más alto.
El partido
El Tricolor fue visitante e inició con Romero, Mauro Zubiaurre, Miller, Johndre Jefferson y Miller. Pierino Rüsch volvió a ser baja por lesión. Aguada inició con Leandro García Morales, Federico Bavosi, Marcos Mata, Mathias Calfani y Martin Krampelj. Buen comienzo del Tricolor, con defensa asfixiante, buena rotación del balón y selección de tiro. El local sufrió prontamente (15 segundos) la baja por lesión de Mathías Calfani y de ahí en más fue un manojo de nervios. Nacional abusó del control de las posesiones largas, pero aun así ganó ese primer periodo 14 a 11. La clave era no dejar que el rival encontrara su quinteto ideal y que encontrara su ritmo de goleo.
Por otro lado, necesitábamos a nuestros tres extranjeros en su mejor nivel. En el segundo cuarto, el partido siguió parejo. Buen ingreso de Prieto para contener a Tyreek Duren que había ingresado con buena mano. Recién en los últimos tres minutos del mismo saca ventajas Aguada de la mano de su figura Krampelj. 32 a 26 gana el primer tiempo el local.
Segundo Tiempo
En varias ocasiones, el rojiverde saca ventajas y parece que se va. Pero una y otra vez reacciona el Tricolor. Por momentos, los escasos hinchas de Nacional que pudieron concurrir, se hicieron sentir más que los locales. Es que la diferencia de plantel y presupuesto no se veía en cancha. Este es otro punto a destacar: se dice que por momentos Nacional estuvo debajo de equipos con menor presupuesto (difícil de comprobar eso) pero también es cierto que fue capaz de llevar la serie a partido final contra uno de los que más invirtió. Bastó que se cansara Romero, que se relajara algo la defensa por el agotamiento y aparecieron otros actores aguateros para apoyar a sus figuras Krampelj y Duren. Al terminar, resultado mentiroso. El trámite fue más parejo que lo que muestra el tanteador final.
Digna actuación del Bolso que no alcanza para seguir ni para conformar a su gente.
¡¡Vamos Nacional!!
Estadísticas.
Primer cuarto: Nacional 14 – Aguada 11.
Segundo cuarto: Nacional 12 – Aguada 21
Tercer cuarto Nacional 29 – Aguada 27
Cuarto final: Nacional 10 – Aguada 21.
Resultado final: Nacional 65 – Aguada 80.
Individuales
Manuel Romero: 13 puntos, 5 asistencias.
Quincy Miller: 11 puntos, 10 rebotes.
Dominique Morrison: 18 puntos. 6 rebotes.
Mauro Zubiaurre: 4 puntos. 3 asistencias.
Johndre Jefferson: 14 puntos, 9 rebotes.
Emiliano Bastón: 2 puntos.
Moglia: 3 puntos.
Luis Moyano
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