Nacional mereció más

Un primer tiempo notable, con penal a favor incluido justificaban una victoria.

Nacional y Estudiantes de la Plata igualaron a cero, en el partido correspondiente a la segunda fecha del grupo de Copa Libertadores de América. El Tricolor hizo méritos necesarios, principalmente en la primera etapa del juego, pero no pudo traducirlo en la red.

El Bolso salió a jugar el partido copero con el mismo sistema que Pablo Repetto ha mostrado en cancha desde que asumió en el club. Colocó en cancha, eso sí, a los jugadores que vienen formando la base del equipo titular, con varias variantes respecto al equipo que goleó a Boston River. Entre ellas, por ejemplo, la del retorno al arco de Sergio Rochet.

La realidad de los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, es que Nacional jugó notable en ese período. Por varias razones, intensidad en la presión, búsqueda incesante de recuperar la pelota lo más cerca del arco rival, un trabajo a destajo y la concentración de todos los jugadores, marcó que el equipo primero, no pasara zozobras defensivas, pero segundo y principal, que jugara la mayor parte de ese primer tiempo en terreno rival, imponiendo ritmo y condiciones sobre un rival que viene dulce, ganando y jugando bien.

El equipo con la pelota, además, mostró paciencia, basculó de derecha a izquierda y de izquierda a derecha buscando espacios, intentó también con pelotas profundas por las bandas, principalmente la derecha con Yonathan Rodríguez o Alfonso Trezza, y doblegó al rival hasta ponerlo a defenderse con muchos hombres en la puerta del área grande, allí sí, es donde nos faltó algo más, si es que hay que buscar algún defecto a un muy buen inicio. Algo más de precisión en los metros finales.

Precisamente nombres como los de Yonathan Rodríguez, de Alfonso Trezza, de Leonardo Coelho, fueron algunos de los más destacados en un equipo que marcaba el cómo y dónde se jugaba el encuentro. Merecido hubiera sido, sin dudas, que el equipo consiguiera la ventaja en el marcador, y tuvo la chance más clara para hacerlo cuando llegó la media hora.

Camilo Cándido le puso una pelota en profundidad a Emmanuel Gigliotti, y el argentino no logró recibir en el área por el empujón de Morel. Lamentablemente el remate de Felipe Carballo, que venía de convertir tres, con dos desde el punto penal, no pudo batir a Mariano Andújar, que tapó abajo, a su derecha. Hubiera sido la frutilla de la torta de minutos muy buenos de los nuestros.

En el segundo tiempo, la historia no se pudo repetir. Primero porque Nacional no pudo sostener la intensidad de juego, la velocidad con y sin pelota, pero también porque Estudiantes, un equipo bicho, mañero, con figuras experimentadas, supo enfriar y corregir en el partido, llevados desde el arco por Mariano Andújar, con un rendimiento notable.

La visita empezó a dar lucha y a ganar en la mitad del campo, se posicionó mejor, y sufrimos algunas chances en contra claras, algunas tapadas por Rochet, vital una vez más en las pocas que intervino, y otras por cierres defensivos a tiempo.

Pablo Repetto, coloco variantes, tuvo un buen ingreso Zabala, pero luego se diluyó, Brian Ocampo con algún chispazo, aportó piernas frescas a un mediocampo que había realizado un gran desgaste, pero el equipo no pudo generar juego en ofensiva en la medida que nos otorgara chances claras sobre el arco rival.

La realidad es que mostramos una cara muy buena en la primera etapa, satisfactoria en varios ámbitos, con el gusto a poco que nos generó el no convertir, y el no poder jugar de otra manera, con otra calma en un segundo tiempo donde el equipo no repitió, aunque estuvo a la altura de lo que se debía hacer. Desde la frialdad de los números, el resultado es malo, la realidad de la tabla seguramente también. El equipo queda obligado a salir a buscar varios puntos en las dos visitas que se nos vienen, si es que queremos definir en casa para seguir en la copa. La sensación es que estamos en el buen camino, pero hay que respaldarlo en resultados.

¡¡¡Vamos NACIONAL!!!

Agustín Bermúdez