Pierre Webó retorna al Decano en condiciones que solo aceptan los hinchas agradecidos.
Pierre Webó vuelve a Nacional y hacemos un recorrido por su carrera:
A veces, las historias más particulares se dan casi por casualidad. Un día, sos un adolescente camerunés que juega un campeonato interliceal de fútbol, un deporte que no es tan bien visto en tu ciudad, Bafoussam. El fútbol no es tu principal leitmotiv, es más un pasatiempo. De repente, un empresario de un país que no conocés se acerca y te dice que tenés talento, que puede llevarte a un club grande de su tierra. Tu madre está en contra, no ve con buenos ojos que te dediques al fútbol, pero la insistencia puede más y te subís por primera vez a un avión camino a un lugar que ubicaste en el mapa hace unos días: Uruguay.
Esta introducción perfectamente podría ser la sinopsis de una película sobre la superación, de un muchacho que recala desde Camerún en un país del que no sabe nada. Sin embargo, es la historia de Pierre Webó, un futbolista hecho casi por casualidad. Webó llegó en 1999 con 17 años y, luego de un breve paso por la tercera de Tacuarembó, Nacional lo contrató en el año 2000. Aunque al principio era una cesión, debido a una normativa de la AUF el Decano tuvo que comprar la ficha del camerunés para que éste pudiera debutar en el plantel de primera.
Las barreras idiomáticas y culturales le jugaron en contra al joven Webó, quien tuvo una adaptación dura los primeros meses. Para romperlas, decidió hablar el idioma del fútbol y demostrar en la cancha la clase de centrodelantero que era. Con el equipo que en ese entonces dirigía Hugo De León, fue campeón uruguayo en el inicio del nuevo milenio , cuando el Decano venció al tradicional rival en las finales y ganó la Tabla Anual.
Para el 2001, Webó estaba más afianzado. Ese año, en el marco de la búsqueda de integración de equipos del interior al campeonato uruguayo, se jugó durante el primer semestre un torneo clasificatorio para lo que sería la “fase campeonato” en el segundo semestre. El Bolso ganó el Torneo Clausura y derrotó a Danubio en la final del campeonato.
El 2002 fue el gran año de Pierre Webó. Se mantuvo el formato de competencia con el torneo clasificatorio y la fase campeonato. Nacional se consagró campeón con un Webó encendido en la delantera, a veces junto a Horacio Peralta y otras junto al Chengue Morales. Ese mismo año se disputó la primera edición de la Copa Sudamericana, Webó se despachó con cuatro goles en el campeonato y fue el protagonista del arribo de Nacional a las semifinales del campeonato convirtiendo dos goles en los cuartos de final frente a Alianza Lima y uno en la misma semifinal frente a Atlético Nacional, instancia en la que el Bolso quedó afuera por penales. Entre Libertadores, Sudamericana y Campeonato Uruguayo, Webó sumó 19 tantos en una temporada.
Goleador fuerte, insistente y un ídolo indiscutible en el club, a finales de 2002 su salida al fútbol europeo era inevitable. El Osasuna se hizo con sus servicios pero inmediatamente lo cedió al Leganés, cuadro de la Segunda División, con el que no tuvo una buena temporada. Ese mismo año, inició la que sería una gran carrera en la selección de Camerún, un respiro para Webó en un mal año como lo fue el 2003.
De vuelta en el Osasuna, el club rojillo decidió seguir contando con él a pesar de no haber demostrado mucho. La temporada siguiente mejoró su rendimiento y disputó 28 partidos -12 de titular- en los que convirtió cuatro goles. En la temporada 2004/2005 volvió a compartir equipo con el Chengue Morales. El camerunés entró como titular en 21 partidos y marcó seis tantos.
Pero nada auguraba lo que sería la siguiente temporada, en la que el Osasuna fue el equipo revelación en La Liga. Con Javier Aguirre como entrenador, el equipo de Pamplona quedó 4º en el campeonato, lo que le dio la chance de disputar la fase previa de la Champions League por primera vez en su historia. A esta hazaña, Webó contribuyó con seis goles y grandes actuaciones en los 21 partidos que jugó.
Como pasa cuando un equipo humilde tiene una buena temporada, al siguiente año el Osasuna vendió a casi todas sus estrellas. Con la incorporación de la -por entonces- joven promesa Roberto Soldado, Webó perdió titularidad y al siguiente año el club lo dejó libre.
Fue así que recaló en el Mallorca, donde rápidamente se convirtió en un suplente de lujo. Entrando desde el banco en la mayoría de los encuentros que disputó a lo largo de cuatro años, marcó 28 goles con el equipo Bermellón.
El futbolista africano se caracterizó siempre por ser un trabajador incansable dentro y fuera de la cancha, que nunca buscó la polémica. De todas formas, la polémica lo encontró a él cuando se comenzó a cuestionar su sueldo como suplente en el club de las Islas Baleares. La situación escaló hasta volverse intolerable, y en el 2011 se concretó su traspaso por un millón de euros al Estambul de Turquía.
Webó alcanzó su madurez futbolística en el fútbol turco, se consagró como un goleador imprabale tanto en el club de la capital como en sus años en el Fenerbahçe, club con el que acumuló 33 goles en 89 partidos. Luego de un paso por el Osmanlispor, llegó al Gaziantep de la segunda división a mediados de 2017 y registró ocho goles en 25 presencias.
Este lunes, 10 de setiembre de 2018, se confirmó que Webó vuelve al club que le abrió las puertas al mundo. Nacional no sólo se hace con un goleador de primera línea, sino que recibe a un hijo pródigo que luego de recorrer el mundo vuelve a casa. Acá, lo esperamos con los brazos abiertos.
Camilo Salvetti
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