Se ganó, se subió a la punta aunque de forma temporal y se jugó un buen primer tiempo. Para ver, analizar y corregir lo que pasó en el segundo, con un hombre de más.
Buen primer tiempo. En la primera mitad, el equipo de Gustavo Munúa jugó el mejor primer tiempo de lo que va de la nueva era del técnico. El conjunto tricolor tuvo la pelota, la hizo circular de muy buena manera, se encontraron espacios detrás de los volantes de Progreso y por ambas bandas. En esta oportunidad ingresaron desde el vamos el Chory Castro, Rodrigo Amaral, Paulo Vinicius y Armando Méndez. La figura táctica fue la de un 4-4-1-1. En esta ocasión hubo mayor profundidad a la hora de atacar. La clave estuvo en la salida prolija que tuvo el Bolso desde el fondo con los dos zagueros. Tanto Vinicius como Agustín Oliveros fueron salida permanente con buenos pases entre líneas y en largo. También lo hicieron de muy buena manera los dos volantes centrales, Felipe Carballo y Gabriel Neves. Esto le dio agilidad y profundidad al equipo. Además se le sumó un excelente partido -nuevamente- de Pablo García que en el mano a mano es letal. El hombre a hombre y los pases precisos entre líneas son las dos maneras que un equipo tiene para avanzar en la cancha y en esta ocasión Nacional hizo ambas de buena forma. Así llegaron los dos goles en jugadas muy similares por la banda derecha. Uno con desborde de Méndez y otro con desborde de García, para ir al descanso tranquilos con dos goles de ventaja y un hombre de más.
Se desarmó el cuadro. El segundo tiempo tuvo otra tónica. El Decano comenzó teniendo la pelota pero ya no era profundo. Se mantenía en posiciones defensivas y casi sin llegar a tres cuartos de cancha. Si bien hubo alguna aproximación, las jugadas más claras de gol comenzaron a llegar por parte del equipo de La Teja que seguía teniendo un hombre menos pero no se notaba. Luego vinieron muchas modificaciones y esto empeoró la situación. Progreso logró descontar y esto fue el envión anímico para llevarnos sobre nuestro arco y estar a punto de empatar en varias ocasiones. No es la primera vez que nos sucede que se realizan muchos cambios y el equipo se pierde en la cancha. Es un error que se debe analizar y mejorar. Además, en cancha no quedaron jugadores experientes que pudieran dar serenidad y tenencia al balón y el equipo fue un saco de nervios en los minutos finales. Para resaltar, Cristian Ferreyra nuevamente les dio una manito importante. No nos cobró un penal enorme a Cougo en la primera parte, y el gol de Progreso fue una evidente mano que tampoco vio.
A seguir mejorando. Lo expuesto en la primera parte daba gusto de ver y traía esperanza y tranquilidad. Lo que sucedió en la segunda mitad es para analizar, pensar y corregir. No puede suceder que un equipo chico, con uno menos nos meta en el arco. Se realizaron muchos cambios que desarmaron al equipo, no quedó gente experiente para dar tranquilidad y no se pudo tener la pelota a pesar de tener un jugador más en cancha.
Otro aspecto a tener en cuenta es que nos hacen un gol con una pelota bajada con la mano que se vio desde lejos y el reclamo fue casi nulo. Esto no puede suceder. El juez tiene que saber que cometió un error grande. Hay que protestar y mucho cuando suceden estas cosas. Es parte de ser un cuadro grande, que además está jugando como local. En casa hay que hacerse respetar. Y afuera también. Esperemos que estos aspectos se puedan seguir corrigiendo. Lo bueno es que se ganó y se subió a la cima de la tabla aunque sea de forma transitoria.
¡Arriba Nacional!
Diego Ávalo
decano
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