El Chino intentó darle su impronta que duró 15 minutos, hasta que los jugadores volvieron a lo mismo y terminaron perdiendo un partido increíble.

Quince minutos. Era el debut de Álvaro Recoba como DT del primer equipo de Nacional. En la semana dejó entrever su idea futbolística con algunas apreciaciones sobre su estilo de juego. Comenzó el partido y enseguida se vio lo mencionado por el Chino. Un equipo que presionaba arriba, algo más intenso. Buscando filtrar pases entre líneas y buscando el mano a mano por las bandas. En el fondo arriesgando y quedando mano a mano con los delanteros. Y de entrada la cosa salió. Se presionó y se consiguió robar una que casi termina en gol. Se trianguló por derecha y terminó en gol de Diego Zabala. Pero la leve mejoría duró apenas 15 minutos. De a poco el equipo se fue refugiando atrás, volviendo a los viejos vicios, saliendo a marcar de manera individual, sin apoyos, jugando de lado a lado de la cancha sin avanzar y marcando muy mal en el fondo. Así vino el empate en un córner, una vez más, y los nervios. La primera mitad terminó igualada en un tanto por bando. 

Descontrol. La segunda mitad comenzó con Nacional con la pelota, pero sin ideas. Ya no había pases filtrados por el medio. No había triangulaciones por las bandas. Tampoco mano a mano. Se volvió a lo mismo de siempre. Y el equipo de Deportivo Maldonado cuando la tenía nos lastimaba. La jugaba en velocidad y llegaba con peligro. Hasta que vinieron dos errores gigantes de Salvador Ichazo, que increíblemente hoy fue el capitán del equipo, algo inentendible. Ni por trayectoria ni por actuaciones, ni por personalidad merecía tener la banda de capitán de Nacional. En el primer gol para dejarnos aún más calientes, hay un empujón gigante que ni el árbitro central Esteban Ostojich ni el VAR vieron o no quisieron ver. Y el descontrol fue tal, que ni el propio fauleado tuvo la más mínima reacción o protesta. Pero bueno, una anécdota más de este pésimo año. 

Ni Copperfield. El año está perdido. Solo queda jugar por entrar a la Copa en fase de grupos y ganar el clásico. El Chino intentará mejorar con su idea a un plantel muy limitado. Y la verdad es que ni un mago creo que pueda hacer algo con la baja calidad que tiene este plantel. Es claro que un técnico influye y mejora colectivamente a un conjunto de jugadores, pero cuando estás tan golpeado y alicaído es muy difícil. Ojalá que el Chino pueda preparar el clásico en casa, y lo pueda ganar. Va a tener que echar mano a los mete-pata en el medio para no bailar. Si arriesga y juega de igual a igual, podemos pasarla muy mal. Esperemos que el Chino y su experiencia lo logren. 

Hoy más que nunca, ¡Nacional Nacional carajo!

Diego Ávalo

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