Nacional mostró un progreso en el aspecto anímico y jugó un clásico parejo, aunque faltó para ganar.

30 minutos buenos. El Bolso tuvo algunas modificaciones en la última zona, buscando mejorar en lo defensivo, y en principio, dieron su fruto. Christian Almeida se mantuvo en el lateral zurdo luego del buen encuentro pasado, Mathías Laborda ingresó por Nicolás Marichal, y volvió Armando Méndez al lateral derecho. Los tres tuvieron un muy buen rendimiento, incluso siendo las figuras de Nacional en el partido. También fue titular Matías Zunino que estaba en duda por el sector derecho, pero no estuvo en su mejor forma futbolística ni física. El esquema táctico fue el mismo de partidos anteriores con un 4-4-2. Los primeros 30 minutos tuvieron a un Nacional agresivo en la marca, y con mucha más fuerza anímica que los partidos anteriores. Además, se paró unos metros más adelantado y logró jugar casi todo ese lapso en cancha rival. Así fue que se tuvo alguna jugada clara para definir y convertir, pero no se concretaron. Luego de ese período de tiempo, de a poco el rival comenzó a tener el control del balón y el Decano se replegó buscando no pasar zozobras en defensa, y salvo alguna jugada individual de Facundo Torres, no hubo mayores inconvenientes en defensa. Por su parte, Nacional intentó salir de contragolpe, pero ni Leandro Fernández ni Alfonso Trezza estuvieron finos para definir alguna chance que se les presentó. 

Más replegados. El segundo tiempo tuvo un equipo más retrasado en el campo a diferencia del inicio del encuentro. Se buscó ser sólidos en defensa, y esa parte del libreto por momentos se logró. Aunque los dos mediocampistas no estuvieron finos a la hora de jugar la pelota, y eso hizo que casi no hubiera transiciones de defensa a ataque. Por las bandas tampoco se lograba progresar y eso hacía que la pelota estuviera siempre cerca de nuestra área. Pero la línea final estuvo firme y Martín Rodríguez casi no tuvo mayores inconvenientes para cuidar su arco. En la segunda mitad Nacional no tuvo ni una jugada de gol clara, y ese fue el mayor problema del juego. Los ingresos no lograron modificar esta realidad salvo Joaquín Trasante que le dio algo de dinámica y movilidad a la zona central. Brian Ocampo estuvo muy impreciso y apático en su juego y no pudo desnivelar por su sector.

No se logró el objetivo. Nacional iba a la cancha rival a traerse los tres puntos y no lo pudo hacer. Eso es lo primero que hay que indicar. De todas formas, es claro que la diferencia entre los dos equipos no es tan grande como nos quieren hacer creer. Ni ellos son un espectáculo, ni nosotros somos un desastre. Hay mucho para mejorar, pero pese a esto, y a no haber ganado para acortar distancia en ambas tablas, seguimos en la pelea. Quedan seis partidos, hay dos puntos en disputa en los tribunales, y mucha tela por cortar. Y no olvidar que somos Nacional, y que NUNCA, PERO NUNCA, TERMINA HASTA QUE TERMINA, para nosotros. 

¡Vamos Nacional, a pesar de todo, hoy más que nunca carajo!

Diego Ávalo
 

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