En lo que fue el peor partido de lo que va del año, Nacional sacó los tres puntos, y no hay nada más para rescatar que eso.
Leve superioridad. Ante la ausencia de Brian Ocampo, el técnico dio lugar a Camilo Cándido, pero jugando de extremo por izquierda, manteniendo a Leandro Lozano en el lateral izquierdo. La figura táctica es la archi conocida 4-2-3-1. El partido comenzó con Nacional intentando imponer su juego asociado. Fénix, por su parte, se replegaba formando un bloque defensivo compacto, para tratar de salir de contragolpe. Esta estrategia es la que más le ha costado al Decano, sobre todo jugando de local. Con paciencia se buscó romper líneas, pero no se encontraban espacios, y se abusó de los pases laterales o hacia atrás. No hubo tampoco juego por las bandas de uno contra uno. Cada vez que había oposición en la marca rival, jamás se jugó el mano a mano, y la pelota volvía atrás. Características de los que este lunes integraban el equipo. Tampoco hubo juego asociado con pases filtrados, ni triangulaciones, lo que hizo a un Nacional dominando el balón, pero con posesiones muy lejanas al arco rival. Pese a esto, en un pase largo, y con el Pumita Rodríguez volcado al ataque, se consiguió un claro penal que Manuel Monzeglio, con mucha clase, ejecutó para poner el 1 a 0. Parecía que esto iba a dar tranquilidad para manejar mejor el balón, pero Fénix siguió con su libreto, y Nacional no encontró nunca el juego para doblegarlo.
Superados. Si bien la primera mitad no se jugó bien, nada preveía lo que se iba a ver en la segunda. Nacional comenzó a jugar a ritmo de práctica, como conformándose con el tanto de apertura, y Fénix hizo modificaciones para intentar irse algo más arriba. Pobló la zona media, y allí comenzaron los problemas. El mediocampo de Nacional estuvo llamativamente impreciso y el albivioleta de a poco se adueñó de la pelota y del campo. Nos empujaron de a poco hacia nuestro arco y pese a que casi no generaron peligro sobre el arco de Sergio Rochet, la pelota rondaba el área tricolor. De forma sorpresiva, Pablo Repetto no realizó cambios para reforzar la zona central y retomar el control del balón. Parecía que apostaba a la recuperación de los jugadores que estaban en campo, que se vieron superados permanentemente por el rival. Y cuando realizó modificaciones fueron hombre por hombre, e incluso ofensivas. La verdad es que se corrió un riesgo alto, y de no ser por la escasa jerarquía del rival, pudo haber costado algún punto las decisiones tomadas por el DT.
La victoria y nada más para rescatar. La victoria y los tres puntos es lo único que hay para rescatar en el partido ante Fénix. Y no es poca cosa. Hemos tenido partidos de muy buen juego que han terminado en empate o derrota, y esta vez jugando mal se logró un triunfo, lo que también vale. Ahora, hay que mejorar y mucho lo expuesto en este encuentro. No hubo juego asociado por bandas, no hubo pases filtrados, no hubo uno contra uno para poder avanzar en cancha. Para colmo nos vimos superados ampliamente en la zona central. Realmente fue el peor partido en lo que va del año hablando específicamente del juego. Sin embargo, se ganó, y se sigue prendido en la pelea hasta el final. Afuera hay material para mejorar y jugadores que te dan otro tipo de juego en ofensiva y que no hay dudas que cuando vuelvan le darán un salto de calidad al equipo.
¡Arriba Nacional!
Diego Ávalo
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