El Santos que enfrentará a Nacional es un equipo difícil, como lo son los equipos brasileros, pero es posible vencerlo.
El Santos que enfrentará a Nacional tendrá un buen entrenador que ya venció a Nacional y realizó buenos torneos en los últimos años – pero no es un equipo brillante.
Santos Football Club. El nombre evoca a uno de los clubes más tradicionales de Brasil y – ¿por qué no decir? – del mundo. Allí jugaron varios jugadores campeones del mundo con la selección de Brasil y, más recientemente, el club fue la cuna de jugadores de nivel mundial como Robinho y Neymar. Pero allí la gloria viene por etapas – y la etapa actual no es la mejor. Pero de esto trataremos más adelante.
El equipo que enfrentará a Nacional tendrá en el banco un conocido de Nacional: el entrenador Jair Ventura Filho – hijo del campeón mundial Jairzinho y entrenador de Botafogo el año pasado cuando Nacional cayó eliminado en la Copa Libertadores. Y hay que decir: él dio a aquel equipo un nivel de juego superior al que suponía su lista de individualidades.
El equipo se encuentra en rodaje disputando el campeonato paulista, pero su desempeño en la fase clasificatoria está lejos de ser satisfactorio. Conquistó el 50% de los puntos, con 5 victorias, 3 empates y 4 derrotas. Contra los rivales clásicos, venció a São Paulo, empató con Corinthians y perdió contra Palmeiras.
El equipo que cayó derrotado ante Real Garcilaso formó con Vanderlei, Daniel Guedes, Lucas Veríssimo, David Braz y Jean Mota; Alisson, Renato, Sasha, Emiliano Vecchio, Jonathan Copete y Gabriel – conocido como Gabigol.
Nombre a nombre, no son muchos los destaques de nivel nacional. El arquero Vanderlei en algunos momentos fue considerado como tercera opción por el entrenador de la selección de Brasil, Tite. Le pesa un poco en contra la edad: 34 años. En la defensa, el destaque es David Braz, zaguero surgido en Palmeiras y que a los 22 años anotó uno de los goles que dio el título brasilero a Flamengo el año 2009; regresó a Santos en 2014, no era la principal opción en su posición, pero las lesiones de Edu Dracena y Gustavo Henrique le dieron oportunidad para firmarse en el once titular.
El mediocampo carece de grandes nombres, pero hay tres atacantes que tienen mucha capacidad. El colombiano Jonathan Copete, quien hizo una parte de su carrera en el fútbol venezolano, es zurdo, puede jugar también como lateral y fue campeón de la Copa Libertadores 2016 con Atlético Nacional; Eduardo Sasha pertenece al Internacional, club que disputó la segunda división de Brasil en 2017 y en lo que actúa el uruguayo Nicolás López, y se encuentra prestado al Santos durante la temporada 2018; y Gabigol, quien tuvo buenas temporadas en el mismo Santos hasta 2016, cuando se transfirió para Internazionale y fue un estrepitoso fracaso en Europa.
Finalmente, entre los demás jugadores (y que no jugaron ante Garcilaso), destácanse el atacante Bruno Henrique – en una posición bastante poblada en el plantel santista – y el volante Leandro Donizete, campeón de la Copa Libertadores 2013 con Atlético Mineiro.
La gloria por etapas
Santos es un equipo de la ciudad de mismo nombre – una de las más antiguas de Brasil, fundada en 1546 y ciudad donde se ubica el puerto de más movimiento en todo Brasil. El club fue fundado en 1912 y conquistó su primer campeonato paulista en 1935, teniendo como figura el delantero Feitiço
– quien mereció el primer capítulo en el libro “Os 10 Mais do Santos”, escrito por el periodista Thiago Arantes (por casualidad, en los años de universidad, uno de los mejores amigos de quien escribe estas líneas).
Pasado este periodo, Santos vive un periodo de oro cuando el ex arquero Waldemar de Brito lleva al equipo un joven de 15 años que pronto se ganó un lugar en el equipo titular y más tarde sería conocido en todo el mundo como Pelé. Ya con 16 años, Pelé juega por primera vez con la camiseta de la selección de Brasil. Entre 1955 y 1969, el equipo conquista 11 veces el campeonato paulista; cinco veces consecutivas (1961 a 1965) la Taça Brasil; y dos veces la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental. Además de los títulos, otras hazañas entraron para la historia: por dos veces, la presencia del equipo en países africanos hizo paralizar las guerras.
El periodo de Pelé (1956 a 1974) fue glorioso para el equipo, pero él no fue el único destaque de aquel cuadro. Pelé es el jugador con más partidos disputados con la camisa de Santos – y, entre los demás nueve que completan el “top 10”, únicamente uno no fue contemporáneo suyo (el lateral izquierdo Leo).
Luego del periodo de Pelé vino otra era de pocas glorias para el club; conquistó el campeonato paulista en 1977 y después en 1984 – con la presencia de una leyenda tricolor en el arco: Rodolfo Rodríguez. El gol del título fue anotado por Serginho, centrodelantero de la selección de Brasil en el mundial de 1982 conocido más por su fuerza que por su técnica.
Durante muchos años éste fue el último título santista – hasta que en 2002 aparecen dos jóvenes que cambian la historia del club, Diego y Robinho – entonces con 17 y 18 años, ellos lideraron el equipo que salió campeón brasilero apostando en jugadores de la cantera. El entusiasmo con Robinho era tan grande que se decía que “el rayo cayó dos veces en el mismo lugar” (referencia a Pelé y Robinho surgiendo en el mismo club). Eran jugadores “destinados a la gloria” – y, sin embargo, pese a que realizaron buenas carreras en Europa, nunca lograron alcanzar todo el potencial que tenían. Perdieron sin atenuantes la final de la Libertadores 2003. Tenían edad para disputar el campeonato mundial sub20 de aquel año (Brasil fue campeón), pero no lo hicieron porque había otro proyecto para ellos: la búsqueda por la medalla de oro olímpica en 2004. Brasil no se clasificó a los Juegos.
El Santos de fines de la década de 2000 y comienzo de 2010 era un equipo en franco crecimiento institucional. Formó un equipo de fútbol femenino (conocido como “las sirenas”) y trajo la mejor jugadora del mundo en aquel momento – Marta. Formó un equipo de futsal y trajo al mejor jugador del mundo: Falcão. La marca se encontraba en franca expansión y el entusiasmo con los nuevos cracks del equipo – Paulo Henrique Ganso y Neymar – era inmenso. Mucha gente defendía la convocatoria de ambos para el mundial 2010. Y el equipo de Santos de aquel año era maravilloso, ofensivo e intenso. En 2011 vino un cambio de entrenador y la conquista de la Copa Libertadores contra un rival que llegó a las finales teniendo saldo de goles negativo; sin embargo, algunos errores administrativos empezaban a aparecer. Durante el mundial de clubes, Paulo Henrique Ganso se encontraba protestando activamente por un sueldo mejor; y hay rumores de que Neymar, el principal crack, ya estaba vendido al mismo Barcelona que les goleó por 4 a 0, en un partido en lo que los baloneros tuvieron más posesión de pelota que el equipo de Santos.
La desesperación por retener a Neymar no dio el retorno en títulos, Santos tuvo que poner mucho dinero y se quedó sin las sirenas, sin el equipo de futsal y, finalmente, sin Neymar. En los últimos años, conquistó dos veces el devaluado campeonato paulista y realizó buenas campañas en el campeonato brasilero de 2016 y 2017, pero siempre bastante lejos del campeón. El Santos que enfrentará a Nacional es un equipo difícil, como lo son los equipos brasileros, pero es posible vencerlo.
Manoel Castanho
Foto: @SantosFC
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