El socio ha elegido las autoridades que habrán de dirigir los destinos del Decano uruguayo por los próximo tres años. Ahora, todos juntos y unidos por Nacional.
José Luis Roríguez fue electo presidente y Álvaro Paz vicepresidente del club más laureado del fútbol uruguayo. A continuación compartimos la nota central realizada por el equipo de decano.com a los integrantes de la Lista 1, la vencedora.
«Primero la gestión»
Primero Nacional fue la primera agrupación en salir al ruedo electoral. Surge como oposición a los modelos de gobierno de los últimos períodos y está conformada por gente que ha tenido una larga experiencia en los estamentos del club. Su candidato a presidente es José Luis Rodríguez, quien ha estado trabajando fuertemente en el proyecto del Club Social de Nacional.El Cr. Álvaro Paz Forné y Rudolf Falkenhagen, han integrado durante años la Comisión de Fortalecimiento Social.
Además de a Rodríguez, Falkenhagen y Paz, recibimos en las mesas de El Mesón, a Heber Lambert, quien fue dirigente de formativas por un largo período y ha integrado las listas de Mario Garbarino y José Fuentes en anteriores oportunidades, además de acompañar a quien fuera su suegro, el ex presidente Roberto Recalt. Sostuvimos una larga charla, de la que hoy presentamos la primera parte.
¿Cuál es la primera impresión de lo actuado hasta ahora?
Álvaro: Se armó un grupo precioso y realmente estamos sorprendidos por la repercusión que ha tenido una vez que lo hicimos público. A diario estamos recibiendo incontables adhesiones.
¿Ustedes sienten que es en apoyo a una posible gestión que logren llevar adelante o ven disconformidad?
José Luis: Ambas cosas. Nuestra propuesta es la de una gestión nueva, que consiste en lograr que Nacional se desempeñe como un club deportivo de esta época y recibe un apoyo por eso, y por otra parte, hay una postura en contra de las administraciones recientes.
¿La agrupación es política, ideológica, de propuesta?
Álvaro: Todo eso junto. Si bien podemos ubicar una génesis en lo que fue en su momento la agrupación «Pensando Nacional», todos los integrantes venimos de trabajar por el club en distintos lugares y desde hace varios años. Rudolf y yo hemos trabajado juntos en la Comisión de Socios y Heber tiene una larga experiencia en Formativas
Heber: Fui dirigente de formativas durante ocho años. En las elecciones del 2010 apoyé a Mario Garbarino y en las pasadas estuve en la plancha con José Fuentes, pero lo mío no pasa por una postura política, trato de aportar la experiencia que he tenido y la de lo que hago a diario. Creemos que pasa por tener otra visión del club, no estamos contra nadie, sino a favor de Nacional. Si el estar en contra es opinar diferente, eso seremos. No estamos contaminados por ninguna línea política, simplemente somos conscientes de que en la actualidad se están dando en el club una serie de situaciones que a nosotros nos encantaría enfrentarlas de una manera distinta. Tenemos ideas dispares a las que predominan entre los actuales dirigentes, con una línea también diferente, y eso lo vamos a marcar.
Tú venís de apoyar a Fuentes y Álvaro Paz integró la lista del Ec. Eduardo Ache en las pasadas elecciones, son distintas líneas políticas, ¿hubo un desencantamiento o entienden que existe otra manera de manejar el club?
Heber: Entendemos que hay otra forma. En definitiva, en los papeles, cuando uno apoya a alguien lo que ve es una teoría en cuanto a lo que se pretende hacer, y luego en la práctica, muchas veces, se procede del modo opuesto. Creo que esto ha sido lo que ha acontecido en los últimos tiempos en Nacional. Tal vez no sea descreimiento, sino que consideramos que las decisiones que se han tomado no son las que correspondía para determinados momentos del club. Creemos que ha llegado el momento de tratar de llevar adelante nuestra idea de gestión.
José Luis: Efectivamente, consideramos que este es el momento, que Nacional no debe dejar pasar esta ocasión para modernizar su gestión.
¿Qué tiene de especial este momento?
José Luis: La situación que se ha generado en torno al Parque Central, el largo período sin figuración internacional nos lleva a pensar que este es el momento para lograr una transformación que nos ponga en camino de conquistar en el siglo XXI los mismos logros que se tuvieron en los dos anteriores. Nuestra ambición es ganar títulos internacionales. Ser campeón uruguayo está muy bueno, es mejor serlo que no, pero el hincha de Nacional ya no se contenta solo con esto.
Álvaro: Hoy en día tenemos una generación cuyos ídolos son campeones uruguayos y hemos llegado al punto de festejar la venta de nuestros juveniles. Estamos vendiendo las herramientas que nos pueden permitir alcanzar campeonatos internacionales.
¿Cómo revertís todo esto?
Álvaro: Con gestión. El problema que tiene hoy Nacional es de gestión y de compromiso con las propuestas.
¿Por qué «Primero Nacional»?
Álvaro: Habla de cómo sentimos a Nacional en lo que refiere a nuestra participación en el club. Nosotros estamos en Nacional para trabajar, seguramente no nos vayan a ver en las fotos, porque al momento de sacarla estábamos laburando o fuimos quienes la tomamos. Por más que en algunos momentos hubo gente que nos decía «tienen que aparecer, tienen que mostrarse y darse a conocer», esa nunca fue nuestra intención. Así sentimos a Nacional, al club se va a trabajar y a comprometerse, los nombres son secundarios.
Afirman que esto se arregla con gestión. En estos momentos el club ha tenido algunos cambios, existe una gerencia general, una operativa, administrativa, financiera, se ha dado un enorme paso en lo referente a las negociaciones con los contratistas, que ya no está en la órbita de los directivos. Sin duda falta aún pero se comenzó con las transformaciones.
Álvaro: Lo más básico es quitarle a la Directiva el rol ejecutivo. La Directiva debe dirigir. Veo que hoy en Nacional hay una enorme falta de visión de mediano y largo plazo, ese es el primer paso a dar y la deben definir los directivos y no construir en base a esfuerzos aislados de una comisión o un gerente. Las gerencias del club son las encargadas de ejecutar, pero con una responsabilidad y una autonomía mucho mayor.
Heber: La idea nuestra no es buscar la manera de gobernar al club en estos próximos tres años, sino hacerlo de aquí en adelante. En el sentido de tratar de cambiar el modo en el que se viene trabajando, por el cual cada directiva entrante designa su director deportivo, sus gerentes. Son estructuras del club que no podés estar cambiando permanentemente. Es necesario lograr que cada una de las estructuras sean los pilares que lleven adelante la filosofía y los objetivos de la institución. Yo hoy no te puedo decir que vamos a gobernar para ser campeones de América, eso es una consecuencia no un slogan. Institucionalmente nos tenemos que parar para que a corto, mediano y largo plazo se cumplan determinadas cosas.
Para lograr eso se me ocurre que será necesario un compromiso político o un cambio en los estatutos.
Heber: Esas son las cosas que nosotros vamos a querer lograr desde adentro. Tratar de discutir nuestras ideas. Hoy, desde afuera no lo podemos hacer, porque obviamente, cada directiva tiene su línea. El primer paso que hay que dar es lograr poner un pie dentro de Nacional para exponer nuestra línea filosófica y de gobierno y solicitar el apoyo. Será necesario escoger a las personas que mejor se ajusten para determinada función; un gerente financiero que reúna las características, un gerente deportivo que tenga las condiciones y la experiencia para poder llevar adelante su tarea. Porque después, en gestiones cortas a nivel a deportivo, nos va a terminar saliendo mucho más caro. La prueba está en la lista de jugadores que hemos traído, con casos de algunos que no han llegado ni preparados para la práctica del deporte.
José Luis: Las distintas gerencias deben actuar según las directivas que marca el club, y posteriormente hay que analizar los resultados que obtuvo cada gerencia para corregirlos y, en caso de ser necesario cambiar alguna persona, teniendo en cuenta que ese cambio solo es válido si a esa persona, anteriormente le fijaste los objetivos. Yo me pregunto, ¿cuáles son los objetivos que tiene Nacional? La directiva nunca los explicita. ¿Cuál es el presupuesto que maneja Nacional? En 116 años de historia no se le conoce uno. Entonces, ¿cuáles son las funciones del gerente general o deportivo?, ¿contra qué se lo mide? Si no hay un objetivo no se lo puede medir. Dieciocho millones de dólares de presupuesto para ser campeón uruguayo me parece un exceso.
Rudolf: De los últimos veinte campeonatos cortos, Nacional ganó seis, Peñarol cuatro y los cuadros chicos diez. Terminaste ganando la misma cantidad de torneos que los equipos menores, con una inversión seis o siete veces mayor.
Álvaro: El golpe contra la realidad nos lo damos siempre a nivel internacional, porque en el ámbito local todos los clubes están en el mismo nivel de informalidad y de gestión. Fronteras afuera, ves que clubes como River Plate de Argentina, San Lorenzo, Inter de Porto Alegre, en determinado momento comenzaron a ser a administrados por dirigentes que entendieron que el camino era imitar el modelo de clubes a nivel mundial, hacer lo que hacen los que ganan.
José Luis: La cuestión no está en qué presupuesto manejo, sino cómo. En otro orden, hay un tema de sustentabilidad del resultado. No se trata de ver si podemos o no ser campeones de América, sino que la gestión te asegure que siempre vas a poder competir, a larga eso te asegura el triunfo. Cuando, por ejemplo, la gerencia deportiva no cumple con el objetivo, ¿qué se hace? Se reformula el objetivo o la gerencia. En todos los clubes las gerencias cumplen un rol, la Directiva fija los objetivos y la gerencia los cumple.
Álvaro: También para eso hay que darle las herramientas, brindarle autonomía y la responsabilidad, proveerla de un presupuesto dentro del cual se va a tener que manejar, indicarle con cuántos jugadores deberá contar y marcarle un cupo para juveniles. Lo que no puede pasar nunca es que aparezca un manotón de ahogado de un directivo arrimando un futbolista. El directivo siempre puede tener la última palabra en lo que hace a una contratación, pero nunca la primera, porque si yo le coloco de costado un jugador al gerente deportivo, después no puedo evaluar su gestión. Imaginate que estás construyendo tu casa y cada amigo que viene lo que hace con una sugerencia, «¿por qué no ponés una pared acá?», o empiezan a agregar cosas, ¿vas a hacer responsable al arquitecto?
Heber: Es por eso que tenés que tener un objetivo institucional. Para eso es necesario ser firme y tener claros los conceptos y con quién quiero llegar. Si mi planteo es alcanzar determinada meta y hacerlo con un cien por ciento de participación de jugadores formados en el club, lo que tengo que hacer es solidificar más la estructura juvenil, y asegurarme de contar con un gerente deportivo y un entrenador que dominen todos los ámbitos de las divisionales formativas.
Hablando de divisionales juveniles. Hay como una costumbre de que los dirigentes y entrenadores de formativas sean personas que comiencen a hacer allí sus primeras armas, que vayan aprendiendo en ese sector del club. ¿No debería ser lo opuesto, que los mejores técnicos y dirigentes sean los encargados de las formativas?
Heber: Y la mejor estructura. A eso también nos referimos. Si Nacional apunta -como lo ha hecho en los últimos tiempos-, a mejorar la calidad de sus planteles, y se basa en jugadores juveniles, tengo que contar con una estructura que genere jugadores. Pero no solo eso, existe un proceso de captación que debemos complementar con el deseo de los niños de jugar en Nacional. Por eso nosotros apuntamos a profesionalizar las divisiones menores, con técnicos adecuados a cada categoría y dirigentes abocados exclusivamente a los chicos. A ellos hay que darle comodidad en las canchas, una alimentación adecuada y una estructura que los cobije y los motive.
¿Ustedes están preparados para cualquier escenario, insertar un directivo, ninguno o ganar las elecciones?
Álvaro: Claro que sí. Todos contamos con experiencia previa dentro de los estamentos del club, y en base a eso fue que nos atrevimos a esto. Sabemos que el desafío es grande, pero tenemos el convencimiento de que la recompensa es mayor. Tenemos la certeza de que lo que hay que hacer, se puede lograr. No hay que salir a reinventar nada, es simplemente imitar a los que hacen las cosas bien. Nosotros entendemos que vamos para ganar, no para sustentar uno o dos cargos, porque sabemos -a partir de toda la experiencia que hemos recolectado en el club-, que la única manera de mejorar la gestión y de cambiarla de verdad, es ganando las elecciones, es teniendo el poder de decisión y decir «vamos a cambiarlo». El club no se cambia ni se mejora con uno, dos o tres directivos que trabajen en determinado tema y avancen. No se puede así. Este es un tema que decanta desde lo más alto hacia abajo. El cambio que necesita Nacional no va a ser posible a la inversa. En estos días he estado leyendo el libro de Rodolfo Sienra «Entre el cielo y el infierno». A 31 años de escrito, es asombrosa la similitud con la actualidad. El club se maneja igual. Creo que si te pudieras teletransportar 31 años hacia atrás y pararte en la puerta de la sede, la realidad sería prácticamente la misma. Vivían los mismos problemas, con las mismas soluciones que hoy. La imagen que se me viene a la mente es la del hámster en la ruedita. Ésa es la realidad de Nacional, en algún momento hay que parar. Nosotros estamos convencidos de que las otras opciones nos van a asegurar tres años con más de lo mismo.
José Luis: El mensaje que le vamos a dar al socio es que para tener resultados distintos, hay que hacer cosas diferentes. Si uno hace las mismas cosas va a obtener los mismos resultados, y creemos que las garantías de cambio, solamente las puede encontrar en una opción nueva.
Hay cosas que son necesario cambiar para lograr los objetivos que ustedes proponen, pero existen contra-partes que no van a estar de acuerdo y con las que van a tener que lidiar; llámese: los otros clubes, la AUF, el Colegio de Árbitros, los contratistas. ¿Tienen una estrategia para hacerle frente a todo esto?
Álvaro: Claro. Nuestra experiencia dentro del club nos permite conocer cuáles son los puntos fuertes de Nacional, sabemos perfectamente cómo se maneja la competencia con otros clubes, con la televisión, la AUF, la Conmebol, los contratistas, con todo. Lo tenemos claro, y aparte no venimos a refundar el club, sino a apoyarnos en lo que está bien y tratar de mejorarlo, y el aspecto en que estamos en gran falta -según nuestro entender-, que es la gestión, la vamos instrumentar e imponer lo que demandan los tiempos de hoy. No es casualidad de que cada vez quedemos eliminados más tempranamente de torneos internacionales, en manos de equipos con menor presupuesto, menos hinchas y con países con menor tradición futbolística. Hay algo en la raíz, no en un campeonato individual. Se impone un cambio.
En caso de acceder al presidencia, ¿cuáles serían las primeras medidas a instrumentar?
Álvaro: Creo que lo primero que deberíamos hacer es saber dónde estamos parados. Con esto me refiero a que necesitamos que los responsables de cada área nos den un status de cada cosa y nos planteen sus objetivos. El segundo punto -teniendo en cuenta que ninguno de nosotros es, ni pretende ser un todólogo-, buscaremos la revisión y la opinión de cada tema por un profesional especializado en la materia. A modo de ejemplo, si me llamás el 13 de diciembre yo no voy a decir que vamos a traer a tal jugador. Esa no es tarea del directivo.
José Luis: Yo soy contador, no arquitecto, por lo que no te voy a hablar de arquitectura ya que no es mi área. Lo mismo acontece en el fútbol y en el resto de las áreas que conforman el club. Un integrante de la directiva no tiene por qué saber de todo. Es más, si intenta hacerlo, es probable que termine sin saber de nada. Lo que tiene que hacer es rodearse de gente que tenga conocimiento específico de cada segmento del club. Ahora, todo esto que estamos pensando hacer, lo vamos a instrumentar rápidamente. Entendemos que lo primero que un directivo le tiene que dedicar a Nacional, es tiempo. De lo contrario no puede ocupar un cargo, porque las cosas pasan estando él o no. Es indispensable que pueda dar los lineamientos para que las gerencias puedan abrir el camino para hacer cumplir esas líneas.
Rudolf: Por eso la primera gran medida, debería ser el cambiar el papel de la Directiva, que deje de tener un rol ejecutivo para pasar a tener uno directivo y ahí abocarse a emprender el camino de un club del siglo XXI. Modernizar las áreas del club y actualizar las que sean necesarias.
Álvaro: Meterse en lo que cada uno domina y solo en eso. Y creemos que eso solo va a pasar si gana «Primero Nacional». Nosotros en la Comisión de Fortalecimiento Social, demostramos que se puede, logrando incluso el récord de socios en años que no fueron tan buenos para el club. Uno de los temas que ya tenemos definidos, de los que van a marcar un comienzo, será el fin de las contrataciones fantasmas. Tenemos una lista de los últimos diez años de jugadores que ha contratado Nacional, que algunos se sabía desde el día cero que no estaban a la altura del club y/o venían rotos.
José Luis: En los últimos años Nacional transfirió por setenta millones de dólares. Y debemos plata.
También están los jugadores por lo que se apostó claramente a ganador y nadie podía imaginar de antemano que no iban a rendir. En una sola temporada tenemos los casos de Vicente Sánchez, Juan Albín, Sebastián Abreu.
Álvaro: Nada es infalible, lo que creo es que hay que estudiar y analizar mucho más antes de traer un jugador. Tenemos las experiencias recientes de las transferencias de Sebastián Gorga y Carlos De Pena a los que a ambos se les realizó una prueba médica antes de viajar a firmar por su nuevo club. Si se hubiera constatado alguna anomalía no viajaban. Nosotros debemos hacer lo mismo. ¿Cuántos juveniles nos perdimos de ver salir campeones con Nacional en los últimos años, por traer jugadores que vinieron a hacer banco?
José Luis: En cuánto a cómo hacer para evitar que se nos lleven jugadores de formativas -incluso antes de verlos debutar en el primero-, pienso que un buen gerente de formativas debería detectar y sugerirle a la Directiva que preste especial atención a determinado jugador para incluir cláusulas de rescisión o mejorarle el contrato. Si te pasa una, dos, tres veces y no hacés nada, el error está en tu cancha.
Ernesto Flores y Alejandro Luzardo
decano.com
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