La selección uruguaya se ha caracterizado a través de la historia por desafiar a la lógica. No obstante, los apostadores insisten en desafiar a la historia.
Seguramente, a nadie ha de asombrar -sea cual sea- el resultado del partido que enfrentará hoy a chilenos y uruguayos. Si ganan los dueños de casa, se dará la lógica, lo esperable. Por el contrario, si se imponen los celestes no será nada muy distinto de lo que viene acontenciendo en la Copa América desde 1916.
De las 33 Copa América disputadas en sede fija fuera de Uruguay, la celeste se enfrentó al país anfitrión en 30 oportunidades – en Brasil 1919 y en Venezuela 2007 nos cruzamos con los dueños de casa en dos ocasiones-, resultando ganador en 14, obteniendo empates en 5 y siendo derrotado en las 11 restantes.
Si bien no siempre el país organizador fue el favorito, Uruguay fue el responsable de dejar con las manos vacías en más de una ocasión al candidato de la prensa y el público.
Sucedió por primera vez en la génesis del torneo, cuando aún no se llamaba Copa América ni tenía trofeo en disputa. En el año 1916, Argentina organiza por primera vez un torneo internacional de selecciones. La lógica indicaba que los albicelestes fueran quienes se alzaran con el primer puesto, ya que eran quienes ostentaban más victorias en los anteriores enfrentamientos ante Uruguay, único país que les podía hacer sombra. Uruguayos y argentinos llegaron al partido final de torneo con posibilidades de coronarse campeones, los celestes tenían un punto más que su rival, por lo que con un empate se proclamaban como los mejores del campeonato. Finalmente esto fue lo que sucedió, se dio un empate a cero con sabor a derrota para los argentinos.
Uruguayos y argentinos habrían de cruzarse en suelo de estos últimos en 6 ocasiones más, en las cuales Uruguay se impuso en 3 que resultaron inolvidables por distintas circunstancias:
1937 – Argentina resultó a la postre campeón del torneo, mientras que Uruguay fue derrotado a manos de Paraguay, Chile y Brasil, pero consiguió imponerse a Perú y a los locales.
1987 – La Argentina de Maradona y Caniggia, la indiscutida Campeona del Mundo de 1986 cayó en semi finales ante un Uruguay por el que, en lo previo, nadie “daba dos pesos”.
2011- La gran fiesta Argentina se fue al diablo cuando los celestes, nuevamente, le cortaron la carrera al título tras eliminarla en la tanda de penales luego de empatar a uno en tiempo reglamentario.
El rival de este miércoles, Chile, es el segundo país en la lista de los que hemos enfrentado más veces en su propio suelo. Celestes y rojos disputaron 6 encuentros tras la cordillera. En 1920, Argentina llegaba a la última fecha del torneo con 2 puntos, producto de 2 empates, mientras que Uruguay lo hacía con 3 unidades, conseguidas tras el empate ante los albicelestes y la goleada ante Brasil por 6 a 0. Uruguay derrotó por 2 a 1 a los trasandinos y se adjudicó la primera Copa América disputada en suelo chileno. Luego volvimos a ganarle en 1926 ( 3 a 0) y 1941 (2 a 0), en 1955 fue empate en dos tantos y la única vez que Chile nos pudo ganar en su tierra fue en 1945 por la mínima diferencia.
Cinco son las ocasiones en que estuvimos frente a frente con brasileños y peruanos cuando les tocó a estos ser anfitriones. Nunca pudimos ganarle a los norteños. En la primera Copa América organizada por los “brasucas” obtuvimos un empate en la última fecha del torneo (2 a 2), lo que nos llevó a quedar igualados en posiciones. En el partido final, recordado como “el más largo de la Copa América” porque se debieron disputar dos veces tiempos reglamentarios de 30 minutos, transformándolo en un partido de 150 minutos, uruguayos y brasileños no se superaron al final de los 90 reglamentarios ni en los primeros 30 adicionales. Recién en los segundos 30 habría de surgir un ganador -Brasil- por 1 a 0. Volvimos a empatar en 1922 y perdimos en 1949 y 1989.
Perú nos recibió en 1927, 1935, 1939, 1953 y 1957 . El único partido en que Uruguay cayó derrotado en la edición de 1939 fue ante Perú, que finalmente lograría su primera coronación como monarca de América. En las restantes fueron victorias celestes por 4 a 0 (1927), 1 a 0 (1935), 3 a 0 (1953) y 5 a 3 (1957).
En las dos primeras ocasiones en que uruguayos y ecuatorianos se midieron por Copa América en Guayaquil, los celestes le anotaron 10 goles a la tricolor y recibieron solo 1 (6 a 1 en 1947 y 4 a 0 en 1959). En la última edición de la Copa América organizada por los andinos, consiguieron imponerse a los charrúas por 2 goles a 1.
Uruguay se enfrentó a la vinotinto en dos ocasiones en la única oportunidad que los venezolanos organizaron el torneo continental. En fase de grupos no se superaron y cuando volvieron a cruzarse en Cuartos de Final, Uruguay aplastó a los locales 4 a 1.
En 1997, la celeste cayó derrotada ante Bolivia en la única ocasión en que estos se midieron ante los charrúas en condición de locales.
Paraguay enfrentaría a Uruguay en Asunción por Cuartos de Final de la Copa América de 1999. El partido culminó en empate a uno y la celeste avanzó al derrotar a los locales en tanda de penales por 5 a 3.
Ernesto Flores
decano.com
Nota anterior: Nos la jugamos con Paraguay
Pasó Argentina y Uruguay se juega el pase a octavos contra Paraguay. A la espera del partido, las crónicas anteriores y una columna de Ernesto Flores.
Agüero encontró el alivio de Argentina en esta Copa América con un golazo que tumbó a una combativa Uruguay. El ‘Kun’ marcó el único tanto del partido en el minuto 56 y Argentina rentabilizó su diana a base de sufrimiento. No se encontró nada nuevo Argentina. La Uruguay de siempre, la del oficio defensivo y el contacto como método de intimidación, anuló el juego combinativo de la albiceleste. Apenas un par de apariciones de Messi alteraron el orden establecido. El argentino estuvo desactivado y adquirió responsabilidad Pastore, que se acerca a la condición de estrella que de él se esperaba tras aquella temporada mágica en el Palermo.
Nadie defiende como la Celeste, y nadie compite como Uruguay cuando enfrente hay un rival de primer nivel. A mayor calidad al otro lado del campo, mejor rendimiento defensivo de Uruguay. Los de Tabárez incluso encontraron peligro en dos cabezazos de Godín y Rolan que pudieron poner las cosas aún más difíciles a los del ‘Tata’ Martino. Errático Di María -hay mejores alternativas para el once- y desaparecido Agüero, Argentina se aferró a los chispazos de Messi. En una de sus clásicas asistencias el ‘Kun’ pudo adelantar a la albiceleste pero Muslera respondió bien al cabezazo picado del delantero del City.
La segunda vez que se encontraron el desenlace fue bien distinto. Pastore creó, Zabaleta sirvió y Agüero hizo el resto. El ‘Kun’, amargado por los férreos marcajes, llegó como una exhalación en el primer palo, con Giménez colgado de la espalda, y fusiló a Muslera con un certero cabezazo.
A partir del gol se endureció el partido, Uruguay tuvo que salir y Argentina comenzó a encontrar los huecos que se le negaron durante todo el encuentro. Fue Uruguay, sin embargo, quien pudo equilibrar el choque con un disparo a placer que Rolan mandó a las nubes. La Celeste se fue con todo arriba y Argentina se preparó para sufrir. Contemporizó el equipo del ‘Tata’ Martino entre cambios y balones a Messi, especialista en esconder el balón en momentos críticos y de máxima presión.
Uruguay insistió y tuvo el empate en la cabeza de Rolan, primero, y en los pies de Abel Hernández más tarde. Apareció Romero en el momento justo y Argentina respiró tranquila. Volvió a ofrecer dudas y volvió a sufrir, pero esta vez los puntos se quedaron en casa de la albiceleste. Y no fue porque Uruguay no lo intentara, pero al final decidió la calidad. Y de esa Agüero tiene a raudales.
Foto: El País, Madrid.
La historia marca que, cada vez que Uruguay llegó a alcanzar cosas importantes, y en su camino se interpuso Argentina, había más jugadores de Nacional en el plantel que de cualquier otro club. Tal vez Tabárez tuvo en cuenta a la historia y decidió apelar al corazón tricolor del “Tata” para inclinar la balanza a favor de la estirpe ganadora de los tricolores.
Con la inclusión de Álvaro González, la formación celeste contará con mayoría de bolsilludos en su alineación. Como ha sido siempre que se conquistaron cosas importantes.
En el primer enfrentamiento por Copa Sudamericana, en tierras argentinas en 1916, Uruguay y los locales llegaron a una suerte de final: Argentina necesitaba ganar para coronarse campeón, un empate distinguía a Uruguay como el primer campeón de un torneo internacional sudamericano. Fue empate a cero.
El plantel uruguayo estuvo compuesto por diecinueve jugadores: Miguel Benincasa de River Plate, Cayetano Saporiti y Alfredo Zibechi de Wanderers, José Tognola (Reformers), Antonio Urdinarán (Defensor), Rodolfo Marán (Universal), Juan Delgado (Central), cinco jugadores de Peñarol: Isabelino Gradín, Manuel Varela, José Piendibene, Jorge Germán Pacheco y José Pérez, y una mayoría del Club Nacional de Football: José Brachi (delantero), Francisco Castellino (defensa), Pablo Dacal (volante), Alfredo Foglino (defensa), Ángel Romano (delantero), Pascual Somma (delantero) y José Vanzzino (volante). Además, el técnico del combinado fue el defensa central del club oriental, Alfredo Foglino.
Al siguiente año, cuando se pone en disputa por primera vez el trofeo “Copa América”, nuevamente los dos poderosos del Plata se enfrentan en una final. La victoria fue para los celestes, con gol del canterano tricolor Héctor Scarone. En ese partido definitorio, Uruguay alineó a Cayetano Saporiti, Manuel Varela, Alfredo Foglino, Germán Pacheco, Gregorio Rodríguez, José Vanzzino, José Pérez, Héctor Scarone, Ángel Romano, Carlos Scarone y Pascual Somma. Seis de los futbolistas (Foglino, Vanzzino, Héctor y Carlos Scaron, Ángel Romano y Pascual Somma, pertenecían al Club Naciuonal de Football.
En 1920, al igual que en este Sudamericano, uruguayos y argentinos habrían de enfrentarse en la segunda fecha, partido que finalizó en empate a uno. En esta ocasión, solo cinco de los seis convocados por Nacional estarían en el campo. De todos modos, Nacional tuvo mayoría de sus futbolistas en cada encuentro: Antonio Urdinarán, Alfredo Foglino, Alfredo Zibechi, Pascual Somma y Ángel Romano. El restante convocado, Carlos Scarone, no tuvo participación en esta Copa América.
La primera final disputada contra los albicelestes en suelo oriental, en 1924, también contó con supremacía tricolor en cancha: Andrés Mazali, Alfredo Zibechi , Santos Urdinarán, Pedro Petrone y Ángel Romano. Uruguay no pudo contar en cancha esa tarde de noviembre con la estrella alba y de la selección, Héctor Scarone, producto de una lesión.
En 1926, la Copa América se disputa en tierras chilenas por primera vez. Uruguay enfrenta a Argentina en el partido siguiente al de debut. “Nuevamente es Nacional el equipo del que se nutre el combinado celeste. Una vez más, el club oriental por definición habría de aportar la mayor cantidad de futbolistas a su selección. Nunca mejor aplicado el pronombre”, (del libro “Nacional es Uruguay” de Ernesto Flores).
Dos años después, uruguayos y argentinos vuelven a encontrarse en una final, en esta ocasión, la definición de las Olimpíadas. En 1928, Nacional contribuyó con para la segunda consagración olímpica. Otra vez, más que ninguno. De los 23 olímpicos del ´28, 6 eran tricolores: Andrés Mazali, Héctor Castro, Pedro Petrone, Héctor Scarone, José Leandro Andrade y Santos Urdinarán. De los doce goles conseguidos en Ámsterdam 1928, cuatro fueron de Petrone, tres de Scarone, uno de Santos Urdinarán y uno de Castro.
Cuatro aportes tricolores -nuevamente mayoría- habrían de disputar la primera final de la Copa del Mundo de 1930: José Leandro Andrade, Héctor Scarone, Héctor Castro y Pedro Cea. Andrés Mazalli no fue citado producto de una sanción disciplinaria, de lo contrario habrían sido -seguramente- cinco los futbolistas del club criollo.
El Sudamericano Extra de 1935, volvió a contar con una final entre las selecciones del Plata. Seis serían los jugadores cedidos por Nacional: José Nasazzi, Marcelino Pérez, Aníbal Ciocca, Héctor Castro, Enrique Fernández y Miguel Andreolo. Salvo Andreolo, los cinco restantes participaron de la victoria ante Argentina por 3 a 0, con dos goles llegados de tiendas tricolores. Héctor Castro y Aníbal Ciocca habrían de anotar el primer y último gol del encuentro.
Aníbal Paz; Héctor Romero, Agenor Muñiz; Raúl Rodríguez, Obdulio Varela, Schubert Gambetta; Luis E. Castro, Severino Varela (21 minutos Oscar Chirimini), (84 minutos José María Correa), Aníbal Ciocca, Roberto Porta y Bibiano Zapirain habrían de jugar el partido final del Sudamericano de 1942 disputado en Montevideo. Paz, Romero, Gambetta, Castro, Ciocca, Porta y Zapirain fueron en esta ocasión los tricolores “celestes” que se consagraron campeones al vencer a Argentina por 1 a 0, con gol de…¡un bolsilludo!, Bibiano Zapirain.
En el Sudamericano de Montevideo de 1956, por primera vez Nacional no aportaría la mayoría de jugadores -en esta ocasión le correspondió a Danubio-, pero sí vendría de tiendas tricolores el gol que definió la final ante los albicelestes. Javier “Patesko” Ambrois definió el duelo a favor de Uruguay y la Copa se quedó en casa.
La mayor diferencia de goles en un torneo oficial entre Uruguay y Argentina se dio en el marco del Sudamericano de 1959. El 16 de diciembre, Uruguay se impondría por 5 a 0 a Argentina, con goles de Alcides Silveira, a los 9 y 55 minutos de tiro penal, otro doblete, esta vez de Mario Bergara a los 15 y 64 minutos, y José Sacía, que anotó a los 25 el tercer gol celeste.
Cinco fueron los futbolistas que llegaron de Nacional a la selección, todos habrían de ser titulares: Roberto Sosa, Horacio Troche, Ruben González, Juan C. Mesías y Guillermo Escalada. Ningún otro club aportó más.
En 1967, la final del campeonato volvería a enfrentar a uruguayos y argentinos. Uruguay venció 1 a 0 con gol de Pedro Rocha, que anotaría el único gol del Sudamericano que no salió del zapato de un tricolor. Los restantes fueron convertidos por: Julio Montero Castillo , Jorge Oyarbide, José Pepito Urruzmendi y Domingo Pérez. Como es costumbre, Nacional cedió la mayoría de los futbolistas al seleccionado: Héctor Cincunegui, Edgar Baeza, Ruben Techera, Juan Martín Mujica, Jacinto Callero, Julio Montero Castillo , Jorge Oyarbide, José Pepito Urruzmendi y Domingo Pérez.
La Copa América de 1987, en la que habríamos de vencer a la Argentina campeona del mundo, tuvo mayoría de aportes desde el extranjero. Comenzaban a cambiar las cosas y los futbolistas ya no pasaban por los grandes antes de emigrar. Wanderers fue el equipo que aportó más jugadores, de Nacional fueron citados José Luis Pintos Saldanha y Mauricio Silvera, pero repasando la lista saltan a la vista varios corazones tricolores que luego habrían de vestir la blusa alba: Ruben Sosa , Enrique Peña y Jorge Seré .
La última vez que uruguayos y argentinos estuvimos frente a frente en un torneo internacional que finalmente se definiera a favor nuestro, fue en la pasada Copa América, en suelo argentino. En ese 16 de julio de 2011, Uruguay alineó a : Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Mauricio Victorino (19 minutos, Scotti), Martín Cáceres; Álvaro González, Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos (110 minutos, Eguren), Álvaro Pereira (110 minutos, Gargano); Diego Forlán, Luis Suárez. Mucho nombre asociado a Nacional y a sus formativas. En total, en la última consagración celeste a nivel sudamericano, participaron 13 jugadores ligados al club decano: Fernando Muslera , Diego Lugano , Diego Godín , Sebastián Coates , Mauricio Victorino , Sebastián Eguren , Luis Suárez , Álvaro Pereira , Sebastián Abreu , Nicolás Lodeiro, Andrés Scotti , Edinson Cavani y Álvaro González. De esos 13, uno -Sebastián Coates- era en el momento jugador del club. Una costumbre que se repite desde 1916: donde juega Uruguay, hay un futbolista de Nacional.
Ernesto Flores
decano.com
URUGUAY- JAMAICA
Uruguay sufrió mucho más de lo previsto ante Jamaica y únicamente un gol de oportunista de Rodríguez salvó los puntos para la Celeste. Los de Tabárez únicamente pudieron superar a balón parado al combinado jamaicano, que demostró no ser un cómodo invitado a esta Copa América.
La buena imagen de Jamaica acentuó las deficiencias con las que Uruguay ha llegado a esta Copa América. Los de Tabárez completaron un primer tiempo para olvidar y sólo la inocencia ofensiva de su rival evitó que el susto fuera mayor. Apenas un par de apariciones de Cavani y un claro penalti de Lawrence por cortar un disparo con el brazo fueron el bagaje ofensivo de la Celeste.
Como no podía ser de otra manera, Uruguay golpeó a balón parado. A los siete minutos del segundo tiempo, un balón cabeceado por Giménez encontró el instinto de Rodríguez, que empujó casi a placer a la red. De su oportunismo y de contadas apariciones de sus hombres de calidad, véase Lodeiro o Cavani, vivió la Celeste. De sus chispazos y de la inoperancia ofensiva de una Jamaica que tampocó supuso una amenaza real ya por debajo en el marcador.
Inocencia ofensiva de Jamaica
Mattocks y Barnes pusieron voluntad… y poco más. Ambos tuvieron una buena ocasión para marcar pero ninguno supo recompensar el trabajo de su equipo con una buena finalización. Jamaica acabó metiendo balones en el área y dispuso de otro par de buenas oportunidades para batir a Muslera. Mientras, los de Tabárez especulaban con el resultado y aseguraban su primera línea con la esperanza de encontrar una acción aislada en la que Cavani marcase diferencias. Pero no era el día del delantero del PSG ni tampoco de Uruguay, que tiró de su versión más práctica para debutar con victoria en esta Copa América.
Tras debutar en la Copa América convictoria,Óscar Washington Tabárez dijo que su equipo necesitará mejorar «lo más rápido posible» si quieren hacer un buen papel, ya que ante Jamaica dejaron algunas dudas en el juego.
El técnico charrúa comentó que «es un proceso de trabajo y necesitamos mejorar lo más rápido posible para esta Copa y también hay cosas que se van a ir mejorando con el tiempo», recordando que Uruguay no ha llegado en las mejores condiciones al torneo.
Para el seleccionador, la clave del partido estuvo en los últimos quince minutos de la primera mitad, en la que el equipo gozó de algunas oportunidades que no pudo aprovechar, destacando que «llevamos la pelota a la cancha de ellos y preparamos la jugada para el remate, pero no estuvimos finos en la definición».
Respecto a Jamaica, Tabárez reconoció que por momentos se vio sorprendido y que no es fácil jugar contra un rival que tiene futbolistas tan grandes y fuertes, afirmando que «cuando jugadores tan veloces están bien preparados colectivamente para la presión, el tiempo que tiene un futbolista rival para pensar es menor y eso sorprende. Hay que adaptarse y si jugáramos todas las semanas contra Jamaica lo haríamos mejor», añadiendo que los centroamericanos serán un duro rival para el resto de equipos.
Respecto a la adaptación de los nuevos futbolistas que han llegado a su plantel, Tabárez indicó que son jugadores con los que hay que tener paciencia hasta que se adapten a un nuevo nivel de exigencia, comentando que «hay que ver cómo se adaptan a este nivel y a la valía de los rivales y ver cómo hacen valer sus condiciones. Hay que tener paciencia, estamos seguros de cuál es el camino que tienen que recorrer pero no el tiempo que puede demorar».
Marca.com
Foto de portada: www.vivelohoy.com/
Nota previa al comienzo de la Copa América:
Este jueves da comienzo la Copa América en Chile, país que ya la supo organizar en seis ocasiones (1920, 1926, 1941, 1945, 1955, 1991) y que vio a Uruguay proclamarse campeón en las dos primeras.
Esas dos ocasiones tiene algo en común con esta, y con cada consagración celeste: la presencia de – al menos- un jugador del Club Nacional de Football. En este caso, Jorge Fucile será quién representará a Nacional como jugador en actividad en el club, pero de los 23 convocados, hay 6 con pasado tricolor – Fernando Muslera, Rodrigo Muñoz, Diego Godín, Sebastián Coates, Álvaro González y Nicolás Lodeiro- y dos reconocidos hincha bolsilludos -Edinson Cavani y Álvaro Pereira- para garantizar una presencia tricolor de más de tercio del plantel celeste.
De los nueve bolsos, siete ya fueron campeones de América, en un selección que además contaba con Luis Suárez , Andrés Scotti, Mauricio Victorino, Diego Lugano, Sebastián Eguren, Álvaro Pereira y Sebastián Abreu como representantes del Padre del Fútbol Uruguayo.
En aquella primera Copa América que organizaron los trasandinos y que conquistara Uruguay, hubo seis futbolistas aportados por Nacional. Compartimos un fragmento del libro “Nacional es Uruguay” de nuestro compañero Ernesto Flores. Precisamente el capítulo que se refiere a esa conquista.
1920: La celeste se recupera
Luego del Sudamericano disputado en Río de Janeiro, Brasil, en 1919, en el que Uruguay perdiera su invicto en el último partido —disputado ante los locales—, los celestes llegaron a Viña del Mar con la intención de recuperar su corona.
A la supremacía mostrada hasta entonces en el continente por parte de uruguayos y argentinos, les salía al cruce Brasil. A esto se le agregaba las ventajas que daban los combinados rioplatenses por distintas razones. Argentina se hallaba en pleno cisma y debió circunscribirse a jugadores de Boca Juniors, Huracán, Estudiantes de La Plata y Banfield únicamente, equipos que habían permanecido fieles a la Asociación Argentina. Por su parte, los celestes no podrían contar con su estrella en ascenso, Héctor Scarone.
El Club Nacional de Football nuevamente aportaría la mayor cantidad de futbolistas entre todos los clubes que cedieron jugadores a la selección. Ya se había hecho costumbre que el club que naciera bajo los colores de Artigas fuera tan generoso como este a la hora de hacer esfuerzos y sacrificios por los orientales. En las dos consagraciones anteriores a nivel sudamericano —1916 y 1917—, Uruguay había recibido el aporte de siete y nueve futbolistas de Nacional respectivamente. En esta ocasión serían solo seis, pero estos fueron fundamentales en la obtención del título. Cinco de ellos, Antonio Urdinarán, Alfredo Foglino, Alfredo Zibechi, Pascual Somma y Ángel Romano, serían titulares indiscutidos en los tres partidos que llevaron a los celestes a la reconquista de la Copa América. El restante —Carlos Scarone— no disputó ningún encuentro.
Seis fueron los futbolistas de Nacional convocados y, por primera vez, el Club Atlético Peñarol contaba con la misma cantidad de jugadores comprometidos a la selección: el arquero Juan Legnazzi, Pascual Ruotta, Andrés Ravera, José Pérez, José Piendibene y Antonio Campolo. Completaron el representativo charrúa: Manuel Beluotas y Juan M. Villar del Universal, Domingo Tejera y Armando Zibechi de Wanderers, y Sebastián Marroche del Reformers.
Uruguay debutó ante Argentina el domingo 12 de setiembre de 1920, en el que sería el segundo partido del torneo y el choque más esperado. Los maestros del fútbol del continente estaban una vez más frente a frente. Uruguay con la intención de seguir sumando copas a su Asociación y los argentinos decididos a conquistar por primera vez ese esquivo galardón.
El encuentro se jugó en el estadio del Valparaíso Sporting Club y fue arbitrado por el chileno Francisco Jiménez y presenciado por diecisiete mil espectadores.
Uruguayos y argentinos empataron a uno. Para Uruguay anotó Piendibene. Seis días después, el sábado 18 de setiembre, en el mismo escenario, tan solo nueve mil personas habrían de presenciar la histórica goleada ante Brasil por 6 a 0 y el imponente despliegue del forward de Nacional y la selección, Ángel Romano. El Loco abrió el camino de la goleada celeste a los 23 minutos y repitió a los 15 del complemento. Otro tricolor, Antonio Urdinarán, anotó el segundo de tiro penal. Los restantes fueron logrados por Pérez en dos ocasiones y por Campolo, pero esa tarde, todos, absolutamente todos los aplausos se los llevó Romano. Un jugador irrepetible según consideran todos aquellos que lo vieron jugar.
Finalmente, Uruguay habría de enfrentar a los locales el domingo 3 de octubre, repitiendo escenario —Valparaíso Sporting Club— y juez, Carlos Fanta, quien arbitrara el partido ante los norteños. Llama la atención que un juez chileno arbitre un encuentro en el que juega su selección, pero los trasandinos ya no tenían chance ninguna de alcanzar la primera posición, solo Argentina se jugaba algo. Con 4 puntos, producto de dos empates (Chile y Uruguay) y un triunfo ante Brasil, los albicelestes quedaban a la espera del resultado de este partido. De empatar Uruguay, igualaban posiciones, y en caso de una derrota celeste, Argentina conseguiría por primera vez la Copa América.
El partido fue más difícil de lo previsto pero Uruguay, con goles de sus scorers —que a la postre serían los goleadores del campeonato con tres goles cada uno— Ángel Romano y José Pérez, se impuso sobre los chilenos y grabó, por tercera vez, su nombre en el máximo trofeo continental.
Ernesto Flores
decano.com
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