De menos a más. El Decano saltó al campo de juego con algunos debutantes en clásicos. Julián Millán y Franco Catarozzi jugaron su primer partido ante el tradicional rival. El resto ya lo habían jugado y en su mayoría tienen saldo positivo en este tipo de encuentros. Justamente los dos debutantes fueron a los que se les notó más desordenados e imprecisos en el inicio del encuentro. Eso hizo que en el mediocampo, Christian Oliva tuviera que correr mucho y cubrir mucha cancha. También por el lado izquierdo de la defensa se pasaron momentos de peligro. Por allí vino el primer gol del rival, en una jugada con rebotes y distracciones de por medio. De a poco los debutantes y el conjunto en general fue mejorando y llevando el equipo al ataque, algo que había faltado en los primeros minutos. Se comenzó replegado y jugando en largo, algo que al principio no surtió efecto. Hasta que desde esa mejoría vino el gol del empate y a partir de allí se consolidó el equipo y fue superior a Peñarol. Así se fueron al descanso, con empate pero con un sabor dulce.
Pasada la hora. La segunda mitad estuvo pareja. Quizás con el rival teniendo más la pelota pero sin generar peligro en el arco de Mejía. Hasta que vinieron los cambios y el partido se desdibujó tácticamente y se transformó en un encuentro de ida y vuelta. El rival tuvo un par de jugadas de gol en las que Luis Mejía apareció como nos tiene acostumbrados con su jerarquía. Pero sobre el final aparecieron el juvenil Amaro junto con Mauricio para generar una jugada de peligro y una gran asistencia de Mauri para que el colombiano Diego Herazo, que ingresó en el complemento, definiera con mucha jerarquía para poner el segundo gol pasada la hora. Sobre el final y con el equipo aurinegro jugado al ataque incluso con su golero, llegó el tercero para liquidar en una jugada hermosa en la que el debutante Lucas Villalba, recién llegado, corrió 55 metros saboreando y festejando el gol en la carrera. Mejor debut imposible.
¡A lo Nacional! El rival tenía juego más atildado, figuras de millones y todos lo daban como favorito, pero en frente estuvo el cuadro más ganador de este país. Y se ganó de atrás, con huevos y con muchos de la Cantera Inagotable en la cancha. De atrás y en los descuentos, como más nos gusta a los hinchas. Ahora se viene una final ante el mismo rival, esperando tener el mismo resultado y el primer título de la temporada. Ojalá se nos dé.
¡Nacional, Nacional pa’ todo el mundo carajo!
Diego Ávalo
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