Errores estratégicos, de funcionamiento e individualidades no permitieron que Nacional tome la punta de la Tabla Anual.

Metidos atrás. El Bolso tenía la inmejorable chance de ganar y tomar la punta de la Tabla Anual por primera vez en el año. Para eso, Álvaro Gutiérrez volvió a colocar los jugadores que venían siendo titulares, excepto por Salvador Ichazo, que sustituyó a Sergio Rochet, que se despidió en la semana. Hasta ahí algo que podía ser previsible en el Guti. Lo que es inexplicable, teniendo en cuenta la calidad del rival, es la estrategia elegida. El Bolso entregó pelota y campo a Racing, y esperó casi detrás de la mitad de la cancha. Una pésima decisión ante un equipo muy inferior al Decano, que hizo que se viniera arriba y jugáramos de contragolpe. Además, a eso se le sumó una imprecisión muy llamativa en varios jugadores, tanto para controlar como para pasar, incluso a pocos metros de distancia. Pese a esto, Nacional en un pelotazo largo, logra ponerse en ventaja. Y a partir de allí con algo más de tranquilidad, se logró tomar el control del balón y salir más adelante en el campo. Pero el trabajo defensivo en conjunto no fue esta vez la mejor virtud. Y sobre el final nos empatan en un error de Ichazo que falló al rechazar un balón aéreo. En ataque tampoco se pudo hilvanar desbordes, o jugadas combinadas y dependíamos de pelear los envíos largos para generar peligro a los ponchazos. Así finalizó la primera mitad.

Seguimos igual. La segunda mitad no tuvo modificaciones ni en nombres ni en estrategia. Seguimos entregando el balón y el campo, y buscábamos salir de contragolpe. En una jugada aislada, logramos el tanto que nos daba el 2 a 1, y parecía que podíamos acomodarnos. Racing tampoco tenía un juego como para complicarnos. Pero en una jugada en un córner perdimos nuevamente en el juego aéreo y nos empatan. A partir de allí fue puro nervio y apuro. Nunca logramos serenarnos y llevar el equipo al ataque con claridad. Todo fue en base a pelotazos y empuje, pero no dio mayores resultados, ya que casi no hubo peligro sobre el arco de Racing. 

Errores estratégicos, colectivos e individuales. Nacional fue un cúmulo de yerros. El primero y principal fue de estrategia por parte del DT. No se puede salir a jugar con un cuadro tan inferior esperando en mitad de cancha. Es entendible que eso se haga por Copa contra equipos de prestigio y jerarquía. Pero sin la intención de faltar el respeto, Racing es un equipo que está peleando por no descender, y le entregamos la pelota y el campo. Inadmisible para un cuadro como Nacional. Esto hizo que el partido se jugara lejos del arco rival, y que para llegar hubiera que trasladar o combinar mucho, y la imprecisión y la falta de juego asociado hizo que esto fuera imposible. Después, hubo errores colectivos e individuales que asombran. En marca se salía de manera individual en lugar de presionar en conjunto. Jugadores que erraban pases a muy poca distancia. Controles permanentemente equivocados, o largos. Así es muy difícil ganar, aunque el rival no sea de nivel. Y lo último. Luego del Apertura el equipo se cayó y no ha podido levantar su nivel ni en juego ofensivo ni en lo defensivo, que era el fuerte de los equipos del Guti. Nacional necesita refuerzos en todas sus líneas, y cuando se dice en todas sus líneas es empezando en por el arco luego de la partida del capitán. Si Nacional no retoca el plante, dotándolo de mayor y mejor jerarquía en sus líneas, será difícil competir tanto a nivel internacional como a nivel local, puesto que la baja de rendimientos en jugadores fundamentales o la partida de algunos otros hará muy difícil que eso suceda. Ojalá que los dirigentes se den cuenta a tiempo y logren mejorar lo que ya se tiene. 

¡Arriba Nacional!

Diego Ávalo
 

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