Si no bastaran sus títulos de campeón de América e Intercontinental , o sus dos uruguayos y uno chileno como entrenador, Martín Lasarte aún sería recordado como el técnico que ascendió a Luis Suárez.

Hace unos días, Martín Lasarte fue noticia en Chile por su posible salida de la Universidad de Chile, equipo que dirige desde el 2014 y con el que obtuviera el campeonato nacional. El entrenador, que en los primeros días de mayo estará en Montevideo -luego de terminado el campeonato trasandino- habló con decano.com y, en relación a su anunciada salida aseguró que los comentarios se debieron a que recientemente el club cambió de directorio, aunque reconoció que “está claro que no repetimos la actuación del semestre pasado, pero ya nos colocamos en el pelotón de arriba. Todo indica que finalmente -si dios quiere- la campaña no va a ser tan mala, a pesar del mal momento en la Libertadores”.

Otro de los temas que tuvo al ex Nacional en el tapete, fue un supuesto sondeo desde Uruguay para que Lasarte se volviera a hacer cargo del primer equipo tricolor. Al respecto, Lasarte nos manifestó que “en cuanto tomé conocimiento del hecho me comuniqué con Álvaro Gutiérrez. Le envié un whatsapp y él me contestó, incluso llegó a llamarme pero no coincidimos en los tiempos. Mi mensaje fue para decirle que se quedar tranquilo en lo que refiere a mi persona. Le aseguré que nunca existió ningún contacto ni planteo alguno. Ni siquiera en forma extra oficial. Es más, tampoco hubiera dejado que se planteara. Si bien nunca fuimos compañeros con Álvaro, tengo una buena relación con él, es una excelente persona”.

A pesar de los temas de actualidad en los que estaba involucrado, nuestro contacto con el entrenador apuntaba a recoger sus recuerdos como el técnico responsable de ascender a Primera División al más descollante delantero uruguayo de los últimos ochenta años: Luis Suárez.

Si bien Lasarte ya ha relatado varias veces este episodio, no está de más evocarlo dado el espectacular momento que atraviesa el salteño.

Todo comenzó en el Palermo

Recuerdo que fui a ver un partido -creo que Central contra Liverpool- al Palermo, porque jugaba Sebastián Vázquez, a quien yo había conocido en Rentistas jugando como central o lateral y en ese momento lo estaba haciendo como volante, con buen rendimiento y convirtiendo muchos goles. Me interesaba un jugador con esas características, por lo que comencé a seguirlo hasta que, con el tiempo, lo incorporamos a Nacional.

En la  cancha me encontré con Ricardo Perdomo, quien estaba trabajando en la Divisiones Formativas del club y le pregunté por algún chico que tuviera condiciones como para ascenderlo. Estábamos por comenzar la pre temporada y era el momento ideal para incorporar a un futbolista al grupo Si bien con el tiempo, ya más metidos en el trabajo diario, íbamos a seguir sumando algún juvenil, mi intención era ya dar un mensaje a los jugadores de formativas de que iban a ser tenidos en cuenta. En el plantel ya teníamos a Pablo Caballero, ascendido por Hugo De León, y yo había escuchado hablar mucho de Martín Cauteruccio y Bruno Fornaroli. La respuesta de «Murmullo» me asombró por lo categórica: «subí a Suárez» fueron sus palabras. Sin ningún atisbo de duda”.

Pasajeros con destino a Los Céspedes

A los pocos días hicimos una lista de inicio. En ese momento Luis Suárez estaba en Barcelona, en casa de Sofía Balbi, en aquel entonces su novia. Cuando comenzamos los entrenamientos, lo hicimos en doble turno en Los Céspedes. Suárez no asistió al matutino porque el vuelo de Iberia arribaba pasado el mediodía, pero llegó directamente del aeropuerto a la concentración”.

La predicción del “Loco”

Una mañana de esas lindas de verano en Los Céspedes, estábamos sentados en el pasto, charlando de fútbol, tres o cuatro integrantes del grupo; entre ellos Sebastián Abreu, que en determinado momento sentencia «el día que lo pongas a éste, nosotros no jugamos más». Ése era el concepto que nos generaba Luis. Es que su desempeño era igual al de hoy, solo que más inocente, aniñado si se quiere, pero impactante”.

“Nunca había visto algo igual”

Con el tiempo se dio una circunstancia conocida, producto de una lesión de Fabián Coelho. Esta situación nos llevó a cambiar la figura y plantear un 4-3-3, con Suárez de 9. Erró unos cuantos goles pero hizo un  buen partido y así continuó durante tres o cuatro encuentros. Yo nunca había visto algo igual, un chico que recibiera la pelota, eliminara a tres o cuatro rivales -incluido el arquero-y errara el gol. Lo más fácil era convertir, todo lo anterior era dificilísimo. Era evidente su ansiedad. Hasta que anotó el primero, después siguieron llegando -no recuerdo si fueron 12 o 14- y el desenlace es el que todos conocemos, su partida al fútbol europeo, a un cuadro menor de una liga que no es de las más poderosa y su presente en Barcelona, luego de una campaña brillante en la Premier y en la selección”.

El vínculo actual

Seguimos en contacto. Le escribí hace unos días, luego del partido contra el PSG, él me había escrito para felicitarme cuando la obtención de aquel campeonato en Chile. Regularmente estamos en contacto”.

Ernesto Flores
decano.com

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