Miro al cielo y no caen goles, cae agua.
Un equipo partido con una estancia en el medio, cuatro delanteros allá perdidos y una defensa que no era la pensada debido a una gripe.
Un equipo sin historia que le mueve la pelota al otro; un equipo con historia que no da tres pases seguidos. Pocas ideas en bloque, nula efectividad en los pases, cambios que debieron ser antes y hasta poca liga. Mezcle todo eso, tírelo sobre la cancha y entonces el resultado saltará a la vista.
Jugamos mal, especial y notoriamente en el primer tiempo. En el segundo mejoramos, no demasiado pero al lado del primero era otro partido. Sin embargo ni siquiera tuvimos ese toque de suerte que muchas veces se precisa, por ahí nos faltó tiempo… ese tiempo que desperdiciamos en el primero.
Miro al cielo y no caen goles, cae agua y segundos y minutos que caen como pedrada rápida. ¿Subestimamos al rival? No, no lo creo. Creo sí que nos equivocamos en el planteo y no supimos verlo a tiempo. Después los minutos ya habían caído, implacables.
Muchos dirán que un cuadro sin historia no puede venir a ganarnos en nuestra casa. Les digo entonces que la historia no se empaña por eso. La historia se construye y se va tejiendo jugada a jugada, pero siempre puede, la historia, autocriticarse y entonces renacer de las cenizas de un partido mal jugado. Es eso la ley del juego. Si elegís mal, jugás mal y hasta ligas mal…entonces casi seguro te va a ir mal, por más historia que tengas.
¿Se pudo ganar? Si claro. Con otro planteo, con otra efectividad y otro día. No ayer y jugando así. Lo justo hubiera sido un empate pero la pelota también fue implacable y no quiso entrar en esta noche de miércoles.
Cecilia810
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