Caída clásica por un penal en contra, falta de ideas para generar juego y rebeldía para ir a dar vuelta el resultado.
La inoperancia del equipo para desarrollar y generar juego jugando más de cincuenta minutos con un hombre de más, los pocos destaques en rendimientos individuales, y las pocas certezas que mostramos como equipo, ante un rival que venía golpeado en la tabla y en sus propios rendimientos, son algunas de las explicaciones que encontramos para esta derrota clásica.
Primer tiempo con la desventaja y el VAR como protagonista. Nacional salió a jugar este partido con el sistema base que ha utilizado Jorge Repetto en este Apertura. El 1-4-2-3-1 tuvo solo una variante en hombres respecto al equipo que igualó ante Liverpool. Santiago Ramírez ingresó al once sustituyendo a un Ocampo que ni siquiera llegó a estar disponible para el banco de suplentes. Desde el arranque del partido se vio una idea clara de lo que intentó hacer el Tricolor: Presionar la salida del rival, cortar circuitos de juego y posicionar al equipo desde mitad de cancha hacia adelante, en corto. Por lo menos en los veinte iniciales eso funcionó. El equipo presionó en bloque, tuvo varias recuperaciones altas y obligó a pelotazos del CAP para sacar la pelota. Trezza, de buena tarea en ese aspecto, intentó junto al “Puma” Rodríguez ganar la banda derecha a la hora de atacar con pelota, pero esta fue una faceta donde el equipo mostró imprecisiones. Con el balón no estuvimos finos para encontrar espacios o habilitar de buena forma a los hombres de ofensiva, principalmente, al “Colo” Ramírez. Tanto es así, que salvo dos remates de Carballo de media distancia, no hubo chances claras para los nuestros.
El rival creció y encontró caminos por la derecha de su ataque. Aguirregaray le ganaba los duelos individuales a Santiago Ramírez, y junto a Laquintana, complicaron a éste y a Almeida. Tras dos avisos que vinieron con jugadas por ese sector, llegó el penal sobre la media hora de juego, bien cobrado en este caso, de Almeida sobre el extremo derecho rival. Ceppelini puso la ventaja, pese a que Rochet adivinó el lugar de la ejecución.
El final del primer tiempo tuvo un par de actuaciones del VAR determinantes, y poco, muy poco de tiempo neto de juego. Primero Ceppelini se fue expulsado por un pisotón sobre Ramírez, y enseguida Leodán González expulsó a Trezza, cuando venía debatiéndose en lucha con Laquintana. A instancias del llamado al árbitro, este dio marcha atrás con la determinación y mostró la amarilla, que era lo que correspondía.
En la segunda parte tuvimos la pelota, pero no supimos qué hacer. El técnico tricolor comenzó el segundo tiempo con Cándido y Otormin de entrada, sustituyendo a Almeida y Trezza. Si bien el planteo y el repliegue lógico de un rival que va ganando y tiene un hombre de más nos permitió tener el balón, la inoperancia y las deficiencias que mostramos en manejo, en ideas, en resolución de jugadas, nos fueron llevando a un pozo, a un embudo, del cual no se puede rescatar muchas cosas para el destaque.
Idea clara de lo que decimos es que el equipo varió de nombres y de sistemas, porque mientras estuvo Gigliotti, hasta su expulsión, pasamos a jugar con dos “nueve”, con un volante de marca y cuatro hombres por delante. En los minutos finales jugamos con una línea de tres simulada, que por momentos fue de dos, con Coelho bancando el fondo, siendo de los pocos que aprobó con nota. Todas estas variantes generaron apenas una chance de gol estando once contra diez. Fue un cabezazo de Gigliotti que dio en el palo.
La siguiente fue simplemente un remate de Santiago Ramírez desde afuera. Y dentro de ese desconcierto, de esas malas sensaciones que transmitió el equipo, al que nunca se lo vio llevándose por encima a su rival, fue el locatario quien dispuso de chances más claras que nosotros.
Podrá pesar que hoy debutaron varios jugadores en un clásico oficial, cinco en el equipo titular, otros tres desde el banco, aunque estos últimos con más recorrido futbolístico. Podrá decirse que el equipo todavía busca su juego, o su idea futbolística, con un técnico que es nuevo, pero que ha tenido la chance de jugar ya varios partidos entre amistosos y oficiales. Lo cierto es que el equipo volvió a involucionar. Muchas de las cosas buenas que se venían mostrando, hoy no estuvieron. Y no podemos lamentarnos por las ausencias de jugadores, cuando lo de hoy fue falta de juego, de ideas, de saber que hacer con la pelota.
Dura derrota, pero hay que seguir. Es Nacional y hay que ganar siempre.
Agustín Bermúdez
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