La última vez que Nacional empató un partido fue el 11 de marzo de 2014 por la Copa Libertadores ante Atlético Nacional.
Desde entonces se han sucedido dos entrenadores y treinta y dos partidos de los cuales ganó veintiuno y perdió los restantes.
En su etapa final al frente de Nacional, Gerardo Pelusso tuvo una mala racha de seis partidos seguidos con derrota entre el torneo local y la Copa Libertadores, seguidos de dos victorias -ante Defensor Sporting y Cerro Largo- y finalmente la caída clásica que determinó su alejamiento.
Álvaro Gutiérrez asumió interinamente el 4 de mayo, debutó con victoria ante Cerro, resultado que lo acompañaría en la mayor parte de su trayecto hasta hoy. Desde esa fecha -decimotercera del Clausura 2014- hasta el clásico del pasado lunes por la Copa Bandes, Nacional ha disputado veintitrés partidos, de los cuales ganó diecinueve y perdió los cuatro restantes. Aunque de estos solo uno fue un enfrentamiento oficial, el jugado ante El Tanque Sisley por la tercera fecha del Torneo Apertura.
Entre las frases que suelen utilizarse en el fútbol -la mayoría de difícil comprobación- existe una que dice que «si jugás al empate, lo más probable es que pierdas». El Nacional de los últimos veinte o veintitantos partidos, pareció estar muy ocupado en ganar y tal vez por este motivo se le coló una mala.
Álvaro Gutiérrez ha demostrado ser un entrenador asombrosamente práctico que plantea sus partidos para obtener el mejor resultado posible. Además de práctico, creíble donde más importa: puertas adentro. Sus jugadores parecen estar impregnados de la filosofía del DT y le responden.
Nacional se ha convertido en un equipo utilitario, consciente de sus limitaciones y -por sobre todas las cosas- convencido de sus fuerzas. Esto le ha permitido forjar un equilibrio que se traduce en orden dentro del campo de juego. El tricolor sabe esperar, nunca sale a arrasar con su rival ni tiene como premisa el replegarse, es un equipo que no esconde nada pero tampoco juega exigido, al límite de sus capacidades, arriesgando un traspié. Los amantes de la estrategia seguramente disfruten del despliegue de Nacional, que no dará sorpresas pero tampoco las toma.
Es difícil predecir hasta dónde llegará el equipo en cada uno de los torneos que deberá afrontar en el semestre, pero muy probablemente, hasta donde lleguemos, será por mérito propio y compartido, de la institución, jugadores y cuerpo técnico, que lograron una conjunción y una armonía que se asemeja mucho a las que dieran inicio a las grandes gestas.
Ernesto Flores
decano.com
COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO:
UNITE A NUESTRA COMUNIDAD
Seguinos en nuestras redes sociales y enterate de toda la actualidad del decano del fútbol uruguayo
REDES SOCIALES
SUSCRIBITE A NUESTRA NEWSLETTER
No te pierdas ninguna novedad del decano