Mientras el sol no demasiado abrigador cae sobre la Olímpica, la Banda calienta el cemento. Canta que los jugadores pasarán, como también pasarán los técnicos, y la única que quedará será la hinchada.
“¿Vas a ir a ver a Nacional estando la final…?” fue la pregunta de la semana.
Considerando que los precios de hoy quisieron parecerse a los de Wembley, y uno no podía elegir ubicación, quizás esta pregunta hubiera tenido sentido.
Sin embargo no pensé dos veces y ayer saqué las entradas y también ayer en un rato de descanso del trabajo y de casualidad, yendo de una página de la red a la otra, terminé mirando durante unos quince o veinte minutos goles de Nacional de otros tiempos. Muchos de ellos en clásicos, muchos de ellos golazos, muchos de ellos de jugadores que nuevamente están en el plantel y otros de jugadores que nunca más volvieron.
Esta ventaja que nos da el avance tecnológico actual depara muchas cosas. Uno puede revivir alegrías pasadas, o vivirlas si nunca las vio y también comparar. Claro que las comparaciones son odiosas, pero la historia está allí y no se puede borrar.
Mientras el sol no demasiado abrigador cae sobre la Olímpica, la Banda calienta el cemento. Canta que los jugadores pasarán, como también pasarán los técnicos, y la única que quedará será la hinchada.
Pero… ¿pasan los jugadores y los técnicos o quedan de alguna manera anidados en un lugar en la memoria que no tiene límite de capacidad? Será posible cada tanto hacer un click en la computadora o un enter en el corazón para recordarlos.
El primer tiempo se va yendo, el sol va iniciando su camino predecible y un gol de ellos sacude la monotonía del partido, la hinchada sube el volumen y el chip del corazón busca desesperadamente momentos mejores pasados. Millones de partículas de tardes de sol, calor, lluvia, frío y amor.
Un niño pequeño delante nuestro con una pequeña corneta roja y una camiseta de Nacional que le llega a las rodillas es fotografiado por su padre. Esa foto será uno a futuro un archivo más en una carpeta o se imprimirá a color y en alta definición, pero yo le auguro a ese niño que las fotos que su corazón guarde serán las mejores y no habrá nunca una papelera de reciclaje que las elimine.
Después estarán las carpetas ocultas donde quedarán las semanas difíciles, los goles que no fueron, las faltas innecesarias, las jugadas que no salieron, los cambios mal hechos, los Mayos alegres y los no tanto. Como también estarán los cientos de jugadores que van y vienen, o se van y no vienen, o vuelven y se van, los técnicos que se equivocaron más que otros y los que acertaron más que esos. La gran mayoría quedará en carpetas de favoritos, otros en carpetas perdidas y ocultas. Pero no hay manera de eliminarlos, porque son parte nuestra, de nuestro sistema operativo intrínseco, no hay delete que valga ni formateo posible, están allí y estuvieron para alimentar una historia enorme. Aunque algunos parezcan temporarios no se borran. Para bien o no.
El sol ya se esconde tras lo alto de la tribuna. La banda está al pie de la tribuna como estuvo al pie del cañón siempre. Los hombres de negro y en fila a cada lado esperan que un virus los ataque y ser ellos los antivirus. Las canciones sin embargo pueden ser más poderosas que cualquier cortafuegos y el fuego de la sangre es más fuerte e inteligente que cualquier escudo. El tercer gol, el del triunfo, alimenta aún más el fuego sagrado. Un fragmento de nuestra historia está ya guardado en el programa. No necesita respaldo porque no se puede borrar.
“Por tus bravos campeones izada, en el mástil de sumo laurel. Nacional, venerado queremos, ver flamear tu bandera otra vez” dice el himno que allá por 1911 creó José María Delgado.
En esa época no había computadora, el “queremos” que alude a su tiempo venidero hoy ya es nuestra historia y sin embargo, siempre es el deseo de nuestro presente.
“Otros vendrán que bueno te harán” dice un refrán, yo digo que el mejor profeta del futuro es el pasado y por lo tanto acudiendo a los mejores archivos de nuestra enorme historia, grabada en la memoria y en la piel de todas las generaciones, será de donde saquemos la mejor información.
Cecilia810
Publicada originalmente el 26 de mayo de 2013
COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO:
UNITE A NUESTRA COMUNIDAD
Seguinos en nuestras redes sociales y enterate de toda la actualidad del decano del fútbol uruguayo
REDES SOCIALES
SUSCRIBITE A NUESTRA NEWSLETTER
No te pierdas ninguna novedad del decano