El presidente de la República, Tabaré Vázquez, parece querer poner punto final a un problema que tocó fondo en 2016.
Los últimos hechos de violencia en el fútbol uruguayo suscitaron un cruce de acusaciones entre la Asociación Uruguaya de Fútbol, el Ministerio del Interior y los clubes.
Los incidentes protagonizados por hinchas de Nacional en Santa Lucía, episodio que terminó con la trágica muerte de Hernán Fioritto, el asesinato del hincha tricolor Pablo Montiel en el barrio Villa García, el episodio en el que un hincha aurinegro fue baleado en el baño de la tribuna Ámsterdam y la suspensión del último clásico donde hubo disturbios y detenidos antes del partido son algunos de los incidentes que marcaron el triste panorama que se vivió en materia de seguridad en el fútbol.
El presidente Tabaré Vázquez, hizo el anuncio en rueda de prensa, y aseguró que la sociedad en su conjunto debe tomar «las medidas que correspondan» para «terminar con las patologías que padece el deporte». Un mensaje que muchos esperaban, la situación llegó a su punto de ebullición y el primer mandatario debía mostrar firmeza y dar un mensaje.
Vázquez leyó ante los periodistas el decreto que, entre otros puntos, establece que aquellas personas que poseen antecedentes penales, vinculados a hechos violentos en el deporte, no podrán ingresar a los espectáculos deportivos. Además del derecho de admisión se destaca la creación de una policía especial y cámaras de reconocimiento facial. Vázquez cree que las cámaras deben instalarse en el Estadio Centenario, en el Gran Parque Central y en el estadio de Peñarol.
«Si para el 31 de marzo de 2017 las cámaras no están, no se habilitarán estos estadios para jugar los partidos», subrayó el presidente.
El decreto también cuenta con un anexo de medidas «inmediatas y mediatas» que establecieron las autoridades del ministerio del Interior.
Dentro de estas disposiciones se encuentra la obligación de que los partidos que presenten «las mayores amenazas» se disputen en el estadio Centenario.
El Centenario deberá cumplir con determinadas normas, entre las que se destaca la prohibición de que se ocupen los anillos superiores de las tribunas Ámsterdam y Colombes.
En este sentido, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, aseguró que «la disminución del aforo» de esas gradas contribuirá a que la policía «pueda intervenir inmediatamente» ante un acontecimiento violento.
¿La solución sería darle más lugar a los policías y vender menos entradas? No se plantearon medidas para incluir a la familia en ese plan de eliminación de la violencia o de las barras bravas. La idea no tendría que ser sólo sacar o prohibir ingresos a los delincuentes, sino un plan de acción que motive a las familias a ir a la cancha, una idea que contagie ese sentimiento de pertenencia de ir al estadio en familia, como ocurre con la selección uruguaya.
Es necesario romper con esa idea de que son públicos distintos, porque mucha gente que no forma parte del sector grueso de las barras bravas se comportan bien y saben festejar en paz, o vivir los partidos con racionalidad, y como un juego, que es lo que simplemente son.
El pasado domingo fue lindo ver a los jugadores con sus hijos, disfrutando de una fiesta en paz, con música, bailando y con sus seres queridos. Todavía hay esperanzas de recuperar esa sociedad en la que las chicanas son parte del folclore del deporte, pensemos en soluciones cortas, pero pensando en esos niños que el otro día festejaban en el Parque y tienen muchos más partidos por delante.
Reunión para redefinir algunos puntos
El endurecimiento de las condiciones para comprar entradas a los partidos de fútbol y la falta de «fuerza jurídica» del derecho de admisión, son algunos de los temas que la AUF pretende analizar con el gobierno en una reunión solicitada al presidente Tabaré Vázquez.
Pese a que en la AUF hay coincidencias con el Poder Ejecutivo sobre la necesidad de erradicar a los violentos del fútbol, su presidente Wilmar Valdez entregará a Vázquez, en un encuentro futuro, una carpeta que contendrá «actuaciones», «ideas» y «experiencias» de dirigentes de fútbol en el manejo de campeonatos complicados en materia de seguridad.
En los últimos tres años, Vázquez y dirigentes de la Asociación Uruguaya de Fútbol se encontraron en dos oportunidades: en la Torre Ejecutiva y en la residencia de Suárez. En ambas ocasiones
analizaron las dificultades económicas y de seguridad que tiene el fútbol local, entre otros temas.
El secretario general de la AUF, Alejandro Balbi fue consultado sobre las afirmaciones de Valdez a varios medios de prensa sobre la necesidad de reglamentar el derecho de admisión en las canchas, y respondió que la directiva de la AUF tiene una carpeta armada con ideas que será entregada a Vázquez.
El dirigente no dio detalles sobre el contenido de ese documento. «Nuestras ideas están en colaboración y en línea con lo que Vázquez ha planteado desde su reacción sobre el tema de la violencia en el fútbol, para decirlo de alguna manera, cuando estaba en España hasta ayer (lunes 12) que hizo públicas las medidas. Queremos ir de la mano con el gobierno», reiteró Balbi.
En declaraciones efectuadas ayer a Subrayado, Valdez dijo que se necesita una reglamentación clara para la aplicación del derecho de admisión contra los barrabravas. «Cada uno tiene que asumir la responsabilidad que le corresponde. El derecho de admisión es un tema complejo, creo que es importante que haya una reglamentación clara en cuanto a quién lo debe ejercer y cómo», indicó.
(La segunda parte de la nota fue realizada con el diario El País como fuente)
Santiago Magni
decano.com
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