23 de marzo de 2025

Ya no es sólo cuestión de juego: Nacional no se prende al Apertura.

Otra decepción para Nacional en el primer torneo corto del año, con un apático empate a 1 contra Plaza Colonia en la vuelta al Gran Parque Central.

Luego de una cierta pequeña mejoría en el primer tiempo del partido pasado contra Racing, Martín Lasarte repetiría el mismo esquema 4-3-1-2 que utilizó en el Parque Viera, con la esperanza de ponerse a tres puntos del líder, Liverpool.

El equipo formó de la siguiente forma: Suárez; Ancheta, Coates, Millán, Romero; Boggio, Oliva, Recoba; Pereyra; López y Herazo. Dos cambios con la baja obligada de Luis Mejía, que viajó con la Selección de Panamá, y el regreso al once de Christian Oliva tras cumplir la sanción automática por amarillas.

Espesos

Un esperanzador inicio del Decano, amasando la pelota sobre el mediocampo liderado por Luciano Boggio, presentaba un optimismo que rápidamente disiparía un gran cabezazo de Diogo Oliveira, anticipando a Julián Millán y abriendo el marcador para los colonienses.

En el gol, y en muchas y reiteradas oportunidades, Plaza desnudó nuevamente los problemas del equipo de Lasarte en momentos de transición defensiva. Con sus laterales habitualmente lanzándose, la zaga y Oliva tuvieron que enfrentarse ante el desafío de una doble punta movediza sobre los vacíos y certera en duelos. Un Christian Ebere que, tras las especulaciones sobre si jugaría o no este partido, se presentó intratable; y a su lado Diogo, que no desaprovechó ningún despiste de Millán para girarle al zaguero zurdo de Nacional.

Con sus cuatro volantes, el Decano quiso hacerse fuerte a través de circulaciones horizontales, algo con lo cual no tuvo demasiado éxito: laterales que se lanzaban tarde y no presentaban amplitud (consideremos que eran los únicos jugadores de banda), y cuando la presentaban, nadie atacaba el intervalo entre zaguero y lateral o presentaba apoyo sobre el mismo. Como resultado, posesiones estériles que caían indefectiblemente en centros al área fácilmente reducidos por los defensores visitantes.

¿Lo —poquísimo— rescatable en este primer tiempo? Los arreones de rebeldía de un Luciano Boggio que nuevamente disfrazó las deficiencias dentro del colectivo, acompañado de un Sebastián Coates que bancó los constantes mano a mano en los que se vió involucrado.

Empuje de inercia: no es suficiente

Para el complemento, el entrenador decidió cambiar el esquema y dar entrada a Nicolás Rodríguez y Lucas Villalba, como lateral y puntero derecho respectivamente, volviendo al 4-2-3-1/4-4-2 de las primeras fechas.

Un poco por los cambios, pero principalmente por nombres, camiseta y localía, Nacional empezó a empujar con más ganas que fútbol. Un Villalba que volvió a dejar en claro que no se le podrá sacar con tanta facilidad del once, demostrando criterio de centro, voluntad e inteligencia para asociarse, y un más que interesante dribbling corto.

Con Plaza ya definitivamente instalado en su campo, y prácticamente sin oportunidad de contragolpear al tener tantos hombres detrás de la línea de la pelota, Lasarte dió entrada al cambio que le cambiaría la cara a los ataques del equipo. Rómulo Otero, como ya ha sucedido en fechas anteriores, recibiendo muy profundo en el campo sobre la base de la jugada, pero mostrando todo su repertorio técnico y una personalidad arrolladora.

Sería el mediapunta venezolano quien se acercaría peligrosamente al gol del empate con un tiro libre que levantaría a todo el Parque, y a través de su calidad para organizar desde el eje del mediocampo. Un nuevo positivo ingreso de Bruno Arady, genial, picante, avasallante y con ganas, acompañaría el empuje de su compañero, pidiendo piso por la banda izquierda y obligando a vigilar de cerca a lateral, volante y defensor de Plaza sobre ese sector.

A cuatro minutos del final del tiempo reglamentario, Nacional alcanzaría el gol del empate. Un córner lanzado por el Ojito devendría en una serie de remates rechazados por el arquero visitante, hasta la entrada definitiva de Coates, que confirmaría su buen encuentro.

Sin embargo, el equipo no logró el ansiado triunfo, que nos hubiera colocado a tres puntos del puntero, a quién Nacional tendrá que visitar el próximo miércoles en Belvedere.

Además, los de Lasarte siguen mostrando su paso irregular por este Torneo Apertura, habiendo conseguido solo 12 de los 21 puntos disputados, pero, aún más preocupante, sin dar una sensación real de haber encontrado el equipo (algo que señaló el propio entrenador en conferencia), y un volumen de juego bajísimo del cual cada vez se habla y discute más. Se viene una semana decisiva de cara a la recta final del semestre, y Nacional está obligado a jugar para ganar.

Juan Lauz 

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