¿Estarías dispuesto a no ver nunca más a tu equipo a cambio de que gane absolutamente todo?. La pregunta, reformulada por la cuenta de Decano en X, planteó un desafío extremo para los hinchas del tricolor.
Una consigna lanzada por el programa radial La Mesa de los Galanes de DelSol abrió un interesante debate entre los hinchas de fútbol.
“Nacional gana un par de Libertadores en los próximos años y pasa a ser uno de los clubes referentes en el mundo con 25/30 títulos internacionales, pero nunca más podés ver un partido en vivo, ni en la tele, ni en el estadio ni en ningún medio.
El sacrificio es personal, no para todos los hinchas. ¿Aceptan?”
La propuesta generó rápidamente una catarata de respuestas cargadas de pasión donde se evidencia el amor por Nacional. Muchos bolsos no dudaron en afirmar que harían cualquier sacrificio por la gloria eterna del club de sus amores.
«¿Cómo? ¿Vivir con mis hijos eso? Directamente me puedo morir tranquilo. Jaja. Firmo y reafirmo», comentó un hincha, reflejando la emoción del momento. Otro fue categórico: «Lo firmo y miro el partido en diferido sin enterarme del resultado».
El sentimiento de sacrificio personal quedó aún más claro con comentarios como:
«Si puedo ver en vivo las dos Libertadores ganadas, me arranco yo mismo los ojos».
«Anóteme. Me sacrifico por la causa».
“Los colores antes que todo».
“Yo daría hasta la vida porque Nacional esté bien».
Otros apelaron a la historia del club y los valores que hacen grande al hincha de Nacional: «Sí. Lo escucho por la radio, hace 40 años los partidos no los pasaban por la tele, si eras pobre y del interior capaz que en toda tu vida no veías nunca a Nacional en vivo y no por eso eras menos hincha».
Sin embargo, hubo quienes rechazaron tajantemente la propuesta. Para ellos, la pasión por Nacional radica en alentar al equipo, en disfrutar cada minuto en el Parque Central, y en compartir esos momentos únicos con otros hinchas: “¿Cuál es la gracia de ser hincha de un equipo que no podés ver ni ir a alentar? Prefiero seguir yendo al Parque con la ilusión de verlo campeón”.
Otros, más críticos, destacaron que la gloria sin presencia no tiene sentido: “Negativo, mi gloria es Nacional, no un pedazo de lata”.
Esta consigna puso en evidencia la intensidad con la que los hinchas de Nacional viven su amor por el club. Para muchos, la gloria eterna es el máximo objetivo; para otros, lo importante es el viaje, el aliento, y cada momento compartido con los colores que llevan en el corazón.
Vanesa Baliero
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