Integrante del plantel campeón de la Copa Libertadores de 1988, y con participación en la Celeste, relató la experiencia que dio vuelta su vida.
Galileo Percovich, ex arquero de Nacional entre 1987 y 1993 y de la Selección Uruguaya, contó en una entrevista con Alejandro Fantino la tragedia que marcó su vida. En un accidente de tránsito, Percovich perdió a sus dos hijas, pero aclaró que ‘’están siempre’’ en su vida.
El ex jugador tricolor, que hoy sigue trabajando en el mundo del fútbol como coach de desarrollo en el Middlesbrough, primero se presentó: ‘’Jugué en Nacional, estuve jugando muchos años en Brasil y tuve un pasaje por España, y después fui a trabajar a Estados Unidos por 10 años. Hace 14 años que vivo en Inglaterra trabajando en el Middlesbrough FC. Vivo en Inglaterra radicado con la familia, inclusive tengo ciudadanía inglesa’’
‘’Tengo a mi esposa Giuliana y a mis tres hijos: Valentina, Antonella y Pietro. El que vive con nosotros hoy es Pietro’’, amplió en referencia a su familia.
Sin embargo, a pesar de su pérdida, manifestó que ‘’Anto se fue con cinco y Valentina con nueve. Hoy tienen 12 y 15. Están siempre. Hay un montón de pruebas y de coincidencias de estos encuentros mágicos. Estamos sensibilizados y abiertos para eso y nos enriquece’’.
‘’Lo que me alegra también mucho, es que si bien están con nosotros siempre, acompañan a su hermano constantemente’’, comentó acerca de cómo lleva la situación el hijo del medio, y extendió: ‘’Lo cuidan, lo iluminan, le dan el camino, le da la paz que él tiene hoy en día. Porque un niño que pierde a sus hermanas, siendo él el del medio… Valentina era su ídola y él era el líder y protector de Antonella, y cuando se encuentra sin ellas tiene que seguir adelante y encuentra compañeros de todo tipo: los que lo acompañan, lo apoyan y los que se ríen y le hacen bromas’’
Acerca de cómo sobrellevar una experiencia tan dramática, Percovich expresó: ‘’Es (ser) guía de cómo convivir con el dolor, porque el sufrimiento tenés que aprender a dejarlo de lado. Vos tenés que aprender a vivir con el dolor y acomodarlo; con un pensamiento distinto, con una actividad, con una actitud o haciendo algo que te inspire. El sufrimiento no lo podés permitir ni un día porque te destruye’’
‘’El sufrimiento es silencioso y te va ablandando, y cuando te querés afirmar, te vas para abajo. Pero el dolor vos lo vas acompañando y cambiando de lugar, lo vas ajustando y de repente te despierta en la noche; rezás, respirás, agradecés, llorás. El lloro también te limpia el dolor un montón’’, continuó en esta línea.
Con relación a lo que significa volver a su país, señaló que ‘’me encanta estar en Uruguay porque es donde tengo el amigo/hermano, el que llora contigo y te acompaña. El amigo que es familia es el amigo/hermano’’, y recalcó la importancia de su familia: ‘’Tengo suerte también de que mis dos hermanos son mis amigos; son unos monstruos, que nos han acompañado, pero tengo una fortaleza detrás de todo esto que es mi esposa. Es una genia’’
En relación a la importancia de su esposa para poder seguir adelante, se deshizo en elogios, indicando que Giuliana logró ayudarlo a perdonarse: ‘’El (perdón) de aceptar lo que sucedió y que fue un error humano inconsciente. Por alguna razón que no es ni por alcoholismo, ni por droga o negligencia, perdimos ese control y caímos de un puente de 25 metros, arriba del concreto.’’
‘’Nosotros nos salvamos porque Dios quiso y hoy mi esposa tiene los brazos llenos de Pietro, pero el pecho está vacío de Antonella y Valentina. Los domingos es el silencio torturante que te mata, porque era siempre carcajadas, cantos, colores y nos falta eso’’, manifestó.
Y volvió a destacar la valentía de su mujer: ‘’Ella tuvo la grandeza de separar la tragedia con el hombre. Para mí ella ha sido pilar fundamental. Yo en un momento me debilité y me quise ir’’.
En referencia a la intención de suicidarse, reveló que ella lo salvó: ‘’Me quería tirar por la ventana y ya. Tranquilamente me dijo, sin gritos y sin escenas: ‘’Antes de tener esa actitud cobarde andá y decile a tu hijo que no sos el padre que piensa que sos. Porque después de que te tires no va a tener un padre que se lo merezca, ni un hombre que me merezca a mí’’. No se le movió un pelo. Con la cuchilla cortando cebolla, me miró y me dijo eso’’
‘’La parte material: el abrazo, el beso, se siente, se extraña. Pero a través de la respiración empezás a profundizar y empezás a sensibilizarte mucho más y a sentirlas a ellas contigo. Ese mundo espiritual se puede sentir de una manera tan real que lo podés llegar a ver’’, profundizó acerca de la relación con sus hijas, y añadió que ‘’aprendés a andar en la oscuridad y a sentirlas más, a escucharlas, a verlas en la oscuridad. Iluminadas siempre’’
Luego, dió una lección acerca del valor del tiempo: ‘’La gente se obsesiona para tener, para sentirse poderoso, para sentirse dueño. Entonces queremos comprar, tener, adquirir, pero no sos el dueño de nada. Fijate con nosotros: ‘’ellas se quedan y ustedes siguen’’. Nosotros lo único que estamos haciendo acá es administrar lo que tenemos; vos sos administrador de eso, no sos el dueño’’
‘’Cuando entendés eso, pasás a tener humildad, simplicidad y pasás a entender que la vida se te fue. Un sábado al mediodía nos cambió para siempre. No fui dueño ni siquiera de poder decidir quiénes se van y quiénes se quedan’’, agregó.
En relación a la administración del tiempo, confesó una anécdota suya: ‘’Ni siquiera sos dueño del tiempo (…) No pierdas tiempo con esa gente que te roba (tiempo) (…) Manejalo de la mejor manera porque no sabes cuánto te queda. Yo ayer estaba con unos amigos comiendo un asado y me empezó a venir una palpitación y pensé en lo mismo’’.
Sobre la importancia del corazón por sobre la mente, explayó que ‘’en el corazón es donde vive el amor y donde está la verdadera memoria. La memoria en la cabeza la podés engañar, pero en determinado momento te fuiste a dormir, y el corazón te despierte y te dice ‘’estás sufriendo, macho’’.
‘’Hay que llenarse de amor adentro y después que lo tenés lleno, ¿qué podés dar? Si lo que tenés adentro es amor’’, siguió para luego señalar que ‘’podría tener un odio tremendo por lo que nos pasó, que lo tuve en un principio, pero después lo tuve que cambiar’’.
Consultado por su hijo Pietro, rescató la valentía del chiquilín: ‘’Pietro es un ejemplo. Estuvo internado muy mal, en todas las cirugías. Ocho años y estaba atado solo en la cama. Ahora compite, se levanta de mañana para hacer natación. Con todo el dolor que llevaba adentro, preguntando por sus hermanas, viendo a la madre en una silla de ruedas’’.
El ex futbolista cerró relatando que ‘’yo no soy consciente y no es falsa demagogia. Porque a veces me veo tan débil que hay días que no sé ni cómo hacer para levantarme. No tengo ganas de hacer nada, pero me levanto, estoy en pie y voy para adelante. Y soy tan débil, soy un cagón’’, pero subrayando una cualidad valiosa para todo ser humano: ‘’Saber de tus debilidades y seguir siendo valiente es una fortaleza’’
Juan Lauz
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