“La hinchada de Nacional es única”

Ser considerado el último gran ídolo de Nacional, un club tricampeón de América y del mundo era algo que Álvaro Recoba quería retribuir a la gente cuando regresó a Nacional.

Y pudo, porque como bien dice, y con toda la humildad que lo hizo grande, para quedar en la historia hay que ganar títulos.

“El Chino” revela a PASIÓN lo que piensa de la Copa Libertadores, Nacional, la hinchada, habla de su futuro, su amistad con Antonio Pacheco, su pegada y mucho más en una imperdible nota que incluye video.

Recoba y el sueño cumplido, ser campeón Nacional (Torneo uruguayo 2011-2012)

¿Qué tan importante es, y ha sido, Nacional en tu vida?

Nacional fue el club que siempre me quiso, el que se la jugó por mí en un momento complicado de mi carrera, ya que la decisión de irme de Danubio, equipo en el que empecé, no fue fácil. Además Nacional no estaba bien futbolística e institucionalmente y sin embargo confiaron, por eso me marcó ese año y medio que estuve, en el que gracias a lo hecho también pude irme a jugar a Europa, en donde hice gran parte de mi carrera.

Tiempo atrás hablaste de tu retiro, no diste fechas, pero ¿Vas a jugar la Libertadores con Nacional?

El tiempo pasa y la realidad indica que tengo que empezar a pensar en eso, yo quiero estar bien, de hecho lo estoy y trabajo para eso. Claro que lo ideal sería jugarla, ganarla y retirarse, difícil pero no imposible y es algo que ha demostrado este torneo ya que clubes inesperados han logrado grandes resultados. Nosotros queremos la Copa, es uno de los objetivos de Nacional, así como el torneo local, claro está.

¿Qué sentís cuando escuchas que eres el último ídolo de un club que fue tricampeón de América y del Mundo?

Cada vez que se comenta sobre eso digo lo mismo, cuando volví a Nacional pensaba que me era imposible sentirme ídolo, es que no había ganado títulos aún y a mi modo de ver, para ser ídolo tienes que darle logros a tu equipo, y muchos. Tal vez pueda ser el jugador que a más cosas le inspire a los hinchas, que la gente admire por la forma de jugar, algo que agradezco siempre y quiero hacer de la mejor manera, ganando torneos.

¿Cómo es el hincha de Nacional?

Es muy hincha de su club, que sorprende mucho en las malas; nos ha tocado quedar afuera en instancias importantes tanto de Libertadores como de torneo uruguayo y sin embargo están, y a veces decís pero cómo es posible que sigan viniendo a alentar y ahí está lo que te decía, que vienen por Nacional, sabiendo que los jugadores podemos cambiar las rachas con su acompañamiento. Es algo muy del hincha “bolso”, estar en la malas, que es cuando se lo necesita y sé que a ellos les genera orgullo, ya que nadie lo hace, es única la hinchada de Nacional…

¿Qué tiene la Libertadores que le falte a la Champions, y viceversa?

La Libertadores carece de infraestructura, y no lo digo como algo negativo, la realidad es que en toda Sudamérica en general los estadios no son de gran envergadura y es tal vez lo que le falte ya que por lo demás, tiene todo lo que puede hacer a una competencia atractiva. Un partido de Champions es como una obra de teatro, es mucha la diferencia y tiene que ver también a nivel social, por la forma de vivir las competencias. Acá somos muy pasionales y eso gusta, allá no es tan así.

¿Cómo se le pelea a la hegemonía brasileña en la Copa Libertadores?

Aprovechando al máximo los momentos que tengas durante los partidos, se sabe que no se puede fallar en los momentos iluminados porque no te perdonan, aunque también hay que decir que no hay que contar con un mejor plantel para superarlos. Son partidos que te tienen que agarrar bien, porque la Copa es muy larga, y muchas veces tus mejores momentos no tienen que ver con la exigencia que implica un partido en sí, es así de difícil.

El gol que más gritó en su vida, el de penal a Peñarol en el triunfo 2 a 1 el 21 de noviembre de 2012.

Eres íntimo amigo de Antonio Pacheco, el último gran ídolo de Peñarol, el clásico rival ¿Es extraño en algo?

Antes no pasaba eso, había que cuidarse, que no te vayan a ver con un jugador del rival de toda la vida, y eso por suerte cambió. Con “Tony” tenemos una relación de familia, absolutamente extrafutbolístico. Se entiende que haya hinchas tanto de Nacional como de Peñarol a los que no les guste, pero es algo que pudimos llevar con Antonio y tiene como mensaje también la lucha contra la violencia.

Hablando de tus goles olímpicos, de tiro libre y remates en movimiento ¿Cuánto practicas tu pegada? Porque eso no es normal…

Lo de los goles olímpicos no es casualidad, practico mucho y tuve la suerte de agarrar una racha de tres muy seguidos. La pegada es algo que viene con uno y la idea es perfeccionarla y es ahora cuando más lo hago ya que a mi edad (37), sé que no puedo trabajar en mi velocidad, por ejemplo. Hay que entrenar y pegarle mucho, es la manera de mejorar, la única y, ha pasado tanto tiempo que te puedo asegurar, hoy en día le pego mejor que antes.

¿Cuál fue el mejor momento de tu carrera?

Previo al Mundial 2002, la temporada esa del 2001 con inter fue sin dudas la mejor, perdimos un partido contra Lazio en Roma en el final del campeonato que fue clave pero más allá de eso puedo decir que incluso en el Mundial, que no anduve tan mal como pensé en un momento, fue una inolvidable temporada.