Con tan solo 25 años, Nacional ya era el Padre de la Gloria del fútbol uruguayo.

El año de 1918 quedo marcado por la muerte de Abdón Porte, este hecho como la muerte de los hermanos Céspedes en 1905, marcan a fuego la identidad del club tricolor. Este año será de transición para lo que serían seis nuevos años de dominio abrumador por parte de Nacional tanto en lo local como en el plano internacional.

Foto: el-area.com (Nacional 1917)

La temporada de 1919 se inicia con la Copa Presidente Baltasar Brum, trofeo donado por el entonces presidente de la Republica para que fuera disputada por Nacional y Peñarol. El partido se juega en el Parque Pereira y Nacional vence por 1 a 0 con gol de Carlos Scarone. Este es un preámbulo de una temporada llena de éxitos para el decano del futbol Uruguayo.

El 20 de abril se produce un hecho relevante: por la Copa Albión (Copa oficial de la AUF que se disputaba en carácter eliminatorio) Nacional derrota nuevamente a Peñarol por 2 a 0 con ambos tantos convertidos por Carlos Scarone. Pero el ganar un nuevo clásico no es lo relevante como lo fue el debut en el arco tricolor de Andrés Mazzali, histórico arquero de nuestra institución quien sería el guardameta de Uruguay en Colombes y Ámsterdam, tres veces campeón de América con la celeste y cinco veces Campeón Uruguayo con Nacional. Un deportista completo que además de jugar al fútbol fue campeón con Olimpia en basket y campeón sudamericano de atletismo.

Nacional a lo largo de esta temporada conseguiría tres de los cuatro títulos oficiales en disputa a nivel local, la Copa Competencia serie local la obtendría al derrotar en la final a Peñarol un 14 de diciembre (veintidós años más adelante Atilio y compañía homenajearían esta fecha con la mayor goleada clásica de la historia por 6 a 0, pero este es tema para otro momento) por 1 a 0 con gol de Alfredo Zibechi. El Campeonato Uruguayo seria emocionante hasta la última fecha, Nacional llegaba con un punto de ventaja del Universal y lo debía enfrentar. Por esas cosas de la AUF el partido se disputó el 1ro de enero de 1920 en el Parque Pereira y Nacional ganaría faltando tres minutos con gol de Pascual Somma. El último título oficial local de la temporada también llegaría en 1920 al obtener la Copa Albión al ganarle la final a Central por 3 a 0 con dos goles de Carlos Scarone y uno del «Loco» Ángel Romano. Es en 1920 cuando se disputa la Copa Aldao perteneciente a la temporada de 1919 entre los campeones de las dos orillas del Río de la Plata. Nacional enfrentó a Boca Juniors, la final se disputó en el Gran Parque Central el 16 de mayo donde el Campeón Uruguayo, a pesar de actuar la mayoría del encuentro con 10 jugadores por lesión de Rogelio Naguil (no existían los cambios en ese entonces) vence por 3 tantos contra 0 con goles de Héctor Scarone, Ángel Romano y Santos Urdinarán.

La temporada de 1920 como hemos visto comenzó de manera mas que auspiciosa para Nacional obteniendo tres títulos que quedaban en disputa del año anterior. Durante esta temporada Nacional obtiene por primera vez la Copa León Peyrou (Copa oficial que también era de carácter eliminatorio) la cual se gana en final frente a Central por 2 a 0 con ambos goles de Héctor Scarone. El objetivo principal de ese año era retener el título de Uruguayo el cual se consigue consagrándose campeón en el último partido frente a Dublín venciendo por 3 a 0 con goles de Ángel Romano en dos ocasiones y el restante de Antonio Urdinaran. En 1921 se disputaría la Copa Aldao correspondiente a esta temporada y Nacional nuevamente derrotaría a Boca Juniors, esta vez por 2 a 1 con la particularidad de que Andrés Mazzali jugaría en cancha y convertiría uno de los goles, el otro fue obra de Ángel Romano.

Foto: el-area.com (Nacional 1920)

En 1921 Nacional lograría retener la Copa León Peyrou al derrotar al Uruguay Onward por 1 a 0 con gol de Héctor Scarone. Se volvería a ganar la Copa Competencia luego de eliminar a Peñarol derrotándolo 1 a 0 con gol de Ángel Romano y en la final se venció a Central con un contundente 6 a 0 con goles de Héctor Scarone, Santos Urdinarán y Ángel Romano todos ellos marcando en dos ocasiones.

El año de 1922 vería el Cisma del futbol Uruguayo por la expulsión, el 14 de noviembre, de Peñarol y Central de la AUF por 16 votos contra 1 (el Lito). Nacional, como ha sido tradicional en sus 117 años se mantuvo fiel a la AUF. El tricolor obtendría en esta temporada la Copa León Peyrou al derrotar a Peñarol el 2 de noviembre (dos semanas antes de su desafiliación) por 3 a 1 con goles de Ángel Romano, Carlos y Héctor Scarone. El Campeonato Uruguayo sería ganado también por Nacional por solo un punto de ventaja sobre Wanderers. El titulo se conseguiría en la última fecha frente a Belgrano en el Gran Parque Central al derrotarlo 4 a 0 con goles de Carlos Scarone en tres oportunidades y el restante de Ángel Romano.

Foto: el-area.com (Nacional 1922)

El 5 de marzo de 1923 se produce un incendio en las tribunas del Gran Parque Central lo que va a obligar a su reforma. Su re inauguración será el 23 de setiembre en un partido amistoso contra Newells Old Boys de Rosario. Ese año se juega por primera vez el Campeonato Uruguayo sin la presencia de los cuadros disidentes que formaron una federación por fuera de la FIFA. En esta temporada se disputaron solo dos campeonatos, la Copa Competencia y el Campeonato Uruguayo, ambos obtenidos por Nacional. Con la conquista de este nuevo Uruguayo, Nacional quedaba a las puertas de la obtención de la segunda Copa Uruguaya en propiedad.

Foto: el-area.com (Nacional 1923)

El año de 1924 es un mojón ineludible en la historia del futbol uruguayo y como no puede ser de otra manera, Nacional fue parte fundamental en la conquista de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de ese año. Sobre este tema voy a volver la semana que viene ya que Colombes colocó a Uruguay en el mapa mundial y Nacional tuvo mucho que ver con eso. Mientras Andrés Mazzali, Ángel Romano, Héctor Scarone, Santos Urdinarán y Alfredo Zibechi le enseñaban al mundo como se jugaba en el Rio de la Plata, daba comienzo el Campeonato Uruguayo.

Nacional notablemente disminuido en su potencial por la falta de esos jugadores claves se recompone y con el aporte de sus consagradas figuras que no fueron con la selección más la llegada de un jugador proveniente del Lito, -el que en su adolescencia sufrió un accidente el cual le proporciono el apodo con el que sería conocido para toda la eternidad- comenzaría su camino a la segunda Copa Uruguaya en propiedad.

Héctor «El Divino Manco» Castro se convirtió en poco tiempo en ídolo y figura de Nacional. Fue como jugador tres veces Campeón Uruguayo, campeón con la Selección en Ámsterdam en 1928, en el Campeonato Mundial de 1930 y dos veces Campeón de América. Estos logros se vieron

incrementados cuando asumió la dirección técnica del club de Los Céspedes ya que se consagró seis veces campeón Uruguayo y obtuvo dos Copas Aldao.

Volviendo a 1924, la llegada del Manco Castro no sería la única incorporación relevante ya que al volver de Colombes, los cinco campeones vendrían acompañado de uno de los más grandes número 9 que dio nuestro país, Pedro «Perucho» Petrone quien pidió pase y en los doce partidos que restaban del Campeonato Uruguayo convirtió veinte goles. Petrone revolucionó el puesto del nueve ya que pateaba con las dos piernas y con una potencia desconocida en ese entonces. «Perucho» fue dos veces campeón Uruguayo, campeón en Colombes, Ámsterdam y Montevideo además de dos veces campeón de América.

Nacional se consagra Tri campeón Uruguayo de manera invicta y obteniendo en propiedad la segunda Copa Uruguaya la que al día de hoy se encuentra en las vitrinas del Palacio de Cristal junto con la primera Copa Uruguaya.

Estimado lector, lo que busqué en esta extensa nota es que perciba la grandeza que acompaña a nuestro Nacional desde sus inicios. Tenga en cuenta que en 1924 se celebraban las Bodas de Plata del club y que ya se habían obtenido dos Copas Uruguayas en propiedad, varios campeonatos internacionales y Nacional se convertía en sostén de la Selección Uruguaya cediendo sus mejores jugadores para que lograran la hazaña de Colombes.

Si me permite, para terminar una reflexión personal: mi abuelo nació en 1920, gracias a él conocí algunos apodos que de niño me resultaban graciosos e inentendibles como “El Manco”, “Perucho”, “Rasquetita” entre otros. Escribir sobre los primeros años de la década del 20 me hacen añorar las historias del Tata, que ya hace unos cuantos años se fue a ver los partidos desde la ventana en el cielo de José María Delgado, e intentar imaginar lo que habrá sentido él siendo apenas un niño en sus primeras idas al Gran Parque Central al ver la camiseta blanca con el escudo en el corazón saltando al campo de juego defendida por esos gigantes. En pocos días mi hija va a vivir ese mismo ritual, caminar por 8 de Octubre, acercarse ya no a las tribunas de madera sino a las de cemento. Ya no estará el tranvía, los hombres no iremos de galera entre otras muchas cosas que han cambiado en casi un siglo, pero hay algo que no cambio, eso es el pueblo tricolor caminando hacia su templo, ver a once muchachos salir al césped de La Quinta de la Paraguaya con una camiseta blanca y ya no un niño, sino una niña que maravillada vivirá un ritual que se trasmite de padres a hijos en miles de familias tricolores desde hace ya 117 años.

Pablo Fascioli

Bibliografía consultada.

«Libro de Oro de Nacional-Bodas de Plata-» Diego Lucero

«100 años de Fútbol- Historia del Club Nacional de Football-» Dionisio A. Vera (DAVY)

«El Padre de la Gloria» Juan José Melos

Foto de portada: el-area.com (Nacional 1919)

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