Adriana Araújo llegó al club en el 2012 para ocuparse de la administración de Los Céspedes. Su buen desempeño le ha valido que desde el 2014 haya conseguido lo que podemos catalogar de una «promoción»
Todos quienes conocen y han trabajado al lado de Adriana Araújo la reconocen como una trabajadora incansable con un gran sentido de la organización.
Estos valores, puestos en práctica durante su desempeño al frente del Complejo tricolor, hicieron que se pensara en ella al momento de designar a la persona que llevaría adelante la nueva gerencia creada a fines del pasado año, la Gerencia de Operaciones. Para conocer qué abarca y hacia adónde apunta este cargo mantuvimos una charla con Adriana Araújo.
¿Cómo llegaste a Los Céspedes? Porque supongo que no tenías estudios como administradora de centros deportivos.
Un día recibí una llamada del grupo Tea Deloitte, argumentando que tenían mi curriculum en su base de datos y preguntándome si estaría interesada en administrar un complejo deportivo. Debido a que el manejo de la información por parte de la empresa se hace con la más absoluta reserva, yo no tenía ni idea de a que institución se referían. Luego de la primera entrevista, que tuvo lugar el 3 de enero de 2012, me llaman para comunicarme que había quedado pre seleccionada -recuerdo la fecha porque faltaba poco para el Día de Reyes y yo estaba en la vuelta de los regalos para mis hijos- . Unos días después recibo una comunicación, ahora sí con el conocimiento de que el contratante era Nacional, en la que coordinamos una reunión con el entonces gerente Daniel Benedetti. Al día siguiente me plantearon en qué fecha podía comenzar. En ese momento estaba administrando un par de empresas por lo que estuve un tiempo en que aumenté mi carga horaria para no dejar de lado a nadie, pero desde el momento en que ingresé a Los Céspedes quedé fascinada con el lugar, con el grupo humano y tomé la determinación de quedarme.
¿Con qué te encontraste al llegar? ¿Qué fue lo primero que notaste que era necesario cambiar?
No es que en Los Céspedes hubiera algo «mal», lo que sí, estaba desorganizado. No había una estructura armada en la que supieras a quién dirigirte para pedir algo y, a su vez, la persona que debía desempeñar una tarea desconocía a quién solicitarle herramientas, orientación o indicaciones. De a poco fuimos marcando pautas de trabajo y logramos armar un equipo pequeño pero espectacular. Al principio costó porque, como en todos lados, los cambios generan resistencia y, sumado a esto, no esperaban que llegara una mujer para desempeñar este cargo. Considero que esto fue también el marcar un poco de tendencia, el darle participación a la mujer en tareas de organización y administración, para las que está totalmente capacitada. Incluso -y siempre lo remarco- por el hecho de ser mujer me aceptaron de buen grado algunas indicaciones iniciales que, de haber sido hombre no me habría sido tan fácil instrumentar.
Quiero destacar el material humano impresionante con que contamos en Los Céspedes. Mario Grela -a quien yo le digo Super Mario-, es una persona con la que siempre podés contar y en la que podés delegar con total confianza. El personal de cocina es maravilloso. La presencia de Susana Mila y Carmen Amaral transforman el lugar en una sala de sicoterapia.
¿Tuviste que hacer algunos cambios en la cocina? Escuché que hubo algunas diferencias con los proveedores fundamentalmente.
Todo fue parte del ordenamiento. Se comenzó a pedir presupuestos y a compararlos. Me topé con comentarios de algunos proveedores que me decían que hacía determinada cantidad de años que suministraban tal o cual insumo al club y se habían aguantado las épocas malas, pero en la comparación caías en la cuenta de que estaban cobrando por las mala épocas pasadas y las posibles a venir.
Lo que tuvimos que lograr fue un acostumbramiento de la gente, el acoplarse a una forma de trabajo que, a larga, notaron que era beneficioso para el club. No estoy hablando de un ahorro sino de una canalización de los recursos con los que contás en un mejoramiento del gasto, lo que nos dio una posibilidad enorme de poder empezar a invertir en Formativas.
¿Ésa era tu idea cuando entraste? ¿Te trazaste un plan al llegar?
Sí. Cuando entré a Los Céspedes me tomé 15 días para hacer una especie de resumen de lo que había visto, un informe que le trasladé al Gerente y en el que planteé un plan de acción a corto, mediano y largo plazo.
Con eso como guía, nos abocamos a atacar lo inmediato y se empezaron a hacer muchas cosas, en las que fue fundamental también el boca a boca para conseguir resultados. Por ejemplo, si a los recursos que te vuelca el club le sumás otros, como el pedir prestada una máquina al chacrero de enfrente para realizar una tarea, y el hombre ve que la hacés; el plantearle al barraquero la posibilidad de que le puedas pagar en 15 días, y le cumplís; y así podría seguir con varios ejemplos de este tipo en los que esta gente puede venir al lugar y constatar lo que se está haciendo, generás otro recurso invaluable: la confianza.
Una de las cosas que noté al poco tiempo de estar tiene que ver con la ropa. Teníamos la indumentaria deportiva del plantel principal y la de las Divisiones Formativas, pero había muchas prendas del primer equipo que frecuentemente caían en desuso por varios motivos, como ser cambio de sponsor o de diseño. A partir de esto la pregunta surgió sola: ¿por qué no entregarla a los chiquilines de formativas? Comenzamos a hacer un control de la vestimenta que ingresaba al club y la que salía por diferentes motivos hasta que logramos hacernos de un stock y un inventario que nos permite saber qué ropa tenemos; cuántos camperones, shorts, remeras, buzos de abrigo, etc. Eso nos permitió, al día de hoy, que todos los gurises de las divisionales menores tengan su indumentaria completa, porque no todas las familias pueden acceder a comprarles la ropa que necesitan para entrenar.
Otro paso fundamental para mí fue el mejoramiento de las canchas. Por supuesto que yo desconocía totalmente el tema, pero internet vino en mi auxilio y con esa herramienta me pude ir interiorizando de las posibilidades de mejoramiento, el cuidado necesario en las diferentes épocas de siembra, coordinar para que estos tiempos fueran los adecuados, organizar una alternancia en el uso de las canchas para poder preservar la que estaba sembrada y no permitir su uso hasta determinada fecha, todo esto con el apoyo y asesoramiento del Ingeniero Salvador Invernizzi que siempre responde a cualquier consulta.
Cuando comencé teníamos cuatro canchas con riego. Al tiempo se le incorporó la irrigación a la cancha cinco, se hicieron la seis y la siete detrás del lavadero y en estos momentos estamos manejando la posibilidad de hacer perforaciones para conseguir agua para suministrar riego a estas últimas. Con todo esto le estamos brindando más espacio para uso a las Divisiones Formativas y evitando el tener que salir a alquilar canchas afuera por falta de infraestructura.
Si bien la infraestructura de Los Céspedes no deja de ser añosa, siempre hemos tratado de mantenerlas en el mejor estado posible. El mantenimiento en el complejo es constante. Debido a esta preocupación logramos disminuir de forma llamativa el consumo de agua potable al hacer una inversión en la instalación de un sistema de cañería nueva, evitando las constantes pérdidas originadas por las frecuentes roturas motivadas por el mal estado de las tuberías viejas. A pesar de que la erogación inicial fue considerable, en menos de un año la desquitamos con el ahorro en la factura.
¿Hay un presupuesto asignado a Los Céspedes o tenés que solicitar dinero cada vez que necesitás afrontar un gasto?
En Los Céspedes me venía manejando con un dinero semanal fijo, para los gastos chicos. Recién este año, con esta nueva gerencia general, se aprobó un presupuesto para toda la gerencia operativa -que incluye Los Céspedes, el Parque Central, la Residencia de Juveniles, la Sede y la seguridad.
¿Estás conforme con el monto asignado?
Es el primer año de prueba, te voy a poder contestar eso cuando termine el período y ahí podremos evaluar si se pudieron hacer mejoras en la calidad del gasto y hubo posibilidad de encarar otras cosas.
Hoy en día Formativas se maneja con el trabajo de las comisiones y aportes extra de los socios realizados a través de las figuras de padrinazgo, mecenazgo y los socios vitalicios, cuyos aportes son volcados allí. Lo ideal sería no tener que solicitarle al socio un dinero extra…
A mí me parece que el socio siente a Nacional como un pedacito suyo, y aquel que colabora, ya sea a través de la figura del mecenazgo o los diplomas de padrinazgo en formativas, lo hace por un sentimiento de pertenencia. Ese apoyo -por mínimo que sea- a nosotros nos ayuda mucho y para el asociado es motivo de orgullo.
El trabajo de las comisiones que intervienen en Los Céspedes ha sido muy importante, tanto la Comisión de Formativas como la Sub Comisión de Los Céspedes, dependiente de la Comisión de Patrimonio y Obras han sido un apoyo constante para el crecimiento del complejo. Con estos dos organismos tenemos un intercambio constante, al igual que con la Gerencia Deportiva, con la que tengo un muy buen relacionamiento – tanto con «Cacho» Blanco como con Alejandro Lembo-, a quien conocí como jugador, por lo que ya teníamos establecido un vínculo. La opinión de Alejandro, no solo como gerente deportivo sino como ex jugador para mí es muy valiosa. Es a él a quién le consulto sobre el estado de las canchas ya que es quien puede responderme con total propiedad.
¿Tenés un diálogo con los jugadores? ¿Tienen un representante para comunicarse contigo o se acercan libremente para plantearte necesidades?
Existe total libertad para intercambiar opiniones acerca de cualquier tema. De todos modos la relación es más directa con Gustavo Munúa, al ser el capitán del equipo. El hecho de que se vehiculicen ciertas cosas a través de él me facilita enormemente. Eso no quita que atienda los pedidos independientes de cada uno de los muchachos. Estamos para eso.
Supongo que te habrás interiorizado acerca del funcionamiento de otros complejos deportivos en el mundo y te habrás formado una imagen de lo querrías que fuera Los Céspedes. ¿Estamos muy lejos de alcanzar esa meta?
Creo que se está en el camino. Siempre apelando al sentido común y la necesidad de estar acordes a nuestra realidad, la de la región y la del país. No tengo dudas de que estamos en vías de una profecionalización cada vez mayor que nos va a distanciar aún más del resto de los clubes del fútbol uruguayo. Una cosa a destacar es la continuidad que se le está dando al proceso a nivel de directiva. Personalmente no soy amiga de las personalizaciones, los logros no son producto de «fulano de tal» sino de un trabajo en equipo y de un proyecto institucional que tiene que transcender los nombres de quienes están al frente o integran las comisiones.
¿Te recibe la Comisión Directiva? ¿Tenés una comunicación fluida con los integrantes?
Afortunadamente tengo una excelente relación con todos. No me involucro en absoluto en temas políticos porque no es para lo que me contrataron pero tengo los teléfonos de todos y una comunicación constante, a pesar de que siempre trato de resolver las cosas sin necesidad de llegar a ellos, ya que tenemos una estructura formada para que eso se cumpla así. Hasta el día de hoy no he tenido necesidad de recurrir a la directiva para resolver ningún tema. Me siento respetada y que tengo las puertas abiertas para consultar cualquier tema con cada uno de los integrantes.
Lo que se te ha trasladado ahora son mayores responsabilidades ¿Lo esperabas? ¿Cómo lo tomaste?
No sé cómo surgió la creación del cargo de Gerente de Operaciones, creo que fue un planteo del gerente general aprobado por Directiva y, cumpliendo con un esquema de trabajo primero se buscó dentro de la institución si había una persona que encajara en el perfil adecuado para el cargo que se quiere cubrir. La idea fue trasladar la experiencia de Los Céspedes -a la que se consideró muy positiva- a las diferentes áreas del club.
¿Cómo viene resultando? Por ejemplo en el Parque Central.
Cuando yo ingreso al Parque coincide con el inicio casi del Sudamericano Sub 20, en el que nos tocaba oficiar como sede en algunos partidos. Ésa fue la prueba de fuego ya que se trataba de un evento de carácter internacional que salvamos con nota. Dentro del Parque Central tenemos a Miguel Rodríguez, el Intendente, que tiene un absoluto conocimiento del funcionamiento y la ubicación de cada cable que corre dentro del predio, lo mío fue complementar el trabajo de Miguel en otras áreas de las que él no podía ocuparse. El crecimiento que va a afrontar el Parque en los próximos meses va a ser tremendo y una sola persona no iba a ser suficiente para ocuparse de todo lo que se viene. Teniendo en cuenta esto fue que se designó, por fuera de lo que es la Gerencia de Operaciones, a Juan Martín Carmona -a quien se lo trasladó del Departamento de Socios-, como encargado del Área Comercial del Gran Parque Central.
Dentro del funcionariado del Gran parque Central contamos también con Martín Vega, quien estaba realizando tareas administrativas, siendo que hace poco tiempo se recibió de arquitecto. Consideramos que lo ideal era asignarle algo más específico dentro de su capacidad y se lo designó como Encargado de Infraestructura, y cuando hablo de infraestructura no me refiero al Parque Central únicamente. Dentro la descripción del cargo se encuentra la atención no solo del GPC sino también de la Residencia, Los Céspedes y la sede, toda la infraestructura de Nacional. Mi idea es que no sean funcionarios de Los Céspedes, del Parque, la Residencia o la sede sino de Nacional como un todo.
¿Se tiene pensado explotar comercialmente todas las áreas del club, no solamente el Parque Central?
Por supuesto. En primer lugar tenemos la cancha de césped sintéctico a la cual varias empresas van a querer sponsorizar. Otra posibilidad sería la colocación de cartelería en lo que será el futuro cerramiento perimetral de Los Céspedes. En fin, hay una serie de recursos que podrán surgir de todas esas cosas aún no explotadas comercialmente.
¿Qué impresión te dejó la Residencia?
Me esperaba otra cosa. En mi primer visita la noté un poco deteriorada, con algunas carencias que eran fácilmente revertibles. Hicimos ciertos cambios y comenzamos a apuntar en gran medida a la educación. No hay que olvidarse que quienes viven allí son gurises de 12, 13 y 14 años, es como dejar a los chiquilines solos en casa, es lo mismo. En este momento, al frente de la Residencia está Mabel Pérez, que viene a cumplir el rol de mamá de estos chicos. Es la responsable de acompañar en la educación, preocuparse de que estudien, hagan las tareas, que no falten a los centros de estudios, que respeten un cierto orden para el lavado de ropa, que conserven los dormitorios aseados, étc. Tanto Mabel Pérez como Sandra La Cruz -la señora encargada de la higiene- me han aportado una cantidad de ideas para aplicar en la residencia, al estar en el día a día con los chicos, saben de primera sus necesidades y se transforman en mis referentes, quienes me nutren de la información necesaria para que les pueda resolver situaciones. Esto le ha dado posibilidades a la Comisión de Formativas -en lo que hace a su tarea dentro de la casona- de poder volcar su esfuerzo exclusivamente en el mejoramiento de la calidad de vida de los gurises. Con esto me refiero a lo que es el acompañamiento y la recreación de los chicos. No estaba bien que la Comisión tuviera que encargarse del mantenimiento del edificio. Todo esto ha redundado en un beneficio para los botijas ya que, al encontrarse más contentos y distendidos mejoraron su rendimiento tanto en lo deportivo como en lo curricular.
¿Cuál es tu tarea en la sede? Convengamos que es un lugar que tiene carencias también.
Sí, las tiene, y como todo, pasa por un tema económico. Se han ido mejorando aspectos internos pero se debe ir acompasando con los recursos de los que dispongamos. Volvemos a lo de siempre, acá existe un cronograma de actividades que nos hemos planteado previamente para poder funcionar en forma ordenada y adecuada. En corto plazo lo urgente e importante, y de ahí seguimos.
En la sede tenemos toda la administración del club y es importante que la gente trabaje con tranquilidad, comodidad y en forma prolija, más allá de lo que es la infraestructura, de las carencias edilicias, ya contamos con todo esto.
Ahora tenemos un proyecto para trasladar el área de socios a un lugar más accesible para quienes se acercan a realizar cualquier trámite. Ésto está inserto en lo que es una idea de mejora continua. A medida que vamos obteniendo recursos o que logramos recortar o mejorar la calidad del gasto en un lado, lo trasladamos como beneficio hacia otro. Cuando te planteás una mejora del presupuesto, más allá de la necesidad implícita de achicar gastos, existe la adecuación de los mismos a lo que es el club. Con lo que tenemos vamos a hacer lo mejor que podemos. Creo que esa es la meta.
Para eso es fundamental el que se te asignen los recursos que te prometen.
A mí me los han asignado. En ese sentido, cero problema, he recibido los recursos prometidos y se ha volcado a dónde dijimos que se iban a hacer. Te pongo algunos ejemplos: se necesitaba un tractor nuevo para Los Céspedes que se pudo adquirir mediante el aporte de un socio vitalicio a quien, posteriormente, se le mostró dónde había ido a parar su dinero. Teníamos un problema serio de drenaje en la cancha 2. Se habló con los ingenierios y nos sugirieron la colocación de una bomba sumergible. Nuevamente se recurrió a un socio vitalicio, que puede corroborar lo que es hoy en día la cancha 2. Teníamos un inconveniente en lo referente a las duchas para los futbolistas de formativas. Por falta de caudal, en general no quedaba agua caliente para que todos pudieran bañarse. Cambiamos de bomba y agrandamos la capacidad de reserva de los tanques de OSE, nuevamente con recursos de socios vitalicios, que pueden comprobar como ahora no solo se bañan todos sino que lo hacen con agua caliente, como debe ser. Eso te da credibilidad.
Quiero destacar que, a la hora de cubrir estas necesidades, de conseguir hinchas dispuestos a transformarse en socios vitalicios, es invalorable el apoyo de Raquel Methol y Héctor Charquero. Más allá del aporte de la institución, hemos conseguido una cantidad impresionante de acciones de esta manera.
Has tenido la posibilidad de lograr varias cosas.
Yo soy muy ansiosa, tengo un ritmo de trabajo que a veces es difícil de seguir. Por naturaleza no puedo concebir otro modo que no sea el de emprender y terminar las cosas, no concibo el que queden colgadas eternamente por equis motivo. Esa ansiedad mía, bien controlada, es productiva. Siempre digo que, más allá de la inteligencia racional que puedas tener, acá en el club terminás desarrollando muchísimo la inteligencia emocional. Así es como vamos logrando cosas, no nos paralizamos, siempre estamos en movimiento y, en un club tan cambiante como éste no tenés más remedio que adaptarte a ese dinamismo. Creo que cuando vos formás un equipo de trabajo como el que tenemos en Los Céspedes y estamos empezando a desarrollar en el Parque, apunta a eso, a ese dinamismo y al acostumbramiento a que los ritmos de trabajo han cambiado, no solo acá, en el mundo.
Cuando hablás del equipo de trabajo que estás formando en el Parque, debemos interpretarlo fundamentalmente como una re distribución de tareas.
Claro. Es lo que hablábamos hoy, si cuento con un arquitecto en el equipo, debo aprovecharlo, no puedo tenerlo desempeñando tareas administrativas. La capacidad y la sabiduría de Miguel, hay que exprimirla en el tiempo de trabajo que siga con nosotros antes de su jubilación, eso es una condición para que esto funcione, así como la obra proyectada del Parque. No podemos olvidar que se trata de una ampliación, no una obra nueva, es algo que se va a desarrollar sobre la infraestructura ya existente, y quien la conoce mejor que nadie es Miguel Rodríguez, y él no tiene ningún inconveniente en trasladar su conocimiento.
Con el retiro de Miguel Rodríguez, ¿desaparece el cargo de Intendente del Parque Central?
Eso no depende de mí, sino de la estructura. Yo puedo aportar mí impresión, pero la decisión final la va tener el gerente general supongo. Tengamos en cuenta que yo me inserté en el Parque hace muy poco, en noviembre pasado. Sería muy audaz de mi parte el decir si se necesita o no quien desempeñe el cargo.
¿Cómo es un día de Adriana Araújo? ¿Vas a cada uno de los lugares o te distribuís en la semana?
Mi día arranca a la seis de la mañana. Luego de dejar a mis dos hijos en sus respectivos lugares de estudio, voy hasta el Parque, a no ser que tenga alguna reunión en otro lado, inicio mis actividades allí y luego me traslado a la sede, de allí a Los Céspedes y, a la vuelta, ya al caer la tarde, paso por la Residencia. No es estrictamente así a diario, porque también tengo días en los que tengo reuniones, ya sea con las comisiones o gerenciales. Martes y jueves tenemos una reunión gerencial que aúna a los representantes de todas las áreas con el gerente general, Martín De Castro. Los martes hacemos nuestros aportes al gerente y los jueves tenemos la devolución, o en algunos casos en los que sea necesaria la intervención de la Comisión Directiva, hacemos los planteos el jueves para que sea tratado en la reunión de Directiva del lunes y el día martes tenemos la respuesta.
Nacional es un club inmenso, con aristas por todos lados, lo que hace que administrarlo sea todo un desafío. Mi función es básicamente coordinar todas las diferentes áreas en lo que refiere a la parte operativa del club. Que no le falte nada a nadie, que todos cuenten con sus recursos y que las cosas se hagan de la mejor forma posible. El reto es impresionante y tengo un agradecimiento enorme a la Directiva por haberme dado la oportunidad de hacer algo que a mí me encanta en el lugar en el que más disfruto.
Ernesto Flores
decano.com
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