Nacional jugó un mal partido, en una cancha que no colaboró, y empató ante un rival que, a priori, no parecía que pudiera complicar.

Dominio de Boston River. Por tercer encuentro seguido, el Bolso saltó al campo de juego con la misma oncena titular. Se comenzó con una buena distribución del balón y buenas triangulaciones, pero ya a los cinco minutos se perdió el control de la pelota. Boston River comenzó a prevalecer, sobre todo en la mitad de la cancha, y empezó a dominar el balón y el partido. Nacional intentaba, pero rápidamente perdía la pelota y el equipo del Sastre era quien llevaba peligro cerca de nuestro arco. Nacional nunca logró imponer su juego durante esta primera mitad. El estado del campo de juego además no colaboró nada de nada. Cada vez que se intentó jugar por abajo se complicó. Se hizo un juego lento, ya que para controlar la pelota eran necesario tres o cuatro toques. Así es imposible mejorar el fútbol uruguayo. Si en lugar de emparejar para arriba se empareja para abajo es muy difícil. Después salimos a jugar afuera y las canchas son pistas de hielo, y no la tocamos. Con esto nos referimos a todos los equipos uruguayos. La AUF y sobre todo la Mutual de futbolistas profesionales debería exigir un mínimo de condiciones para un fútbol que se dice profesional. Lamentable. La primera mitad finalizó sin goles. 

Más parejo. La segunda mitad estuvo más pareja. El ingreso de Andrés D’Alessandro le dio algo de tenencia a Nacional y eso hizo que mejorara el juego ofensivo. Pero la pelota se alternaba entre los dos cuadros. Por momentos dominaba Nacional y por otros el que se imponía era Boston River. En una jugada de Gonzalo Bergessio, que la hizo de principio a fin, el Bolso se puso 1 a 0, y parecía que era difícil que el rival llegara al empate. Pero en un descuido a la salida de un córner, nos convirtieron el empate que fue definitivo. Incluso el envión anímico lo tuvo mejor al rival durante algunos minutos, hasta que de a poco Nacional comenzó a intentar llevarse el triunfo pero no pudo. 

Justo empate. El encuentro tuvo un justo resultado de acuerdo al desarrollo del partido. Lo dicho del estado del campo de juego. Así es muy difícil que se pueda progresar. Hace unos años que se venía mejorando en cuanto al nivel de las canchas, pero estos dos últimos campeonatos han tenido pisos lamentables. Después se sale a jugar afuera y nos damos cuenta que la velocidad y la precisión que se maneja en cualquier país de América es muy superior al nuestro, y a nuestro entender este aspecto es gran responsable de ello. En cuanto al juego, nunca se pudo dominar completamente al rival. Si bien por momentos se tuvo el balón, no se encontraron circuitos claros por ninguna de las dos bandas. Leandro Fernández continúa entreverado. Por momentos hace cosas muy interesantes, pero por otros momentos pierde pelotas increíbles, o resuelve mal. Hay material para mejorar, sobre todo en el juego ofensivo. Falta mucho, y se continúa en la punta del Torneo, pero estos puntos ante cuadros que a priori parecen más accesibles pueden pesar al final. Esperemos no sea así. 

¡Arriba Nacional!

Diego Ávalo

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