Inobjetable

Nacional volvió a caer; Inter avanza merecidamente en la Copa.

Cuando en la alta competencia internacional te enfrentás a un equipo que invirtió y se preparó para ganarla, lo que no podés hacer es desconcentrarte. Ni en un minuto, ni en una jugada, así sea la última del partido como nos ocurrió en la ida en nuestra casa.

Nacional se distrajo en este primer tiempo. No una vez, varias. La primera a los 16’ cuando primero cedió un córner y en su ejecución perder la marca de un jugador de casi 2m de estatura. Demasiado. Pero hubo más que por suerte no terminaron en gol por muy poco, aunque hubo dos bien anulados por el segundo línea y confirmados por el VAR. Mejía además salvó dos mano a mano que tenían destino de gol.

En ofensiva muy poquito y todo se diluyó antes de entrar al área. El primer tiempo terminó un gol abajo para Nacional, y fue barato.

Segundo tiempo

Nacional salió a jugar el complemento con otra determinación, parándose más adelante en la cancha. Intentando jugar por las bandas y con Lorenzetti distribuyendo el juego, pero duró tan solo 15’. O un poco menos. Inter volvió a hacerse de la pelota y otra vez tuvo las chances más claras, pero se encontró con Mejía que si estuvo en su nivel.

Guti mandó cambios, primero Chory por Kevin, luego Barrientos por Lorenzetti y por último Papelito por Zunino. Pero nada dio resultado en la noche de Porto Alegre, Inter fue un justo vencedor del partido y de la llave, y en el final logró el segundo tanto.

Quedará para el recuerdo otra demostración de amor increíble de La Primera Hinchada, que dio, una vez más, una lección amor a la camiseta en momentos difíciles.

Hay que volver a casa.