Se mejoró en juego, en actitud y se ganó un partido importantísimo ante un duro rival, y con varias bajas.

Con tres al medio. Se venía de una derrota que caló hondo en el equipo y en el club, y había que ver cómo reaccionaba el equipo con varias modificaciones, incluso el cuerpo técnico. En la semana el nuevo entrenador habló de actitud y compromiso, y desde el primer momento se vio una actitud distinta, un equipo más intenso. Era algo que habíamos criticado bastante al equipo de Gustavo Munúa, y este domingo se mejoró en ese aspecto. En cuanto a lo táctico, Jorge Giordano dispuso a tres volantes en el mediocampo, siendo Emiliano Martínez el volante central, Joaquín Trasante y Gabriel Neves compartieron esa zona de la cancha, y dio ingreso a Rodrigo Amaral, que jugó con responsabilidad de marca sobre la zona izquierda, pero libre a la hora de atacar y moviéndose por todo el frente del campo. En cuanto a lo estratégico, se vio un equipo mucho más vertical, sin tanta posesión y toqueteo buscando espacios, sino que buscando más en velocidad y con pelotas largas a las puntas cambiando de frente. Es que el equipo de Juan Carrasco juega con tres defensores en la última zona, y Nacional intentó permanentemente explotar esto en velocidad con Ayrton Cougo y sobre todo con Alfonso Trezza, y por este lado, surtió efecto. Varios fueron los desbordes que terminaron de manera peligrosa en el área rival, y de no ser por una mala tarde de nuestro capitán que no pudo definir como nos tiene acostumbrados, se hubiera encontrado el gol de manera más temprana en el partido. En cuanto a lo defensivo, se vio un equipo mucho más coordinado y vehemente para recuperar el balón. Y varias fueron las oportunidades en que los ataques rivales fueron desactivados en la zona central del campo de juego, y no en la última zona como venía aconteciendo. Ahí sobresalió la figura de Emiliano Martínez que jugó un gran partido. Se lo vio preciso con el balón, siendo salida permanente, y sobre todo, con un muy buen timming para anticipar y robar balones.

Continuó la superioridad. En la primera mitad se tuvo un penal que no se pudo convertir, y el encuentro se fue al descanso sin goles. Los primeros minutos del segundo tiempo tuvieron un Fénix mejorado y dominando el balón, pero de a poco el Decano comenzó a retomar el control y continuó con la superioridad mostrada en la primera mitad. Luego vino el gol de Mathías Laborda que dio algo de tranquilidad. Se intentó presionar lejos del arco rival, pero de a poco el equipo se fue retrayendo en el campo, quizás debido al desgaste del partido final, y se terminó defendiendo cerca de nuestra valla. Pese a esto, se tuvieron varias oportunidades de gol claras, pero esta ocasión no fue la noche de los delanteros, que no pudieron convertir y dar tranquilidad al equipo.

Importantísimo. Este triunfo fue importante por varios motivos. Primero y principal, para seguir bien arriba en la tabla de posiciones de la Anual. Segundo, para sacarnos rápidamente la final del Apertura. Tercero, para seguir sacando ventajas a los rivales directos ya que la mayoría dejaron puntos en esta fecha. Todo esto sumado a la cantidad de bajas que tuvo el Tricolor por lesiones o aspectos reglamentarios hizo que la victoria fuera trascendental. Se mostró una mejoría de la que ya hablamos, tanto en juego como en actitud, sin embargo, preocupa el aspecto sanitario. Hay varios lesionados y hoy hubo al menos uno más. Ojalá podamos seguir ascendiendo en el juego para seguir sacando ventajas. No tengo dudas que material y compromiso para hacerlo hay. En esta oportunidad quedó demostrado.

¡Arriba Nacional!

Diego Ávalo
decano

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