En un encuentro en el que no salía nada, dos chispazos de Otero nos dieron un importantísimo triunfo.
No salía nada. El Bolso salía a jugar con mismo esquema de siempre, 4-2-3-1. Pero hay un tema que desde hace un tiempo viene pasando y hay que corregir para no sufrir tanto. Luciano Boggio sale a presionar arriba y a jugar cuando tiene la pelota y le cuesta volver a su posición de doble 5. Además de ser bastante desordenado tácticamente. Eso hace que el mediocampista que lo acompaña quede muy solo en la marca y se vea superado permanentemente.
La primera mitad tuvo esa característica. No sé agarraba la pelota y en ataque no salía nada. Y menos después del gol del rival en el que vinieron unos minutos se descontrol que por suerte Torque no aprovechó para aumentar.
Al ataque y que sea lo que sea. La segunda mitad Peirano se la jugó a tener la pelota sacando marcadores para poner jugadores de buen pie. Y por suerte le salió bien, aunque se sufrió y era previsible con esa constitución.
Mauricio le dió mayor y mejor circulación de pelota. Y liberó a Otero para jugar más cerca del arco. Pero se sufrió y bastante en defensa, y ahí surgió la figura de Mejia nuevamente para mantenernos en partido. Hasta que vinieron dos chispazos de Otero. Uno un golazo de afuera y el otro un centro medido para Petit que volvió a convertir y darle el triunfo al Decano.
Triunfo importante. El triunfo es de esos que hoy se valora poco, pero a la larga toma trascendencia. Sobre todo porque no se jugó bien pero igual se logró sacarlo adelante. Hay mucho para corregir y mejorar, pero siempre es mejor desde la victoria.
¡ Arriba Nacional!
Diego Avalo
COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO:


UNITE A NUESTRA COMUNIDAD
Seguinos en nuestras redes sociales y enterate de toda la actualidad del decano del fútbol uruguayo
REDES SOCIALES
SUSCRIBITE A NUESTRA NEWSLETTER
No te pierdas ninguna novedad del decano