Dirigentes tricolores se fastidian y cuestionan el concepto de justicia en este caso. “Es fácil lavarse las manos y sancionar a los dos por igual”, dijo Amoza.

En la jornada de este miércoles saldrá el fallo por los incidentes en el clásico del 4 de setiembre y en la directiva tricolor reina la molestia por la sanción que se maneja para Nacional, que consiste en dos encuentros de suspensión de localía en el Gran Parque Central. Misma medida que para el tradicional rival.

Este miércoles en 100% Deporte el presidente del Bolso, José Fuentes, se mostró firme en sus opiniones en contra de la sanción. “Acá están haciendo la fácil”, señaló. Además de él, hubo otros integrantes de la comisión que se manifestaron al respecto.

En su cuenta de Twitter, el dirigente Gustavo Amoza expresó metafóricamente: “Sancionar a 30 mil hinchas por 20 es como sacarle la libreta a todos los que van en el auto cuando el que maneja tiene espirometría positiva”.

“Es como llevar preso a toda la familia del delincuente”, señaló posteriormente, y completó: “Aplica para todos los equipos”.

Es necesario poner en contexto y/o recordar cuáles fueron los altercados del domingo 4. Desde la Tribuna Héctor Scarone, donde se ubicaron los visitantes, se lanzaron piedras, bengalas y demás proyectiles, intentando impactar directamente a los hinchas de Nacional o jugadores. Además, entraron un inflable que luego fue quemado, una bandera alusiva a un asesinato y, por último, incendiaron un puesto de venta de alimentos.

En tanto, en el caso de Nacional, lo que se denuncia es un lanzamiento de maíz al arquero rival y el supuesto engrase de los paravalanchas de la Scarone.

Fuentes y Amoza no fueron los únicos que se expresaron en las últimas horas. “Acá es muy fácil lavarse las manos y sancionar a los dos por igual”, indicó Pablo Durán en diálogo con Quiero Fútbol. “Es fácil sancionar al que trata de hacer las cosas bien”, agregó.

Asimismo, el directivo tricolor aseguró que el día del encuentro clásico al mediodía hubo una recorrida de las autoridades del ministerio del interior y los oficiales de seguridad de los equipos y “el engrase no se constató”.

“Los que ingresaron el día previo a la tribuna de Peñarol, entraron con la intención de tapar las pintadas que había con leyendas ofensivas en contra del rival”, explicó, además.

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