En la tardecita del día miércoles se confirmó la noticia que la mayoría de los hinchas no queríamos escuchar, Israel Damonte deja el club.

Es que este argentino se ganó el corazón de los hinchas, por su despliegue futbolístico, por su adhesión al club, y por actitudes de buen tipo afuera de la cancha que muy pocos están dispuestos a realizar.

Nacional pierde un jugador importantísimo a pocos días de comenzar el Torneo Apertura. Alguien podrá argumentar que en el plantel se encuentran Diego Arismendi, Maxi Calzada, Nicolás Prieto, Hugo Dorrego y Rafa García en su posición, y es cierto. Pero los años mirando fútbol me han enseñado que los campeonatos los ganan los buenos planteles. No basta con tener 11 buenos titulares. También hay que tener buenos suplentes. Porque siempre aparecen los imponderables de lesiones, bajos rendimientos, etc. Y Damonte realmente jerarquizaba este plantel.

Lo jerarquizaba desde el punto de vista futbolístico, porque estamos hablando de un jugador de muchísima marca y entrega, pero además con buen traslado de pelota y juego colectivo. Y además lo jerarquizaba desde el punto de vista anímico por ser un jugador que contagia a propios y extraños. Damonte es ese jugador que levanta a los hinchas y hace calentar a los rivales con un tranque.

El propio jugador en horas de la mañana del jueves expresó en el programa A Fondo en la 1010 Am, que solo quería asegurarse seis meses más de contrato para poder disputar el Campeonato Uruguayo entero, mientras que el dirigente José Fuentes comentó en el mismo programa que su representante le había solicitado tres años más de contrato a lo cual Nacional no podía acceder. Indudablemente hubo algún desencuentro, o mala información, lo que desde mi punto de vista, es un gran error por todo lo expresado anteriormente. Damonte se merecía irse en junio de 2014 siendo Campeón Uruguayo.

Al jugador, las gracias por la entrega y adhesión a Nacional. A la persona las felicitaciones y la admiración. Actitudes como la que tuvo con Kenya son solo para los grandes. Gracias” Isra”, y lo mejor del mundo para vos en esta nueva etapa. Las puertas del club, por lo menos de parte de la mejor hinchada del mundo, estarán siempre abiertas para el argentino más uruguayo de todos. ¡Éxitos!

Diego Ávalo
decano.com

A continuación les dejamos algunas frases de Israel Damonte, que lo pintan de cuerpo y alma.

Declaraciones realizadas en el programa “A Fondo”  1010 AM

“Día triste. Lo había dejado en claro con mi representante, mis compañeros y dirigentes que mi idea era seguir. Hasta ayer a las cinco del a tarde, quería seguir en Nacional, hasta que se me dijo que ya estaba. Así y todo quería seguir.”

“Entiendo la posición de Nacional, porque habla bien del club, de no meterse en contratos que no van a poder cumplir.”

“Me voy dolido de un grupo donde hice un montón de amigos, donde me hicieron sentir como si fuera del club de toda la vida.”

“Mi hija se quedó llorando desde la cinco de la tarde. Lo dije en la cena con mis compañeros, me llevo el cariño de todos ellos, que nunca me hicieron sentir extranjero, siempre me dieron todo para que me sienta bien. Fue reciproco, me queda eso y el cariño de la gente, que me ha dado más de lo que yo le di. Es una falta de respeto que me llamen ídolo.”

Declaraciones realizadas al programa “Las Voces del Fútbol” AM Libre

Sobre el fútbol uruguayo, “sí, a veces se subestima al fútbol uruguayo. Por la cantidad de habitantes, porque es un país chico, porque la liga no es de las mejores porque pasan cosas que en ningún otro lugar del mundo, como que un equipo juegue todo el año en la misma cancha. Hablando con otros argentinos, te dicen: “No podés comparar la liga argentina con la uruguaya”. No, pero a la final del Mundial Sub 20 llegan los uruguayos, en la Copa Confederaciones estaban los uruguayos, en el Mundial salieron cuartos los uruguayos, la Copa América la ganaron los uruguayos. Más allá de la liga, del color que le quieran poner, a nivel de jugadores no sé si el jugador argentino está arriba del jugador uruguayo.”

Convivencia y contacto con los más jóvenes, “trato de hablarles, no aconsejarlos, porque no sé si estoy para dar consejos. Sí para decirles qué es lo mejor dentro de la cancha para que ellos puedan recibir bien la pelota y sentirse cómodos dentro del equipo. Con Carlitos (De Pena) ya hay mucha más confianza, porque fuera de la cancha es amigo y lo quiero mucho. A Gastón (Pereiro) lo conocí ahora, es un chico bárbaro, un jugador diferente que nos puede dar muchas alegrías. Una vez le digo: “Gastón, ¿quién juega bien acá en Nacional?, ¿quién es el que tiene que tener la pelota?”. Me dijo: “Vos”. “No, Gastón, vos”. Es fundamental que ellos puedan tener la tranquilidad y hacer lo mismo que hacen en inferiores. La responsabilidad tiene que correr por nosotros, los más grandes. Ellos tienen que estar tranquilos y a la hora de jugar que se sientan sueltos para demostrar todo lo que saben, porque son jugadores de terribles condiciones».

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