La hinchada de Nacional dio nuevamente cátedra de fidelidad y aliento. Los herederos de Prudencio hicieron honor al legado de quien creó la palabra “hincha”.
Cerrado el año todo parece fiesta y alegría, pero sabemos bien cuánto costó y nos llena de orgullo saber que, una vez más, estuvimos en los momentos difíciles y salimos adelante. Hagamos el recorrido juntos.
En enero -luego de 2 años en los que se nos hizo esquivo el resultado deportivo- la noticia era “El club necesita del socio, necesitamos aumentar la cuota para estabilizar la economía.” Y ahí estuvo el hincha, lejos de la queja, redoblando esfuerzos y diciendo “estamos acá”.
En ese mismo mes comienza el año deportivo con un amistoso con derrota y a los pocos días -ya comenzando febrero- la revancha sería la Supercopa.
Todos sabemos que no era el mejor momento, pero el hincha de Nacional pidió que abrieran las puertas del Parque Central para “hacerle el aguante a los jugadores”. El entrenamiento se realizó con tribunas con niños, familias y aliento constante a los jugadores. Lo empezamos a jugar ese sábado de mañana, lo empezábamos a ganar. Si faltaba algo, el domingo nos juntamos en el Liceo Dámaso a esperar al plantel. Miles fueron tres horas antes a esperar el ómnibus. Lo acompañamos a paso de hombre hasta el Estadio con bengalas, aliento y un solo grito: “estamos acá” Llegó la victoria, la final clásica y la vuelta. Tras un partido en el que terminamos con 9, ganando por penales y que costó un montón. Pero que se disfruto desde aquel sábado de mañana.
Comenzó el Uruguayo y en 5 fechas estábamos penúltimos, sin victorias. Recuerdo una foto tomada por Decano de una señora acompañando el bus a la salida de “Jardines” diciendo “Vamos muchachos, vamos Nacional”. Sí, señora, usted fue importante. Me quedó grabada en la retina y todo Nacional continuó diciendo “vamos muchachos”.
Cambiamos de DT y varios somos los que estuvimos en Paraguay y sufrimos la derrota ante Cerro Porteño, pero seguíamos diciendo “estamos Acá”. El clásico del Apertura nos encontraba 7 puntos abajo y el ex presidente del rival decía “si ganamos, se liquida el uruguayo”.
Nos dieron pocas entradas, nos obligaron a ir 5 horas antes, nos obligaron a no poder ir por nuestros medios, agotamos las entradas en 20 minutos, hicimos la fiesta que nunca había existido en ese lugar, es qué pasó el colectivo 7411 y volvió a enseñar un doble recibimiento. Los 2000 cantamos superando los parlantes y dijimos nuevamente “estamos acá”.
Avanzó el año, perdimos el Apertura y llegó Inter. Octavos de final de la Libertadores, con derrota 1-0 de local y más de 3000 hinchas de Nacional cruzaron a Porto Alegre a decir “estamos acá”. Derrota 2-0, nos quedábamos sin copa, los videos y aquellos brasileros que miraban atónitos la fiesta que salía de la tribuna más alta son testigos de cómo la hinchada seguía acompañando.
Clásico del intermedio, aún estábamos por debajo en puntos, el año seguía siendo adverso. Nuevamente hicimos el “banderazo”, se intentó repetir el recibimiento en el “Dámaso” pero la policía desvió al ómnibus del plantel por otra ruta y entonces fuimos hasta Avenida Italia a acompañarlo. La única popular agotada fue la de Nacional. Fue triunfo y recién en ese momento supimos estar arriba en la tabla del año.
Hubo momentos deportivos irregulares y el torneo quedaba cabeza a cabeza. Llegó el clausura, abrimos el Parque, banderazo, aliento y nuevamente la única popular agotada fue la de Nacional, además se Agotó la Olímpica y también el incremento de 1000 entradas que agregó el Club. Fue empate y todo se definía en 3 fechas. Agotadas las entradas vs Defensor – y mediando un despojo arbitral- fue derrota y a falta de dos fechas quedábamos por debajo en el campeonato.
Llegó Rampla, entre semana, tres veces en el mismo partido parecía que se iba el campeonato, el gol decisivo lo metió “Papel”, el aliento bajaba de la Colombes y la hinchada decía “estamos acá”.
Allí vino el paro de árbitros (no fueron los únicos que hicieron paro este año) y la definición se demoraba.
La última fecha fue contra Juventud, estábamos 1-0 hasta faltando 10 minutos, el aliento estaba asegurado, el partido terminó 3-0 pero el destino parecía decir: “Para festejar tenés que hacerlo bien, habrá final”.
Aunque la gente lo pidió, no había forma de hacer un “banderazo”, pero estuvimos ahí, el aliento fue el de todo el año y la mesura en la victoria no se correspondía a todo lo que nos había costado. Pero sabíamos que el objetivo era el domingo. Y sí, nuevamente la única popular agotada fue la Colombes, el partido parecía irse en un abúlico 0-0 pero llegó el gol de Zunino, que lo empujaron las 20000 personas que estaban cantando desesperadas por la victoria. Fue una nueva vuelta en la cara, fueron tres finales clásicas ganadas, fue todo alegría, pero sobre todo orgullo de recordar que en las difíciles, ¡siempre estuvimos acá!
Nacional fue el equipo que más entradas vendió como lo hace casi todos los años y, como tantos otros, el Campeonato lo empezamos a ganar los herederos de Prudencio.
COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO:
UNITE A NUESTRA COMUNIDAD
Seguinos en nuestras redes sociales y enterate de toda la actualidad del decano del fútbol uruguayo
REDES SOCIALES
SUSCRIBITE A NUESTRA NEWSLETTER
No te pierdas ninguna novedad del decano