El tema se instaló en la hinchada en medio a una discusión electoral. ¿Deben ir nuestros dirigentes a la inauguración del estadio de Peñarol?

La cuestión no es fácil de responder y abarca varios aspectos. Para los dirigentes, no es sólo un compromiso más; tiene que ver con posiciones institucionales y con el mensaje que se transmite a los hinchas y socios. Además, el simple debate de este tema trae a la pauta de hinchas y periodistas algo que es importante para Peñarol, no para Nacional.

Claro está que si le das a la prensa el más mínimo motivo para poner figuras de maquetas y proyecciones gráficas, ella lo hará. La simple mención de una fecha para la inauguración del estadio de Peñarol es motivo para gastar ríos de tinta publicando diseños del proyecto e tirando loas a algo que todavía no se termina. No invento nada: el año pasado se prometió la inauguración para 28 de septiembre de 2015 [1] y, como sabemos, esto no se realizó. ¿Y cómo olvidar que en 2008, con el simple anuncio de que Peñarol quería construir un estadio, Últimas Noticias puso en la tapa de su suplemento deportivo la foto de un tractor – y vaya uno a saber de dónde lo sacaron – con el titular Peñarol en Obras?

Analizaremos a continuación algunos aspectos que tienen que ver con esta discusión para buscar una respuesta a la pregunta que se plantea: ¿Deben ir nuestros dirigentes a la inauguración del estadio de Peñarol?

1. No es el infierno

Seguramente muchos hinchas dirán que no pisan la sede o el estadio de Peñarol ni muertos. Cada cual es responsable por sus decisiones y no debe ser criticado por su pasión, siempre que no la deje aplastar el cerebro. Como dirigente, uno tendrá compromisos institucionales, a veces le tocan estas situaciones y nadie deja de ser bolsilludo si entra a la sede de Peñarol, ni es más que los demás si dice que “nunca fui y nunca iré”.

De Julio Montero Castillo se cuenta que cuando llevó a su hijo a entrenarse en Las Acacias, lo acompañó hasta el portón y le dijo: “hasta aquí te acompaño yo, de aquí en más hacé la tuya, porque yo ahí no entro”. Es una manifestación legítima de pasión, pero esto no disminuye en nada la acción de otro bolsilludo histórico, Pedro Cea, quien un día entró a la sede de Peñarol cuando se descubrió el busto de su amigo Álvaro Gestido. Él no se tornó menos tricolor ni menos ídolo por esto; pisar la sede de Peñarol no es el infierno.

2. ¿Rivalidad o enemistad?

Nacional y Peñarol tienen la rivalidad más importante del fútbol uruguayo, pero no por ser rivales tendrán que ser necesariamente enemigos. Es más, en varios momentos tendrán intereses comunes y si trabajan conjuntamente por ellos, serán más fuertes que si trabajan en forma solitaria. Para alguien con la mirada más apasionada esto puede sonar como herejía, pero en la vida, algunas veces hay que ser pragmático. Al fin y al cabo, ser pró-Nacional viene antes que ser anti-manya.

El presidente Eduardo Ache tendrá alguna comprensión de esto y por algo se refiere a Damiani como “mi amigo Juan Pedro” [2]. El ex presidente Ricardo Alarcón en algún momento también tuvo que buscar soluciones conjuntas con Peñarol y ofrecía asados a dirigentes de otros cuadros cuando les tocaba enfrentarse con Nacional. Es cierto que en los dos casos las críticas de la hinchada son muchas; pero en algunas ocasiones hay que tener la madurez necesaria para estar al lado de una institución rival. No todo es amarillo y negro o blanco.

3. Posiciones institucionales

Dicho esto, las actitudes mencionadas anteriormente no deben ser tomadas en todas las ocasiones. Hay situaciones en las que Nacional tiene posiciones institucionales y se debe orientar por ellas. Quienes defienden la posición de Nacional en la discusión del decanato – como es el caso de los editores de decano.com – son extremadamente cuidadosos con todo lo que tiene que ver con esto y con el mensaje que cada actitud transmite (por ejemplo, cuando el empresario Betancur favorece a Peñarol, es una burrada hacer un trapo que diga “Betancurcc”, porque CURCC y Peñarol no son lo mismo).

El año 2011 Peñarol organizó los festejos del presunto aniversario 120 y la prensa notició la ausencia del presidente tricolor Ricardo Alarcón. “Nosotros estamos convencidos de que Nacional es el decano y lo vamos a decir siempre, pero hay que entender que otros opinen de otra manera. (…) Eso sí: mi presencia puede significar avalar una posición que yo no comparto y tampoco la institución”, afirmó Alarcón en aquella ocasión [3]. Esto dio ocasión para ataques desde la otra vereda, diciendo que Peñarol recibió el saludo de todas las instituciones menos aquella que tiene como eslogan Cultura Nacional.

Aunque pisar la sede de Peñarol no es el infierno, aunque el rival no debe ser necesariamente un enemigo, hay una cuestión institucional involucrada. La simple participación de las demás instituciones, aun sin cualquier manifestación sobre la discusión del decanato, avala la posición de Peñarol (y hablamos de un país en lo que ni siquiera AUF se manifiesta sobre el correcto número de títulos de cada equipo). Nacional no podría, con un gesto de cordialidad del presidente, transmitir este mensaje.

Y la situación no terminó ahí. En diciembre de 2013, ya en la presidencia de Eduardo Ache, Nacional saludó a Peñarol en la ocasión de su centésimo aniversario y puso el tema del decanato en la discusión del día – algunos operadores aurinegros incluso se rasgaban las vestiduras y decían que esto generaba violencia. El tema era considerado tan importante en filas tricolores que tuvo más trascendencia que la última jornada del torneo Apertura, cuando Nacional se jugaba el título, llegaba como favorito y terminó con las manos vacías.

4. El campeón del siglo

Se anuncia que el estadio se llamará Campeón del Siglo. Un título que, a rigor, no existe – y no es porque no haya sido disputado, sino por una enormidad de razones: nació de un ranking incoherente, con disparidad de criterios (en lo que, entre otras cosas, un siglo no tiene cien años y un equipo con 12 títulos está abajo de otro que tiene siete e incluso Nacional tiene más títulos que Peñarol), organizado por una institución de credibilidad dudosa y difundido con el nombre alterado (el título original no tiene la palabra “campeón”). Si quiere leer con más profundidad sobre la difusión del tema en la prensa, están los links [4] y [5].

El departamento de marketing de Peñarol trabajó bien el tema. Hasta el himno del club fue cambiado en principios de 2011 por otro con las palabras campeón del siglo. El falso título está en la boca de toda la gente que viste amarillo y negro. Surgió un sitio web llamado campeondelsiglo.com – y el detalle divertido es que, fieles a la historia de su club, ellos afirman estar junto a la hinchada desde 2007, pero el presunto título es del año 2009.

Los dirigentes de Nacional se equivocan al no entender que éste es un tema que los hinchas consideran importante. Algunos – como éste escriba – toman como suya la tarea de contestar y argumentar contra una evidente mentira. El club como institución no toca el tema, todo queda como está, Peñarol sigue autoproclamándose campeón del siglo y, aunque existen otros factores con más peso, esto no deja de tener su propia importancia a la hora de convencer un niño a ser hincha de un equipo o de otro.

5. Quién es Peñarol

Cuando se habla de tener buen relacionamiento con dirigentes de otros cuadros, hay que tener claro también el comportamiento de cada uno de estos cuadros. Está bien hablar de caballerosidad y de grandeza, pero esto no va a dar resultados en todos los momentos. El ex presidente Ricardo Alarcón era criticado por la hinchada por “ofrecer la otra cara”. Los tricolores éramos “palomas”.

Peñarol no es una institución amiga. ¿Cómo no recordar? En 2008 amenazó con irse de la AUF e intentó maniobrar para que el partido de Nacional ante Villa Española no se jugara. Su presidente – casualmente el mismo de hoy – se negó a sentarse en la tribuna Olímpica con Ricardo Alarcón en 2010 para dar una señal contra la violencia ocurrida en aquella misma tribuna y acusó a Alarcón de generar violencia cuando, en noviembre del mismo año, se decidió jugar el clásico con la tribuna Olímpica exclusivamente tricolor. El club quiere todas las ventajas posibles en los clásicos, tanto para los jugadores como para la hinchada, ocupando la tribuna y el banco correspondientes al equipo local. Su hinchada hace entrar en la tribuna, a cada clásico, todo aquello que está prohibido por la policía y dos veces en un mismo año ni siquiera el partido clásico pudo ser finalizado. Además, cuando festejan un triunfo lejano en el básket, tienen que provocar a Nacional…

Menos mal que Damiani es amigo de Ache, porque pidió sanciones ejemplares para Nacional tras una pelea entre Jorge Bava y la policía – o sea, no era una pelea entre jugadores bolsilludos y carboneros. Como dice aquella canción de Les Luthiers, “si aquel que dice ser tu [mejor] amigo te clava un puñal en la espalda, debes desconfiar de su amistad”.

En actitudes así, Peñarol no está siendo otra cosa que fiel a su historia. En sus primeros años de existencia, concretamente en 1917, Peñarol denunció al club Reformers por no haber presentado su equipo en tiempo para los partidos de segunda división – cuando la AUF les había dado un tiempo prudencial para completar su equipo en primera división – y exigió el descenso de dicha institución [7]. (Es irónico que casi cien años después Peñarol podría verse en la situación contraria, porque no cumplía con el reglamento de la cancha de uso propio, el escribano Améndola dijo que el club jugaba de forma irregular, pero nadie presentó la denuncia…)

Con todo esto, ¿es a esta institución que haremos una deferencia, incluso prestigiando un estadio cuyo nombre proviene de una mentira?

6. El caso concreto

El presidente de Nacional, Eduardo Ache, afirmó a Ovación que va a estar presente el día que Peñarol inaugure su estadio y se lo dijo a su amigo Juan Pedro. El contador Álvaro Paz, candidato a vicepresidente por la lista Primero Nacional, afirmó en Twitter que si llega a ser vicepresidente, no irá a la inauguración de ningún estadio cuyo nombre roce nuestra historia. El abogado Alejandro Balbi también habló a Ovación, declaró su condición de hincha, pero dijo que “hay que estar por encima de algunas cosas, entonces ¿cómo no voy a ir a la inauguración del estadio? En Europa los presidentes miran juntos los partidos en el palco, pero se quieren ganar siempre. Esto es lo mismo”.

Tres declaraciones, tres situaciones distintas. El presidente Ache trata de relativizar la rivalidad, trata el presidente rival de amigo. Está en su derecho. Pero si va como presidente de Nacional, está en el riesgo de transmitir un mensaje avalando el falso título de campeón del siglo. La persona de Eduardo es libre para ir a donde quiera y tal vez no le importe este tema; pero si va a la inauguración del estadio de Peñarol representando a la institución Club Nacional de Football, tendrá que dejar un mensaje claro que no lo haga cómplice de esta mentira.

Alejandro Balbi no toca el tema de la defensa de la historia de Nacional, ni de que el estadio se llame Campeón del Siglo. Apenas dice que va a ir a la inauguración. Su caso es un poco diferente al del presidente, porque Balbi también es Secretario General de la AUF, y podrá comparecer a la festividad representando la Asociación y no necesariamente a Nacional.

Y Álvaro Paz le da importancia a la defensa de la historia de Nacional en otros aspectos que no apenas el decanato; su postura es más cercana a la de los hinchas que viven la rivalidad como una enemistad; y tendrá el desafío de demostrar que esta postura es racional, en defensa de argumentos, y no apenas una actitud tribunera para contraponerse a los dirigentes y acercarse al sentir de los hinchas.

Los “vrutos”

En su sitio web, Ovación publicó un titular que dice: “Gatón Pereiro nominado a mejor jugador sub-21 del año”. Un pequeño error, que incluso ya fue corregido, pero igual no deja de ser gracioso.

Pero el vruto campeón esta vez es La República [8]. En una nota que habla de los jugadores de Nacional, que en su mayoría son ganadores clásicos, está la siguiente perlita: “(…) de los 16 hombres con antecedentes en clásicos solamente dos tienen déficit en su estadística personal (“Nacho” González y Fucile que jugó uno solo y lo empató)”. Es decir: Fucile nunca perdió un clásico, pero está en déficit…

Manoel Castanho
(Periodista)

Lista de Links

[1] http://www.referi.uy/el-estadio-penarol-ya-tiene-fecha-n284318

[2] http://www.ovaciondigital.com.uy/futbol/eduardo-ache-nacional-clasico.html

[3] http://eldiario.com.uy/2011/09/28/a-puro-berrinche-nacional-sigue-negando-aniversario-aurinegro/

[4] http://www.taringa.net/posts/deportes/12156344/Campeon-del-siglo-y-otras-mentiras.html

[5] http://www.taringa.net/posts/deportes/18663803/Manoel-Castanho-nos-explica-las-Mentiras.html

[6] http://www.ovaciondigital.com.uy/futbol/balbi-ira-inauguracion-estadio-penarol.html

[7] Fuente: revista Nacional, Año 1, Número 1, noviembre de 1918.

[8] http://www.republica.com.uy/nacional-tiene-un-plantel-lleno-de-ganadores-de-clasicos/545221/

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO:

UNITE A NUESTRA COMUNIDAD

Seguinos en nuestras redes sociales y enterate de toda la actualidad del decano del fútbol uruguayo

REDES SOCIALES

SUSCRIBITE A NUESTRA NEWSLETTER

No te pierdas ninguna novedad del decano