En la historia reciente de Nacional, solamente un equipo tricolor tuvo números mejores que los del ganador del Apertura 2014. Pero esto no fue suficiente para ser campeón.

El año de 1998 marca un punto de inflexión en la historia reciente de Nacional. Luego de un ayuno que duró cinco años, el equipo del Parque Central se consagró campeón uruguayo, como el primero en hacerlo sin necesidad de finales desde el inicio de la era de los torneos cortos (1994). Se inició un nuevo tiempo, en que Nacional conquistó nada menos que 9 títulos nacionales de los últimos 17 disputados. Al obtener el Apertura 2014, el club se encamina a pasos largos para cosechar el décimo en 18. En este periodo, algunos de los equipos tricolores escribieron la historia de forma demoledora y se ganaron un lugar en el corazón del hincha.

El primero de ellos, obviamente, fue el que dio vuelta a la historia, en 1998. Bajo la dirigencia de Hugo de León y con jugadores como Marco Vanzini, Rubén Sosa, Carlos Camejo y Gabriel Alvez, Nacional conquistó el torneo Apertura una fecha antes (8V, 2D). Luego de ocho fechas iba empatado en puntos con Peñarol; el clásico fue determinante, porque Nacional venció sus últimos tres partidos y el rival perdió todos. La gran actuación de Camejo en aquel partido es bastante recordada: anotó un gol e hizo la jugada que generó el segundo (de Guigou). Luego el Clausura fue más parejo y Nacional superó el puntaje de Rentistas en la última fecha. Y venció el clásico por 4 a 2, con un golazo de Rubén Sosa de tiro libre que puso el 2-0 parcial. Los otros fueron de Varela, Guigou y “Tyson” Nuñez.

En el Apertura 1999 otra vez Nacional ganó una fecha antes, llegando a la jornada 14 con 11 triunfos, 1 empate y 1 derrota. Después de obtenido el campeonato, perdió el partido restante. Luego el equipo arrancó mal el Clausura y perdió las finales contra Peñarol en partidos marcados por una cantidad de expulsiones.

En el Apertura 2000 otra vez el equipo fue demoledor. Era un equipo que mezclaba pasado y futuro – prueba de esto es que había allí cinco futuros capitanes de Nacional (OJ Morales, Lembo y Vanzini titulares, Munúa y Richard Morales suplentes). La referencia en el ataque era Gabriel Alvez. Llegó sin derrotas a la fecha 15, cuando se coronó campeón venciendo a Peñarol por 1 a 0 (gol del Chengue) y dando la vuelta en la cara. Obtuvo 41 puntos de 45 disputados hasta que, con el título asegurado, tuvo su única caída en la fecha 16 contra Defensor. A posteriori, el equipo fue campeón uruguayo.

Otro equipo fantástico de Nacional surge en 2003. Dirigido por Daniel Carreño, aquel equipo pasó a la historia porque Gustavo Munúa mantuvo su arco invicto durante 963 minutos en el campeonato uruguayo – periodo durante el cual atajó algún penal y anotó un gol de la misma forma. También jugaron Abreu, ídolo y campeón, Eguren, Benoit, Méndez, Peralta, entre otros. Tras empatar con Tacuarembó en la primera fecha, el tricolor fue ganando todos sus partidos, incluso el clásico en la fecha 14, por 3 a 1 – partido recordado porque se cortó la racha con la valla invicta de Munúa. El partido significó una ventaja de 9 puntos para Nacional (los mismos que faltaba jugar) y el título fue matemáticamente conquistado en la fecha siguiente, con un triunfo sobre Deportivo Maldonado por 4 a 2. Después de esto los resultados no fueron en serio (1 empate, 1 derrota). En la mitad del año el equipo se desarmó con la marcha de más de 15 jugadores; el plantel renovado no pudo obtener el título de campeón uruguayo.

Otro equipo fantástico de Nacional fue campeón del Apertura 2009. Fue un momento especial porque la hinchada vivía una luna de miel con su club tras haber llegado a las semifinales de Copa Libertadores luego de 21 años. Con figuras como Rodrigo Muñoz, Álvaro González, Matute Morales, Tito Ferro, Nicolás Lodeiro, los regresados OJ Morales, Gustavo Varela y Mario Regueiro, Nacional se consagró campeón del torneo corto en la penúltima fecha cuando venció a Fénix por 1 a 0, gol del Tata. Luego de un comienzo con cuatro victorias, el equipo tuvo dos malos resultados en las fechas 5 y 7, incluida una goleada de Wanderers por 4 a 0. Con las goleadas ante Central Español y Atenas, el Bolso recuperó su rumbo y encajó ocho victorias consecutivas, incluyendo un clásico con terrible baile que tuvo como figura a Lodeiro. Pese a haber mantenido casi todos los jugadores (se fueron apenas Matías Rodríguez y Lodeiro), el equipo de Eduardo Acevedo no mantuvo la misma regularidad y Peñarol, llevado de la mano, dio vuelta a la tabla anual y terminó campeón.

Y ahora viene el equipo de Gutiérrez – para variar, ganando un Apertura. El equipo se consagra campeón ganando el torneo con dos fechas de antelación, con 12 victorias y apenas una derrota, en la fecha 3 contra El Tanque. Sufrió apenas seis goles (Munúa tuvo la valla invicta 700 minutos y la racha se rompió, como en 2003, contra Peñarol y de penal) y abrió una enormidad de puntos de ventaja hacia el rival de todas las horas. Los goles de Iván Alonso, la seguridad de Polenta y Rafa García, la calidad de Porras, la entrega de Arismendi y la madurez adquirida por varios juveniles (Espino, Romero, De Pena) hacen que este equipo sea especial. Y para mejorar lo que ya era bueno, la magia de Recoba, con el gol olímpico a Wanderers y el gol que hizo explotar de júbilo la parcialidad tricolor en la victoria clásica conquistada en los descuentos.

Lo bueno

Todos los equipos fantásticos presentados en esta nota tienen una característica común: fueron campeones del torneo Apertura. Si tomamos en cuenta apenas los partidos jugados hasta la conquista matemática del título del torneo corto (desconsiderando lo que vino después), apenas un equipo tiene números mejores que los de Nacional de Gutiérrez: el de 2003. Luego, en orden, vienen el de 2000, el de 1999, el de 2009 y el de 1998. Estamos viendo el segundo equipo tricolor más sólido desde 1998. Faltan dos fechas para terminar el torneo. Los resultados serían irrelevantes si no fuese por un detalle: cuentan para la tabla anual. Por esto, serán partidos tomados en serio.

Lo malo

Pero hay otra lección que debe ser tomada en cuenta: de estos seis equipos, tres no pudieron a posteriori ser campeones uruguayos (1999, 2003, 2009/10). Otro de ellos fue campeón (2000), pero estuvo lejos de ser fantástico en el Clausura. Hacer historia en una mitad del campeonato no es suficiente. Hay que trabajar siempre para no desperdiciar la ventaja que hasta ahora fue conquistada en el presente Apertura.

Manoel Castanho
(Periodista)

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO:

UNITE A NUESTRA COMUNIDAD

Seguinos en nuestras redes sociales y enterate de toda la actualidad del decano del fútbol uruguayo

REDES SOCIALES

SUSCRIBITE A NUESTRA NEWSLETTER

No te pierdas ninguna novedad del decano