Volvió Nicolás López. Las redes se llenan de mensajes, de fotos, de menciones. Volvió Nicolás López, el Diente, y algunos nos preguntamos los porqués de ese cariño.

El mito único o “viaje del héroe” es un concepto acuñado por el antropólogo Joseph Campbell. Dice que, detrás de todos los relatos épicos que existen, hay una estructura narrativa similar. Toda historia épica necesita recorrer una serie de eventos, en el lugar y momento justos: el llamado a la aventura, el mentor, los retos y tentaciones, el abismo, la transformación o el renacimiento, y, finalmente, el regreso.

La teoría del viaje del héroe explica este cariño desbalanceado, la debilidad que sentimos por algunos jugadores. Un camino recto, prolijo y sin fisuras también puede ser valorado, pero la debilidad del hincha, insólita y quizás cruelmente, se inclina hacia los otros, hacia los caminos del borde, las curvas, las caídas. Eso explica la debilidad nacional que tenemos por Luis Suárez, que encaja mucho mejor en el periplo del héroe que Diego Forlán o Edinson Cavani. Eso explica porqué Messi nunca, pero nunca, será Maradona: no es tanto por su falta de virtudes como por su carencia de defectos. Eso explica el cariño del hincha de Nacional por el Chino Recoba, un jugador con estadísticas bastante regulares. Los hinchas sabemos de estadísticas, sí, pero también sabemos que el amor necesita otras cosas.

Eso, creo yo, explica el cariño del hincha hacia Nico López. Un pibe flaquito, tímido, que fue llamado a entrar a una cancha, que parecía no querer nada de lo que rodea al fútbol. Entró, hizo un par de goles; amor a primera vista. Su mentor era su polo opuesto, el histriónico Juan Ramón Carrasco, que dijo frente a las cámaras que el Diente no se animaba a bañarse con sus compañeros, y que había que cuidarlo porque comía muchas golosinas. Sí, definitivamente era un niño llamado a volverse profesional.

Pero como en todo viaje de héroe, llegaron después las tentaciones, la huida, los villanos, la reconciliación, otra vuelta y otra ida. El viaje del héroe necesita desilusiones, peleas y reconciliaciones. Nacional y el Diente las tuvieron. Ahora llega, unos años más tarde, unos años más viejo, sin deslumbrar. No viene de hacer veinte goles en ningún lado. Pero nosotros, los hinchas, sabemos que no importa. Nosotros, los hinchas, sabemos que las estadísticas no explican algunas cosas. Lo sabemos nosotros, lo escribió Joseph Campbell: el viaje del héroe tiene algunas sombras, pero tiene un lindo final.

Sí. Volvió Nicolás López, el Diente.

Juan M. Bertón es sociólogo y escritor

Columnista

 

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