Nacional perdió un partido en el que se vio ampliamente superado por el juego colectivo del rival, y que complica la clasificación a la próxima fase de la Copa.

Infinitamente superior. Nacional salió al campo de juego con una estrategia defensiva que consisitía en intentar formar un bloque compacto, no dejando espacios para que la mejor característica del equipo de Newell’s, que es la rotación y movilidad del balón y de sus jugadores, pudieran dañar al arco de Munúa. Pero claramente la estrategia no fue efectiva. Hoy de tarde hablaba con un amigo y los dos coincidíamos que el planteo de Gerardo Pelusso en el medio campo era algo arriesgado, poniendo un solo volante de marca como Diego Arismendi, que además venía de una larga inactividad. Este Nacional no ha podido lograr un buen funcionamiento coordinado a la hora de defender. Los volantes salen a marcar de manera descoordinada. Tampoco la línea del fondo logra ser consistente al verse constantemente desbordada por la poca contención de la zona media tricolor. Si a esto sumamos que este Newell’s se caracteriza por la movilidad del balón, y la rotación de sus jugadores buscando llegar al arco rival con pelota dominada, y que hoy jugó posiblemente el mejor partido desde que asumió Berti como técnico, tenemos como resultado un partido con goleada.

Sin balón no hay ataque. La mayor parte del partido, la pelota estuvo en posesión del equipo rival. Por lo tanto es muy difícil poder analizar el funcionamiento en ataque o la actuación de los futbolistas en ofensiva. Nacional corrió todo el partido atrás del balón, y salvo dos o tres jugadas forzadas como un cabezazo de Iván Alonso en el primer tiempo, la volea de Nacho González sobre el final de esta parte o la pelota en el palo de Carlos de Pena en el segundo, el conjunto tricolor no generó nerviosismo para el equipo rival.

Partido que preocupa. Más allá del resultado, que es una goleada y debe preocuparnos, lo realmente alarmante es el bajo juego colectivo que está teniendo el equipo. Los jugadores uruguayos siempre estuvieron desde mi punto de vista un escalón abajo que los argentinos o los brasileros en cuánto a la técnica y los fundamentos del fútbool, pero entiendo que la brecha cada vez se estira más, y hoy en día la diferencia ya es alarmante. Cuando los equipos uruguayos son presionados, no son capaces de jugar en espacios reducidos sin perder el balón. No se ven pases largos para salir de la zonas de presión. Tampoco se ven jugadores que dribleen, y logren sacarse marcadores de encima. A la falta de técnica y fundamentos antiguamente la suplíamos con esfuerzo y entrega, pero hoy en día esto no basta. Hay que jugar, hay que correr, hay que desmarcarse, hay que moverse, hay que driblear y quitarse jugadores de encima. Habrá que replantearse profundamente a qué apunta el fútbol uruguayo, porque realmente es alarmante el nivel mostrado en estos últimos años en el concierto internacional. Mientras en el baby fútbol se siga priorizando el triunfo y el resultado sobre aprender a controlar un balón, a regatear o a pegarle a la pelota, seguiremos empeorando y teniendo cada vez menos chances a nivel continental. Con respecto a este Nacional, el técnico Pelusso, tiene un arduo trabajo. Por un lado mejorar el funciomaniento defensivo y ofensivo del equ|ipo, y ahora también tiene que levantar el ánimo, que sin dudas con esta goleada debe estar muy bajo. Sigo pensando Nacional peleará y seguramente ganará el Uruguayo, pero difícilmente podamos avanzar en la Libertadores si no se da un vuelco de 180 grados en el funcionamiento colectivo. Ojalá se de.

Diego Ávalo
decano.com

Ficha del partido

Grupo 6

Segunda fecha

NEWELL’S OLD BOYS 4:0 NACIONAL

Cancha: Estadio Marcelo Bielsa de Rosario (Argentina). 

Juez: Enrique Osses. Líneas: Carlos Astroza y Sergio Román (terna de Chile). Cuarto árbitro: Pablo Díaz (Argentina).

NEWELL’S OLD BOYS: Nahuel Guzmán; Marcos Cáceres, Víctor López, Gabriel Heinze, Milton Casco; Ever Banega, Lucas Bernardi (67′ Horacio Orzán), Diego Mateo; Víctor Figueroa (71′ Martín Tonso), Fabián Muñoz (77′ David Trezeguet) y Maximiliano Rodríguez. Director técnico: Alfredo Berti. Suplentes: Adrián Gabbarini, Guillermo Ortiz, Cristian Díaz, Alexis Castro y Hernán Villalba.

NACIONAL: Gustavo Munúa; Guillermo De los Santos, Jorge Curbelo, Andrés Scotti, Juan Manuel Díaz; Diego Arismendi, Rinaldo Cruzado (56′ Nicolás Prieto); Renato César (81′ Gastón Pereiro), Ignacio González, Carlos De Pena e Iván Alonso (56′ Santiago García). Director técnico: Gerardo Pelusso. Suplentes: Jorge Bava, Pablo Alvarez,  Ismael Benegas y Maximiliano Calzada.

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